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Una ciudad difícil de conquistar

Hace más de 400 años, luego de haber sometido a los aztecas, los españoles comenzaron a expandir sus dominios por América y a fundar villas; una de ellas fue Aguascalientes. 

Aunque de los años 1500 a 1600 se tiene poca información, se cree que una de las principales misiones de los conquistadores era encontrar oro. En su búsqueda, dieron con yacimientos no sólo de este metal, sino también de plata, otro elemento de gran valor que durante la época colonial se convirtió en una enorme fuente de riqueza.

Así, mientras los españoles colonizaban lo que en un futuro sería México, desarrollaban la minería, la cual provocó que peninsulares, indígenas y mestizos se establecieran cerca de las minas, fundando pequeños poblados.

El territorio mexicano se dividía en dos grandes regiones: Mesoamérica y Aridoamérica. La primera era distinguida por su vasta naturaleza y sus pueblos sedentarios, los cuales construyeron obras de irrigación que permitieron el florecimiento de sociedades. Debido a esto, la zona tuvo un rápido avance técnico y cultural.

Por su parte, Aridoamérica tuvo un desarrollo más lento. Su clima seco y árido propició la escasez de cultivos e hizo nómadas a los pobladores de la región, entre quienes regía la ley del más fuerte.

Aunque Aguascalientes se encontraba en el límite de ambas zonas, las condiciones de su territorio lo orillaron hacia Aridoamérica. La región fue habitada por cazadores y recolectores nómadas llamados chichimecas, término utilizado para designar a varias tribus como los guachichiles, guamares, guaxabanes y zacatecos.

Para los españoles, la entrada a esta parte del territorio no fue nada fácil pues se enfrentaron a grupos indígenas que habían logrado sobrevivir gracias a su salvajismo. Incluso hay historiadores que coinciden en que a los extranjeros les tomó más tiempo someter a estas tribus que desmoronar al imperio azteca.

Al ir avanzando en su conquista, los españoles mostraban mayor rudeza con los naturales de aquellas tierras. Para resguardarse de los ataques chichimecas y proteger a los viajantes que llevaban mercancías y plata, los peninsulares crearon poblaciones defensivas.

Así fue como nació Aguascalientes y otras ciudades del centro-norte del país, las cuales iniciaron como puntos de descanso y protección. Éstas se ubicaron en los caminos que conectaban a los centros mineros con la capital de la Nueva España y uno de los principales fue el Camino Real de Tierra Adentro, el cual pasaba por Aguascalientes.

El 22 de octubre de 1575 se fundó la Villa de Nuestra Señora de la Asunción de las Aguas Calientes; el permiso de fundación fue otorgado a doce vecinos, entre los que destacaban Juan de Montoro Rodríguez, Alonso de Alarcón y Jerónimo de la Cueva.

La población de Aguascalientes constantemente crecía y disminuía debido a los ataques de los grupos indígenas, hasta que entre 1590 y1595 se dio término al conflicto chichimeca; además de que se permitió a todas las personas de pueblos aledaños a la villa integrarse a ésta, lo cual impulsó el aumento de habitantes.

Estructura económica de Aguascalientes

Como la historia señala, Aguascalientes se caracterizó por su conquista y colonización, y no por tener un desarrollo de tipo comercial, administrativo o minero; pero pasados los años y viendo la realidad que vive hoy la ciudad, se puede decir que las cosas han cambiado.

Aguascalientes, como municipio, continúa siendo una fuerte vía de comunicación, y recarga su base económica en dos grandes pilares: la industria automotriz y la textil.

De acuerdo al actual secretario municipal de desarrollo económico social y turismo, Luis Obregón Pasillas, el modelo económico de Aguascalientes se diseñó teniendo como referencia a Alemania.

“Hablar de economía social a veces se confunde con socialismo, aunque no tiene nada que ver con eso. Nosotros basamos nuestro modelo de mercado en el modelo alemán, que es el cooperativismo”, explica.

De esta manera, refiere que el municipio crea industrias solidarias o sociales que más allá de buscar la acumulación de riqueza para una sola persona o un grupo de personas (industrias extractivas), tratan de que todos reciban una parte.

