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Universidad Cuauhtémoc: Negocios con Creatividad y Creativos con Negocios

Hay un claro auge de emprendimiento en México. Según un estudio hecho por la SEP, dos de cada tres jóvenes en el país ven con buenos ojos la idea de emprender algún negocio. Incluso, 7 de cada 10 se sienten preparados para hacerlo. Pero este marcado interés de los jóvenes por abrir su propio negocio no se ve reflejado en la tasa de supervivencia de los proyectos: 75% de las nuevas empresas fracasa sin alcanzar su segundo año de vida, de acuerdo con la Amexcap.

Por ello, se vuelve imperativo que las universidades doten a sus estudiantes de conocimientos, competencias y habilidades que les permitan sobresalir en un mundo cada vez más competitivo y cambiante. En este sentido, la Universidad Cuauhtémoc es una institución educativa que ha sabido responder a las demandas del mercado laboral a partir de su filosofía y mapas curriculares, totalmente adaptados a las demandas del mercado laboral.

De ello conversaron con Líder Empresarial Nallely Puga, Directora de la Escuela de Negocios, e Ignacio Calderón, Director de la Escuela de Creatividad de la Universidad Cuauhtémoc.

Escuela de Negocios: el bastión para el emprendimiento exitoso

Nallely Puga es enfática. En los estudiantes se tienen que desarrollar  cualidades como la intuición y la visión global en los negocios, elementos que difícilmente se aprenden leyendo un libro. Por ello, destaca que a la par de los programas curriculares de todas las carreras ofrecidas en la Universidad Cuauhtémoc, se trabaja con los alumnos en un programa de formación de competencias y habilidades específicas para ese propósito.

“El alumno sabrá entender el proceso administrativo, o el método de planeación estratégica, sí; pero, además, buscamos que tenga ese feeling para desarrollar proyectos, de tener visión y creatividad a la hora de resolver problemas, de gozar de un pensamiento exponencial. Son competencias que en la Escuela de Negocios trabajamos de manera simultánea junto al mapa curricular. Perfilamos a los alumnos para habilidades de negocios”.

Ahora bien, asumiendo que es fundamental que las universidades preparen a sus estudiantes para que éstos sean capaces de atender y resolver las necesidades de las compañías en el momento en que salgan al mundo laboral, ¿cómo enfoca la Escuela de Negocios esta preparación? Entre varios atributos del modelo educativo, trabajan con una metodología llamada “Aprendizaje Basado en Retos”, siempre con empresas reales. La directora lo explica así:

«Lanzamos una convocatoria para que las empresas se presenten con sus problemáticas. A partir de ahí, hacemos equipos multidisciplinarios con alumnos de diferentes carreras, los cuales tendrán que desarrollar y proponer soluciones. El empresario elegirá la que mejor se adapta a su requerimiento, y en algunos casos, se llevan a los jóvenes a implementar el proyecto. Jugamos con un modelo que involucra desde fases tempranas a los alumnos con el sector productivo».

Aunado a esto, la Escuela de Negocios de la Universidad Cuauhtémoc maneja un programa de Simulación de Negocios. A diferencia del Aprendizaje Basado en Retos, este modelo permite al estudiante aprender la gestión, administración y la dirección de una empresa desde, como su nombre lo indica, la simulación.

Al alumno se le entrega una empresa (virtual) con sus resultados productivos y su situación financiera. El estudiante, en años de operación simulados, tendrá que tomar decisiones de indicadores clave de desempeño de su compañía.

“Es sumamente interesante, porque el alumno tiene que tomar estratégicamente decisiones sobre las áreas clave de la organización, desde los recursos humanos, finanzas, mercadotecnia, innovación y desarrollo hasta la producción. De ésta manera, integra todo el conocimiento que cada programa académico proporciona.

