Esfuerzo y unión son cualidades esenciales para que un equipo de trabajo tenga éxito. Quizá por eso, Jívana Yoga ha crecido tanto en tan poco tiempo.
Apenas en 2015, inauguraron su segundo yoga studio, al norte de la ciudad, y la líder del proyecto Helen Ramírez ya considera establecer un tercero en la zona sur. En este lapso, la escuela de yoga casi ha triplicado el número de maestros, lanzado una llamativa campaña publicitaria y aprendido que aunque la intención sea difundir la práctica, no pueden dejar de lado el aspecto del negocio.
“Quizá nos esperemos otro año, pero sí está en el plan. Nos han pedido más al sur de la ciudad; no es tanto por lo que salga económicamente, es más porque los alumnos nos lo piden. Se está juntando mucha gente y ya hay más tráfico para llegar a algunos lugares, ¿por qué no? Pero es poco a poquito y primero debemos sacar adelante estos dos”, planea Helen.
El concepto de Jívana no fue pensado como un negocio; sin embargo, con las clases, la venta de productos relacionados con el yoga, talleres, clases magistrales y certificación de instructores lo han transformado en uno de un modelo diversificado. Y tanto Ramírez como sus socios, Ricardo Hernández y Diana McDoneld, han aprendido a verlo y cuidarlo como tal.
Helen reflexiona sobre sus aprendizajes: “me di cuenta de que debo estar en las dos sucursales. No puedo dejar una olvidada […] La publicidad ha sido muy importante; la campaña #YogaLaVida nos ha dado una imagen entre los estudios de yoga. Muchos nos van reconociendo por medio de la campaña, aunque nos hace falta un poquito más de difusión. Y la promoción de boca en boca, todo lo que los alumnos van conociendo y se sienten tan bien que lo comparten, ha sido lo que más nos ha ayudado aparte de las redes sociales, las cuales influyen muchísimo en nuestro número de alumnos”.
En su fanpage de Facebook, la escuela acaba de rebasar 3,000 likes y se ha convertido en una extensión de la marca Jívana Yoga. Además de promocionar sus eventos y horarios de clase, se ofrecen consejos sobre la práctica, se comparte la filosofía y se interactúa con la comunidad.