Debido al estilo de vida y a la alimentación del mexicano, el cáncer de colon es el cuarto tipo de este padecimiento más común para hombres y mujeres en el país. Motivados por esta necesidad, investigadores del Instituto Politécnico Nacional han encontrado en el consumo del garbanzo una alternativa para prevenir el desarrollo de este padecimiento.
Tras una serie de experimentos y pruebas realizados en laboratorio, los investigadores encontraron que al incluir una taza de garbanzos cocidos dentro de la dieta diaria reduce drásticamente las posibilidades de contraer la enfermedad.
Las pruebas comenzaron con ratones machos a los que se les indujo el cáncer colorrectal, a través de un compuesto químico que simulaba el proceso degenerativo producido por la colitis. Posteriormente, los investigadores incluyeron el garbanzo cocido en la dieta de los roedores, lo que provocó que las células dañinas proliferasen en mucho menor medida.
Los garbanzos fueron remojados por 12 horas para que los resultados fueran mejores, ya que el líquido ayuda al procesamiento de las proteínas y la gelatinización del almidón hallado en la leguminosa.
El garbanzo funciona para tratar este tipo de cáncer ya que contiene un compuesto denominado péptido bioactivo de proteína, pero al ser muy caro y difícil de extraer, los científicos prefirieron el consumo de la semilla completa.
La doctora en ciencias en alimentos, Xariss Miryam Sánchez Chino encabezó la investigación, la cual arrancó a partir del dato de que, en los países con mayor consumo de leguminosas, el cáncer de colon es menos común.
La dieta representa un factor de riesgo para el desarrollo del cáncer, ya que el tracto digestivo se ve directamente afectado por el tipo, calidad, frecuencia y cantidad de alimento consumido, lo que puede prevenir o desatar la enfermedad. Es por ello que se recomienda mantener una dieta equilibrada y moderar las porciones de alimentos irritantes a la hora de comer.