Todo por servir se acaba.
La representación proporcional en las cámaras, las famosas y ahora polémicas plurinominales, se encuentran más en la mira después de estas elecciones, debido a las incongruencias y vicios que han arrastrado en los últimos años. Aunque sería injusto, con la historia de este país, no valorar lo que contribuyeron a la democratización del poder legislativo y al asentamiento de las bases del marco constitucional en el cual se dio el proceso electoral de este año.
Irónicamente, el partido que accedió a crearlas para dar un poco de espacio en el orden legislativo a su oposición ahora es el más golpeado y el que se está beneficiando de rescatar lugares legislativos como primera minoría.
Como muchos ciclos históricos que se están cerrando, el de las plurinominales debe llegar a su fin. La historia política se escribe con una tinta cada vez menos indeleble.