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Uriel Márquez Valerio: toda una vida dedicada al derecho

El inicio del camino educativo

Hay personajes que se involucran tanto con su entorno y cuya historia es tan amplia que hablar de ellos es hablar del lugar que los vio crecer. Un ejemplo de ello es el reconocido abogado Uriel Márquez Valerio, quien tiene una larga trayectoria en la docencia, en el litigio, en la función pública y sobre todo en el estudio, siempre en el estudio.

Es así que hablar de Uriel Márquez Valerio es hablar en parte de la historia de Zacatecas. Él nació en Villanueva en 1938, fue ahí donde todo comenzó, sin embargo, su vida se ligaría prontamente con el estudio y la preparación académica en un esfuerzo constante por conocer. De una manera concisa, como si fuera una anécdota muy bien aprendida, este experto del derecho nos cuenta:

“Cuando tuve la edad para estudiar la secundaria, no había más que tres secundarias en todo Zacatecas, una en la capital, otra en Jerez y otra en Fresnillo. De tal manera que, para mí, estando en Villanueva, resultaba igualmente oneroso salir de ahí o salir del estado.

En aquel tiempo existía un sistema de becas que estableció el general Cárdenas, quien fundó 6 internados en todo el país para hijos de trabajadores. A los jóvenes de Zacatecas nos correspondía el internado que estaba en Durango y para entrar había que pasar por un proceso de oposición, de aquí participamos alrededor de 50 jóvenes y de esos nos dieron la oportunidad de estudiar a 7 u 8. Así que fue allá donde estudié la secundaria.

Pero al regresar se me planteó el problema: ¿y la preparatoria? Por lo que me fui a Tampico, con una tía que vivía ahí, e hice el primer el año de bachillerato allá, luego el segundo año lo terminé en Zacatecas y aquí mismo continué la carrera.

En aquel tiempo sólo había tres escuelas superiores en Zacatecas: Derecho, Ingeniería Topográfica y Enfermería. Y escogí derecho porque, como muchos, no tenía gran afición por las matemáticas. Aunque ahora me arrepiento, no por haber escogido derecho, sino porque el estudio de las matemáticas, de las ciencias duras, es fundamental.”

Estudio, docencia y desempeño del derecho

Así más o menos fue el comienzo de la vida académica y el primer contacto con el derecho para Uriel Márquez Valerio, quien vería en esta área de estudio una vocación a la que se dedicaría con mucha responsabilidad y pasión durante todo el tiempo que siguió. Profesión que además le brindaría la oportunidad de involucrarse en la vida pública de Zacatecas. Es así que el mismo abogado al contar su trayecto no puede separarlo de la historia del estado y, en este caso, de su mayor institución educativa:

“Empecé a estudiar en la Escuela de Derecho, que aún no era facultad, y que en aquel entonces tenía menos de 40 alumnos en total. Mi generación fue la de 1956 y fue la primera que tuvo 15 alumnos en primer semestre, aunque al final terminamos la carrera sólo 3 de aquellos.

En aquel tiempo se propició un movimiento, que culminó en 1959, en el que se obtuvo la autonomía del Instituto de Ciencias, en parte para que éste decidiera sobre sus recursos y también para que luego se convirtiera en universidad; aunque para ello faltaba todavía que se formaran facultades.

En 1961 se obtuvo la autonomía del Instituto de Ciencias. Y ya posteriormente se creó la Universidad Autónoma de Zacatecas. Si nosotros analizamos el crecimiento de la Máxima Casa de Estudios, éste ha sido exponencial, sobre todo cuando a uno le ha tocado verlo de primera mano.

El hecho es que concluí la carrera en 1960. Saliendo fui agente del ministerio público, posteriormente fui juez de primera instancia en materia penal; fui juez muy joven antes de graduarme, e igualmente no por bueno, sino por barato. En aquel entonces los jueces ganaban 2 mil pesos al mes.

Me titulé en 1963 y ya estaba ligado a la enseñanza. Di clases en preparatoria y después derecho y ahí también fui director, empecé a dar la materias de derecho laboral, individual, colectivo, y luego, lo que yo siempre había querido impartir, que son las cátedras de amparo y derecho constitucional, si yo volviera a estudiar derecho lo haría sólo por esas dos materias. 

El derecho constitucional es el vértice entre el derecho y la política. Aunque yo no tuve una vocación determinada en éste ámbito, fueron ciertas circunstancias las que me permitieron desempeñar puestos públicos y, más que nada, fue la generosidad de los gobernadores que me invitaron a colaborar con ellos. Ahora me sigue interesando mucho la política, ya no activa sino como objeto de estudio.

