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Una revisión del 27 de enero, Día de la Recordación de la Shoá (Holocausto)

En este primer mes del año, dos eventos mundiales se realizaron a la par: el Foro Económico Mundial, celebrado en Davos, Suiza, y el Quinto Foro Mundial del Holocausto en Israel, donde conmemoraron el 75 aniversario de la liberación del campo de exterminio de Auschwitz. Con respecto al segundo evento, su sede fue en el Yad Vashem, un museo ubicado en el Monte del Recuerdo, en Jerusalén.

Los antecedentes de este foro parten de que en 1995 una resolución del Parlamento Europeo pedía el establecimiento de un día de recordación del holocausto en todos los Estados miembros. En 2005, en conjunto con la Asamblea General de las Naciones Unidas, el Parlamento adoptó una segunda resolución que alentó el recuerdo del holocausto, por lo que el 27 de enero se establece como el Día de la Recordación del Holocausto.

Previo al 2005, del 27 al 29 de enero del 2000 se llevó a cabo el Foro Internacional en Estocolmo, convocado por el exprimer ministro sueco, Göran Persson, donde representantes de 46 gobiernos, incluidos 23 jefes de Estado o primeros ministros y 14 viceprimeros ministros o ministros, se reunieron para discutir la importancia de la educación, el recuerdo y la investigación sobre el holocausto. De ello, resultó la Declaración de Estocolmo sobre el Holocausto.

El primer Foro Mundial del Holocausto (o en sus inicios World Forum Let My People Live) se llevó a cabo en Cracovia, Polonia, el 27 de enero del 2005, para conmemorar los 60 años de la liberación del campo de exterminio de Auschwitz-Birkenau. Se estableció una fundación especial dirigida por el líder ruso Viatcheslav Moshe Kantor, presidente del Congreso Judío Europeo.

Estación ferroviaria de Prokocim, Cracovia

El segundo foro se celebró 26 y 27 de septiembre del 2006 en Kiev, bajo el auspicio del presidente de Ucrania, Viktor Yushchenko, para conmemorar los 65 años de la tragedia de Babi Yar. En esa emisión, se adoptó la Declaración del Foro Mundial del Holocausto, la cual llama a preservar la memoria sobre los eventos de la Segunda Guerra Mundial y unir esfuerzos contra la xenofobia, el antisemitismo y el terrorismo internacional.

El tercer foro tuvo lugar el 27 de enero de 2010 en Cracovia, se dedicó al 65 aniversario de la liberación de Auschwitz. El 25 de enero de 2011, en el Parlamento Europeo en Bruselas, en vísperas del Día Internacional de Recordación del Holocausto, tuvo lugar una reunión de conmemoración dedicada a la memoria del Holocausto. El 24 de enero de 2012, en el mismo Parlamento, se conmemoró el Día del Recuerdo del Holocausto, pero también los 70 años de la Conferencia de Wannsee (el 20 de enero de 1942, cerca de Berlín, en esa conferencia fue acordado el plan para la eliminación de los judíos de Europa) y los 50 años del final del juicio de Adolf Eichmann.

El cuarto foro se realizó los días 26 y 27 de enero de 2015, en Praga y Terezín (República Checa) para conmemorar el 70 aniversario de la liberación de Auschwitz. También se llevó a cabo una ceremonia conmemorativa en Theresienstadt, un campo de concentración que sirvió como estación de tránsito a otros campos de exterminio. En este foro se adoptó la Declaración de Praga sobre la lucha contra el antisemitismo y los crímenes de odio.

El quinto foro, titulado “Recordando el Holocausto: lucha contra el antisemitismo”, se llevó a cabo el 23 de enero de este año. Fue organizado por la Fundación del Foro Mundial del Holocausto, dirigida por Moshé Kantor, en cooperación con el Museo Yad Vashem, bajo el auspicio del presidente del Estado de Israel, Reuvén (Ruvi) Rivlin, y la Alianza Internacional para el Recuerdo del Holocausto -organización que integra 35 naciones, entre las que se encuentran Argentina, Italia, Francia, Alemania, Israel y Estados Unidos, entre otras-.

Quinto Foro Mundial de la Shoá, recordando la lucha…

Este evento es considerado el más grande en la historia de Israel, por lo que en Jerusalén se desplegaron 6 mil 300 agentes de policía y otras fuerzas de seguridad para recibir a dignatarios como Vladimir Putin, de Rusia; Emmanuel Macron, de Francia; el príncipe Carlos de Inglaterra; el presidente alemán Frank-Walter Steinmeier; Alberto Fernández, presidente de Argentina; los reyes de Bélgica y Holanda, así como el vicepresidente de los Estados Unidos, Mike Pence, y delegaciones de 49 países, incluidos 41 jefes de Estado.

Ante ese desplegado de seguridad, el Estado israelí advirtió al grupo Hamas que si creaban problemas durante el foro, reaccionaría ante esos actos, esto debido a que días previos fueron lanzados globos con explosivos en Gaza, no obstante, no se registró una intromisión de este tipo. En este sentido, Benjamin Netanyahu, primer ministro de Israel, resaltó que “el antisionismo es la forma de antisemitismo moderno. No habrá shoá, no habrá otro holocausto. Este es mi compromiso supremo”.