“Un ejemplo muy sencillo: una industria como Netflix es inclusiva, es decir, un tipo de empresa que reparte la riqueza. Ellos pagan a sus empleados un promedio de 95 000 dólares anuales contra industrias del tipo extractivas, que son mexicanas, que pagan un promedio de 7 000 dólares anuales. De esta manera, la riqueza se reparte sólo entre unos cuantos”, continúa.

Por ello, de acuerdo al funcionario municipal, Aguascalientes construye y activa su economía a través del fortalecimiento de emprendedores que creen firmas inclusivas. Así, el modelo del cooperativismo fomenta un mejor flujo de los recursos económicos pues, a grandes y coloquiales rasgos, entre más recursos tenga una persona, mayor uso hará de ellos y la economía fluirá de mejor manera.

Cuatro barrios legendarios

La capital del estado tiene cuatro grandes y viejos barrios: el de Guadalupe, San Marcos, El Encino y el de La Estación.

Barrio de Guadalupe

De tradición alfarera, este barrio comenzó a tomar forma durante la segunda mitad del siglo XVIII, impulsado por la actividad comercial de la Villa de Aguascalientes con Zacatecas y Jalpa. Gracias al comercio entre las tres villas, surgieron en la zona una serie de bodegas, tiendas, mesones y comedores que poco a poco dieron forma al lugar. 

Su máximo orgullo es el Templo de Guadalupe, construido entre 1767 y 1789. De él, destacan la enorme cúpula recubierta con azulejo de talavera y su interior decorado con motivos florales, ángeles y un altar principal de cantera. 

Su crecimiento se aceleró a finales del siglo XIX debido al impulso de la Fundición Central Mexicana. En este periodo, los habitantes solicitaron al Gobierno local la adjudicación de terrenos para siembra y la apertura de casas de hospedaje y comercios; esto ocasionó la clausura del panteón que terminó por convertirse en un hermoso jardín. 

Con el tiempo, los antiguos mesones se volvieron vecindades habitadas por obreros que trabajaban en el ferrocarril.

Barrio de San Marcos

Este bello espacio fue fundado en 1604 por indígenas tlaxcaltecas. En él, se lleva a cabo la tradicional Feria Nacional de San Marcos. Además, entre sus calles yacen emblemáticos lugares como la Plaza Monumental de Aguascalientes y el Jardín de San Marcos, uno de los pulmones más importantes de la ciudad.

Frente al Jardín se encuentra el Templo de San Marcos (siglo XVII), construido por Don Manuel Colón de Larreategui. Esta edificación sustituyó a la antigua capilla construida por los nativos.

Barrio del Encino

Este barrio se localiza en el Jardín del Encino y sus alrededores. El Templo del Señor del Encino resguarda a un Cristo Negro, el cual se dice fue encontrado por un hombre al hacer leña para calentar el sitio donde se encontraba su mujer enferma.

Este barrio ha sobrevivido durante más de cuatro siglos, y es bien sabido que cuando lo visitas, debes acudir al Museo José Guadalupe Posada y a los restaurantes yucatecos que están a un costado del jardín.

Barrio de la Estación

Como su nombre lo dice, nació con la construcción de la estación de trenes (inaugurada en 1911) en Aguascalientes, una de las principales ciudades ferroviarias por donde atraviesa la vía que va de México a Ciudad Juárez. 

El ferrocarril influyó de manera determinante en la vida de los aguascalentenses en los siglos XIX y XX. En el siglo XXI, la tradición ferrocarrilera fue rescatada con el grandioso museo de locomotoras y el Parque Tres Centurias. Aquí se ubican los antiguos talleres del ferrocarril y la Casa Redonda, donde se puede observar el espectáculo de las fuentes danzarinas. También, cuenta con modernas instalaciones para la realización de convenciones, eventos sociales y ferias internacionales de negocios. 

Cerca de este vecindario, se encuentra la Colonia Ferronales, donde se aprecian distintas casas de madera construidas específicamente para ingenieros estadounidenses que trabajaban en el ferrocarril. 

Fuentes 

Enríquez Aranda, R. (1994). “Los orígenes de la Ciudad de Aguascalientes”. Revista Investigación y Ciencia. (No. 12), pp. 13-22. 

Basáñez, A. (24 de febrero de 2017). “Los cuatro barrios de Aguascalientes”. Líder Empresarial. Recuperado de www.liderempresarial.com

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