Pero continuando con la idea, también di clases en la Facultad de Comercio y Administración, fui el primer director de la ahora Facultad de Economía, estuve también dando clases en la Facultad de Ciencia Política, y ahí estudié la maestría y luego concluí los estudios de doctorado. Siendo así que desde 1963 más o menos hasta 1998 impartí clases en la UAZ.

Posteriormente, ya viejo, porque en mis tiempos no había tanta posibilidad de estudiar, cursé la maestría en derecho electoral en la Universidad Autónoma de Durango. Hace 4 años concluí la maestría en derecho constitucional y en diciembre pasado estudié también una maestría en este tema en la UNAM mediante un convenio que hizo ésta con la Casa de la Cultura Jurídica de Zacatecas.

Por otra parte fueron las circunstancias las que permitieron que pudiera  desempeñar puestos públicos: fui presidente del Tribunal Superior de Justicia en dos ocasiones, diputado también en dos ocasiones, procurador de justicia, secretario general de Gobierno. Y bueno, tengo 60 años ya en el ejercicio de la carrera profesional, aprendiendo algo todos los días”.

Anécdotas de la experiencia

Como hemos podido observar Uriel Márquez Valerio tiene una gran pasión por el estudio y el conocimiento de su entorno, desde lo local y contemporáneo hasta lo mundial e histórico. “Soy, más que nada, un testigo, porque eso me considero: un testigo de los cambios que han sufrido el país y Zacatecas concretamente”.

Y como testigo le ha tocado no sólo ver sino vivir e involucrarse en momentos importantes para la historia del estado, un ejemplo de ello, es que mientras fungió como diputado participó en la conformación de la Constitución Política del Estado Libre y Soberano de Zacatecas de 1998, la cual, con sus reformas y modificaciones, es la que aún nos rige.

“Para mí fue uno de los aspectos más significativos de mi vida, de mi vida profesional, incluso. Frecuentemente los abogados queremos ser legisladores, pero sobre todo queremos participar en un congreso constituyente. Uno que haga la constitución. Aquella vez fue por iniciativa del gobernador Arturo Romo que en Zacatecas se planteó una nueva constitución.

En el momento al que me refiero éramos 30 diputados, de esos sólo 8 participamos directamente. Fue muy satisfactoria la participación, no porque haya sido perfecta, sino porque me permitió ver los distintos aspectos de la vida que deben estar regulados por el derecho”.

A ésta se añaden un sinfín de anécdotas memorables unas y curiosas otras. Entre ellas, por ejemplo, aconteció que en un municipio del estado que dos primos tenían el mismo nombre, los mismos apellidos, habían nacido el mismo día y en la misma comunidad. Años después uno de ellos queriendo ser presidente municipal, fue a reclamarle a Uriel Márquez, quien entonces era presidente el Tribunal Superior de Justicia de Zacatecas, que en un documento constaba que él había cometido un homicidio, situación que le impedía acceder al cargo y que además declaraba como totalmente falsa, el caso es que había sido su primo quien curiosamente ostentaba los mismos datos de identidad. Y aunque en el archivo se declaraba tal información no era la persona que quería ser presidente municipal la misma que había cometido el homicidio, sin embargo, eso debió aclararse en su debido momento, por  lo que la persona quejosa no pudo de cualquier modo ocupar el cargo.

Reconocimientos

Por su amplia trayectoria Uriel Márquez Valerio ha sido condecorado con importantes reconocimientos. En 2014 fue propuesto por el Tribunal de Justicia, con el que ya no tenía ninguna relación burocrática, para participar en el premio Manuel Crescencio García Rejón y Alcalá, quien fue un diputado yucateco que insertó en la constitución de Yucatán en 1841 el juicio de amparo; resultando al fin ganador con un total de 29 votos de 32.

Después en 2017 le fue otorgado el Doctorado Honoris Causa por la Universidad Autónoma de Zacatecas y más recientemente en julio de 2019 recibió la Medalla al Mérito Jurídico “Tomás Torres Mercado”. Aquí la historia toma un rumbo curioso pues cuenta Uriel Márquez sobre Tomás Torres: “él fue mi amigo, mi alumno y mi colaborador en el despacho por lo que recibir el premio que lleva su nombre fue un honor muy satisfactorio. Él ha sido uno de los legisladores zacatecanos más destacados”.

Actualmente éste abogado con un gran interés por el conocimiento se sigue preocupando por aprender algo cada día, asiste a distintos cursos y conferencias, tanto de la Casa de la Cultura Jurídica como de la UAZ. “Me solían decir algunos profesores ¿Y para qué estudia usted a su edad? Por varias razones, primero, no me quiero quedar atrás en el conocimiento, sobre todo en el área del derecho. Siento la inquietud de estar actualizado, por eso estudio, y siento también la inquietud por muchas cosas que en su momento no aprendí y que ahora tengo la oportunidad de aprender. Misma razón que me mueve ahora a estudiar el idioma inglés”. 

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