Volodymyr Zelensky y Benjamin Netanyahu

Por otra parte, el presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, y su comitiva, cancelaron su visita, esto “para darles sus lugares a sobrevivientes” de la shoá que, al parecer, no recibieron invitaciones. Al respecto, sólo 10% de los invitados son sobrevivientes, además de que 25% de aquellos que viven en Israel se encuentran en situación de pobreza, esto según estadísticas del gobierno. Sin embargo, el viernes 24 Zelensky visitó a Netanyahu en su residencia, donde le entregó una carta que narra testimonios de “justos entre las naciones”, y después se reunió con el presidente Reuven Rivlin.

Este foro también fungió como sala de reunión entre líderes mundiales e israelíes para analizar temas relacionados con el conflicto nuclear, Irán, y el proceso de paz en Medio Oriente. Al respecto, Netanyahu afirmó: “Hemos internalizado profundamente la lección: no hay compromisos con regímenes radicales con ideologías asesinas […] A diferencia de entonces, el pueblo judío hoy tiene su propio Estado, fuerte y de avanzada, y quien intente destruirnos recibirá una respuesta dura y decisiva”.

Benny Gantz y Benjamin Netanyahu

Con respecto al vicepresidente Mike Pence, éste invitó a Benjamín Netanyahu y al líder de la oposición, Benny Gantz, a la Casa Blanca, esto para dialogar sobre el Plan del Siglo, un tratado de paz israelí-palestino del presidente de Estados Unidos, Donald Trump. Ambos líderes viajarían mañana martes a Washington. No obstante, en una charla con periodistas en el avión presidencial, Trump comentó que probablemente lo publique antes que arriben a Washington Netanyahu y Gantz. Además de que publicó en su cuenta de Twitter que cualquier publicación sobre ese tratado es una mera especulación.

En cuanto a la participación de Putin en la inauguración del monumento Vela memorial en el parque Sacher, de Jerusalén, dedicado a aquellos que murieron en Leningrado -incluidos su padre y su hermano de 3 años-, éste dijo: “el monumento que está siendo inaugurado hoy es un símbolo de nuestra memoria común y profunda y honra a los veteranos de guerra”.

Vladimir Putin y Benjamin Netanyahu

La Shoá, más allá del holocausto

En este quinto foro, como ya se mencionó, tuvo protagonismo el Estado democrático de Israel, lugar donde las rebeliones palestinas han sido intermitentes: la primera en 1987-1993, la segunda en 2000-2004 y 30 años después una tercera en 2017, cuando el grupo islamista radical Hamas convocó a los palestinos a una nueva rebelión contra la decisión del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de reconocer a Jerusalén como capital de Israel.

A estos actos se les llaman intifadas, vocablo árabe que significa “agitación”, “levantamiento”, “liberarse de algo”, precisamente de la imposición del Estado judío sobre Jerusalén, Cisjordania y la franja de Gaza.

La sede del foro, el Museo Yad Vashem, es el Centro Mundial de Conmemoración de la Shoá. Fue edificado en 1953 por una ley del Knesset (parlamento israelí) con el propósito de conservar la memoria de los aproximadamente seis millones de judíos asesinados por los nazis alemanes, cuyas comunidades fueron aniquiladas casi en su totalidad, y también para reconocer a los “Justos de las Naciones”, que son aquellos que arriesgaron sus vidas para salvarlas.

Museo Yad Vashem

A ese complejo proceso de aniquilamiento y deshumanización se le conoce como shoá, vocablo hebreo que se traduce como “destrucción”, “tormenta”, “tempestad”, por lo que la palabra “holocausto” (del griego holókauston = holos: todo, completamente; y kausto: quemado) sólo resulta ser una equivocada analogía de esa aniquilación en los campos de concentración en donde, finalmente, las personas eran reducidas a polvo.

Interior del Museo Yad Vashem

Al escritor italiano, de origen judío y sobreviviente de la shoá, Primo Levi (1919-1987), nunca le gustó la palabra holocausto: “No me parece un término apropiado, es retórico y, sobre todo, erróneo. Representó un punto de no retorno en términos de proporciones, sobre todo de recursos, porque por primera vez en tiempos recientes el antisemitismo se convirtió en un proyecto planificado y organizado a nivel de Estado, […] era un acto de voluntad. No había escapatoria posible, toda Europa se convirtió en una enorme trampa”.

El Yad Vashem, que además documenta, investiga y educa, se construyó bajo este versículo: “Y les daré a ellos en mi casa y dentro de mis muros un monumento y un nombre (un yad vashem)… que no serán arrancados” (Isaías, cap. 56, 5). Este intento por preservar las memorias de aquellos pueblos que han sido sometidos a prácticas de exterminio, es una posibilidad para materializar la memoria universal de la humanidad frente a realidades contradictorias.

Sobrevivientes

El novelista y periodista hebreo Amos Oz (1939-2018), uno de los fundadores del movimiento pacifista israelí Shalom Ajshav, escribió: “Nadie es una isla, pero todos somos media isla, una península rodeada casi por todas partes de agua negra y, a pesar de todo, unida a otras penínsulas”.

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