La panificadora más grande del mundo con sede en México tiene una gran experiencia en el desarrollo de motores eléctricos para unidades de transporte. Sí, motores.
Esta tecnología nació para satisfacer, de manera económica y ecológica, sus necesidades de distribución, una de las estrategias clave de la empresa en su modelo de negocio.
La inversión en este rubro le permitió crear un motor de tecnología nacional capaz de transportar eficientemente media tonelada y del cual ya tiene un centenar de unidades funcionando con una autonomía de carga de 70 kilómetros, excelente para cubrir una ruta de reparto de corto alcance como las diseñadas por Bimbo y otras compañías.
Si Bimbo ya invirtió, desarrolló y probó estos motores, ¿por qué no compartirlos?
El osito, además de bueno, es eco friendly.
Fuente: El Economista