Al final, con base en las decisiones que tomó el estudiante, el simulador arroja los resultados financieros de la empresa para saber si incrementó su cuota de mercado, si creció o decreció, si logró posicionar la marca, entre otras cosas más. «Este es el momento para que el alumno tome decisiones.  El programa está orientado para que se dé cuenta que todas las áreas están ligadas invariablemente. Si se enfocan en un solo departamento, puede impactar en los resultados de toda la empresa».

Otra de las propuestas de valor de la Universidad Cuauhtémoc y la Escuela de Negocios en particular dice Nallely Puga, son los programas de estudio compactos: no mayores a 3 años, divididos en cuatrimestres. Adicionalmente, la Escuela de Negocios cuenta con esquemas de doble titulación en tan solo 8 meses para las carreras de Administración y Gestión Empresarial y Contabilidad y Sistemas Financieros.

En suma: la Escuela de Negocios tiene un modelo orientado a formarse desde la práctica empresarial y al desarrollo de habilidades. Las empresas necesitan gente con visión de negocios, un perfil que cumplen completamente los egresados de la escuela.


Escuela de Creatividad: “para esas mentes que no caben en su cerebro”

“La Escuela de Creatividad está dirigida a las personas que rebosan creatividad; es para aquellas mentes que no caben en sus cerebros y necesitan de una excelente opción educativa que pueda canalizar todo su potencial«, dice Ignacio Calderón, su director.

“La creatividad es toda una técnica que, bien instrumentada, nos conduce a procesos inventivos que tienen un impacto verdadero en el usuario final. El objetivo es que las técnicas que aquí manejamos se puedan manifestar en todos los alumnos de la Universidad Cuauhtémoc”, explica.

Calderón añade que la escuela cuenta con una estructura pedagógica donde las actividades de los alumnos son 30% teóricas y 70% prácticas.

«Hay estudios que demuestran que existe un gran abismo entre las competencias que buscan las empresas y las competencias que generan las universidades en los egresados. Nosotros empatamos y orientamos esas competencias a lo que requiere el mercado». Pero recalca: «no sólo a los que aspiren a trabajar en una empresa, sino también a los que aspiren a crear su propia compañía. Por eso, una de nuestras tesis es: Creativos con Negocio.»

Bajo esta premisa, la Escuela de Creatividad busca motivar a sus talentos a que no se pongan barreras y se animen a generar su propia empresa con el fin de que «sean ellos los que determinen el precio a ganar, sean ellos los dueños de su creatividad, sean los creativos con negocio».

Otro elemento que destacar, indica Calderón, es que dedican parte de sus esfuerzos a que los estudiantes sepan monetizar su trabajo y no se subestime su labor:

 «Generalmente, el cliente quiere pagar por el tangible que está viendo en ese momento, desconociendo las horas que debieron dedicarse para la culminación del producto. Hay que enseñarles a saber monetizarse, a que capitalicen todo el proceso creativo que les demandó el trabajo”.

«Aquí lo que hacemos es llevarlos en forma concatenada por un proceso para que esa creatividad sea totalmente profesional; una creatividad con innovación, estrategia y visión. Que esos procesos creativos no se limiten a ocurrencias. A la creatividad hay que situarla en un contexto estratégico y con visión para alcanzar lo que quiere el cliente”.

Por otro lado, la Escuela de Creatividad ha asumido un compromiso con el desarrollo de la entidad y la región. De este nació la agencia de marketing «Corazón Creativo», la cual atenderá a las mipymes que ven lejanos los procesos de las firmas mercadológicas y publicitarias.

«Las vamos a asesorar por medio de alumnos que estarán haciendo sus prácticas profesionales, con la idea de generar propuestas viables y funcionales para que les den un crecimiento a estas empresas. Buscamos generar un ecosistema de creatividad que impulse el desarrollo de la región con el sello de la Universidad Cuauhtémoc«.

«En la Escuela de Creatividad tenemos alumnos talentosísimos y a profesores artistas dando clases. La combinación es de mucha espontaneidad y de mucho brillo», dice orgulloso Ignacio Calderón.

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