En el sector manufacturero, no todos los titanes son de fierro. Con ingresos por 250 millones de dólares en 2015, el laboratorio mexicano Chinoin anunció, recientemente, el traspaso de su fábrica de vacunas para animales a Aguascalientes como parte de una estrategia para competir con fabricantes europeos y norteamericanos en el mercado veterinario.
La mudanza es el proyecto más importante de su plan de expansión en el cual invertirá 40 millones de pesos en los próximos dos años. Al ampliar en más del doble la planta ubicada en Rincón de Romos, la compañía proyecta incrementar del 7 al 20 por ciento la proporción que su línea de fármacos veterinarios representa en sus ingresos totales.
El proyecto es significativo para Aguascalientes, porque con una sola fábrica de materias primas y productos farmacéuticos era el quinto mayor captador en el país de Inversión Extranjera Directa (IED), hasta 2012, vía industria farmacéutica, según ProMéxico. Con dos plantas armadoras extranjeras y un centenar de proveedoras instaladas, la entidad ocupa ese mismo lugar en atracción de IED por parte del sector automotor.
Además, gracias al natural potencial exportador del ramo y al proyecto de expansión de la firma, el estado podrá exportar a Colombia y otros países de Centro y Sudamérica.
Aprovechar el boom animalista
Chinoin no es el primer laboratorio en ir por el mercado veterinario. En 2012, Pfizer lanzó productos para ese segmento a través de su filial Zoetis, y el año pasado hizo lo mismo Boehringer Ingelheim. Pero la compañía mexicana apuesta por un nicho que hasta ahora se ha explotado solo en el ámbito humano.
“Estamos buscando participar más en clases terapéuticas, como desparasitantes, vitaminas, probióticos y vacunas. Principalmente, estamos enfocados en que la salud animal debe ser preventiva”, explica José Antonio Calzada, gerente del área de veterinaria.
El segmento veterinario, según la agencia Euromonitor Internacional, creció alrededor de 9 por ciento en 2013 y representa 21 por ciento del valor del mercado farmacéutico en el país, que ProMéxico estima alcanzará los 2 billones 184,000 millones de dólares hacia 2020.
El mercado de las mascotas, desde 2013, ha crecido 10 por ciento cada año, lo cual coincide con el incremento de la clase media de México y también con el boom de movimientos pro animal alrededor del mundo. Calzada calcula que actualmente hay unos seis millones de mascotas en hogares mexicanos, los cuales invierten cada vez más en la salud animal. Pero otras actividades, que a momentos incluso se contraponen a esta tendencia, también son target para la industria farmacéutica.
“Hablando específicamente de bovinos, en los últimos años [el segmento] ha tenido un crecimiento importante y lo ves reflejado por los precios de la carne. Ahorita, estados del sur de EUA están padeciendo sequías muy importantes y mucho del ganado que están consumiendo en EUA lo están importando de México. Eso obviamente ha favorecido a nuestros productores”, explica el responsable de la división veterinaria.
Chinoin prepara nuevos lanzamientos –particularmente medicamentos para perros– y un incremento en su portafolio para especies grandes.
La titánide en Latinoamérica
El proyecto de expansión de la farmacéutica mexicana va más allá del ámbito veterinario. Sandra Hagsate, directora de mercadotecnia, habla de los planes que la compañía tiene de convertirse en una titánide en Latinoamérica.
“Si hablamos de laboratorios mexicanos, la visión es ser el número uno en unidades de aquí a cinco años. Ya tenemos [presencia en el segmento] respiratorio y músculo-esquelético; ahora queremos llegar a la parte de gastro. Y en lo que se refiere a exportación […] estamos en trámites de aprobación de registros tanto en Perú como en Colombia […] Yo espero que para el próximo año podamos empezar a promover alguna marca en Colombia”, asegura.
Actualmente, produce 30 marcas para uso humano y 32 para consumo animal. Tiene presencia en medicina general, pediatría, otorrinolaringología y traumatología. Es líder en fármacos para vías respiratorias y el tercer laboratorio con más ventas a nivel nacional con 18 millones de unidades vendidas. Además de gastrointestinal, lanzará mediamentos para padecimientos gástricos.
