Por Dr. Carlos de Luna Arce / MINT Mercadotecnia Integral
Durante todas las generaciones que Frigorizados La Huerta ha vivido, ha sido considerada como una empresa de vanguardia.
Su historia es un ejemplo de cómo la congruencia entre las acciones empresariales, la consistencia de los valores organizacionales y un liderazgo extraordinario pueden crear un proyecto importante en el sector de los agronegocios de México y el mundo.
Don José Arteaga Campos, fundador de la compañía, comprendió que para poder lograr el éxito es necesario no solo tener una idea brillante, sino también lograr una implementación eficaz de ella, y eso fue lo que hizo.
La Huerta tiene cinco ingredientes que la distinguen: eficiencia operativa, liderazgo de producto, innovación, trabajo con las personas adecuadas y empatía con el cliente. Con esto, ha logrado desarrollar una personalidad, estratégicamente diseñada, que le ha permitido ser exitosa a lo largo de su existencia.
1. Eficiencia operativa
¿Cómo la logra? Exige eficiencia en cada proceso y aprovecha al límite cada uno de sus recursos. Emplea lo último en tecnología para reducir costos y lograr una integración vertical de su operación, desde el inicio de la producción hasta la distribución.
Todo lo realiza con el fin de garantizar un servicio sin fallas, eficiente, de bajo costo y que cubra las necesidades de distintos tipos de mercado con calidad y buenos precios.
2. Líderes de producto
En esta compañía no rigen solamente los procedimientos, sino también los talentos extraordinarios de quienes se dedican a desarrollar y comercializar los productos.
El trabajo de comercialización se realiza a partir de los análisis de mercado y las decisiones se toman a partir de la dinámica de estos. Así, se logra exceder las expectativas del cliente con excelentes productos a precios competitivos.
Gracias a esto, La Huerta cumplirá seis décadas de esfuerzo, creatividad, emprendimiento, investigación y desarrollo.
3. Trabajar con las personas adecuadas Es una empresa humanizada. Le resulta importante no solo ver el negocio familiar, sino también atender a los empleados que colaboran con ella.
El éxito de un proyecto de esta magnitud implica ver al trabajador como ser humano: cómo vive, qué le hace falta, para qué trabaja, para qué vive. El ingrediente básico para mantener una organización por tantos años, rentable y de vanguardia es hacer partícipe al colaborador, que sepa cuál es el rumbo, cuál es la estrategia, cuáles son los objetivos y qué se debe hacer para lograrlos.Trabajar con las personas adecuadas incluye ocuparse de los proveedores, aquellos agricultores que suministran la base de la producción. Debe ubicarlos en la calidad y el prestigio que implica laborar en conjunto.
4. Innovación
La Huerta ha apostado por la investigación y desarrollo, área clave para su crecimiento.
Para la compañía, la innovación implica enfrentar mercados que demandan altos volúmenes de consumo, desarrollar nuevos productos y por consecuencia, nuevas marcas. Esto la ha llevado a incursionar en nuevos caminos, los cuales no están relacionados con las verduras, incrementando así su portafolio y poder de negociación.
Tiene muy claro que las variables competitivas no son las mismas del pasado. Por esta razón, es de vital importancia reinventarse.
5. Empatía con el cliente
Conoce íntimamente a sus clientes y sus mercados meta. Sabe dónde están, cómo les gusta ser atendidos y cuáles pueden ser sus necesidades futuras. Empatar con los consumidores significa crecimiento y consolidación, lo cual depende de un proceso de mejoramiento continuo a través del servicio.
Los negocios que trascienden tienen personalidad propia, saben quiénes son, conocen su posición en el mercado, valoran las nuevas ideas y mantienen reservas que les permiten dirigir su futuro. Seguramente, esta firma se encuentra diseñando su posteridad con cada una de sus acciones, al menos así lo indica su estrategia empresarial.
¿Cuántas organizaciones quisieran seguir este modelo, sobrepasar fronteras y generar un liderazgo en su sector? Que venga lo mejor para el campo con el ejemplo orgullosamente hidrocálido de La Huerta.
Carlos de Luna Arce
Es doctor en Psicoterapias Humanistas, maestro en Mercadotecnia. Desde hace 23 años, dirige el despacho MINT Mercadotecnia Integral, el cual atiende clientes en las ciudades más importantes de México. Está enfocado a revitalizar empresas a través de la identidad institucional, estrategias de comunicación y planes efectivos de marketing.