Con Chinoin como única empresa del ramo farmacéutico, Aguascalientes aportó 0.2 por ciento de la Inversión Extranjera Directa captada por este subsector en el país en 2012. En 2013, último año del cual se tienen indicadores, habría ingresado más de 634 millones de dólares de IED a México a través de la entidad.
Los potenciales exportador y de inversión de esta industria contrastan con los de la automotriz. Las plantas A1 y A2 de Nissan en Aguascalientes atrajeron en 2015 alrededor de 300 millones de dólares de Inversión Extranjera Directa, con lo cual el estado fue el quinto mayor aportador a la IED del sector a México.
Infraestructura de primer mundo, con responsabilidad social
La inversión en el traspaso de la fábrica de biológicos a Rincón de Romos incluye la instalación de tecnología de última generación. La operación significa que, dentro de dos años, Chinoin producirá vacunas, tanto virales como bacterianas, en un solo laboratorio, para lo cual adquirirá biorreactores que permiten aumentar el volumen de producción y tecnificar los procesos.
Hagsate presume que la empresa ha sido punta de lanza en tecnología farmacéutica desde que llegó a Aguascalientes, en 1987. En la división de medicamentos para humanos, la planta de Rincón de Romos fue la primera en Latinoamérica en contar con un equipo ConsiGma, el cual tiene la capacidad de generar 50 kilogramos de mezcla por hora en un proceso 100 por ciento sin contaminantes y una fabricación en dosis exactas por lote.
La fábrica trabaja también con tecnología alemana que empaca y sella al vacío las cápsulas y tabletas, mientras otras máquinas terminan el empaquetado al depositar los sellers en cajas de cartón previamente armadas.
El almacén, 100 por ciento automatizado, se controla con un robot que ubica las materias primas en 50 charolas, las identifica por código de barras y dispensa las cantidades que las áreas de producción requieren en sus órdenes. La otra parte del almacén la atiende un sistema de grúas, rieles y rodillos, los cuales evitan la manipulación humana del producto terminado y favorecen un estricto control sobre los inventarios.
Más allá de las herramientas, las instalaciones también son de primer mundo. Los edificios que albergan las áreas de producción e incluso oficinas administrativas fueron diseñados para garantizar inocuidad: techos, pisos, muros están recubiertos y pintados con materiales especiales y se unen en un zoclo guardapolvo –bordes cóncavos y continuos que permiten eliminar polvo–. Las habitaciones, que cuentan con filtros y protocolos automatizados de acceso, tienen diferenciales de presión los cuales evitan la contaminación.
Para la firma, la vanguardia tecnológica va de la mano de la responsabilidad social. Por eso “hay muchos procesos que se pueden automatizar, pero no lo hacemos porque implica recortar empleos y es parte de nuestra responsabilidad social”, comenta el gerente de producción Raúl Rodríguez.
La fábrica, ubicada al norte del territorio hidrocálido, está registrada como empresa grande con más de 251 empleados, de los cuales alrededor de 80 por ciento son originarios de los municipios del norte de Aguascalientes, estima el jefe de producción de sólidos Juan Carlos Pérez.
La división de veterinaria espera traer a la entidad a jefes y gerentes de producción, visualiza Calzada; pero el resto del talento se buscará a nivel local, añade.
Para cumplir con su responsabilidad ecológica, Chinoin instaló una planta de cogeneración de energía gracias a la cual, a la fecha, genera su propia electricidad, no emite huella de carbono y vende el excedente a la Comisión Federal de Electricidad (CFE). Sus políticas ambientales le merecieron el certificado de industria limpia de Profepa en 2001.
Y hacia afuera, señala Sandra Hagsate, la empresa busca también llevar a cabo acciones a favor del medio ambiente.
“Apoyamos a grupos para reforestación en sierras que han sido dañadas o en programas de reforestación en la sierra Mixe de Oaxaca, entre otras actividades”, comenta.
Con 90 años recién cumplidos, la compañía mexicana tiene claro que para competir como los grandes hay que invertir como los grandes.
