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Un millón 469 mil habitantes en Aguascalientes para el cierre de 2022

El Censo de Población y Vivienda 2020 reconoció para Aguascalientes una población de un millón 425 mil 607 habitantes. Considerando las proyecciones de población del Consejo Nacional de Población (CONAPO), con un acierto estatal superior al 99% y tomando en cuenta la reducción o el crecimiento extra de algunos municipios durante los últimos dos años, tenemos que al 31 de diciembre del 2022 contaremos con un millón 469 mil habitantes.

Seguimos acumulando el 66.7% (2/3 partes) de la población total de la entidad en el municipio de la capital, 3.7% en Asientos, 4.3% en Calvillo y 1.2% en Cosío. Ascenderá al 9.4% en Jesús María y al 3.3% la de Pabellón de Arteaga, así como al 4% la de Rincón de Romos.

Los municipios con menor población representan el .7% en San José de Gracia, el 1.5% en Tepezalá y 1.4% en El Llano. San Francisco de los Romo tiene el mayor crecimiento relativo y representa el 4.6% del total de la población de Aguascalientes.

Fuente: Proyecciones de la Población de México y de las Entidades Federativas, CONAPO. (Herrera Nuño 2022)
Fuente: Proyecciones de la Población de México y de las Entidades Federativas, CONAPO. (Herrera Nuño 2022)

¿Cómo vendrá el 2023?

Cifras esperadas como el millón de habitantes en el municipio capital o el millón y medio en el estado se presentarán en el 2023. Recordemos que, apenas en 2002 (hace 20 años), el estado llegó al millón de habitantes. Por cierto, fue celebrado con diversos eventos y publicaciones el 11 de julio de ese año “Día Mundial de Población”.

Es muy importante considerar que nos encontramos dentro de una transición demográfica que reducirá la fecundidad e incrementará el envejecimiento. Las necesidades cada vez serán diferentes y todo se verá influido por estas nuevas circunstancias. 

Ética del cuidado ante el cambio demográfico

Particular relevancia deberá tomar la ética del cuidado que se basa en la comprensión del mundo como una red de relaciones en la que nos sentimos inmersos, y de donde surge un reconocimiento de la responsabilidad hacia los otros. Para ella, el compromiso hacia los demás se entiende como una acción en forma de ayuda.

La ética del cuidar consiste en cuidarnos, cuidar a los demás y, muy importante, también cuidar el entorno. Marie Françoise Collière dice que: «Cuidar es, por tanto, mantener la vida asegurando la satisfacción de un conjunto de necesidades indispensables para la vida, pero que son diversas en su manifestación».

La periodista Sandra Pujol comparte una hipótesis demográfica muy interesante: “Si observamos con cuidado podemos detectar la aparición de una franja social que antes no existía: la gente que hoy tiene entre setenta y ochenta años”.

Argumenta que este grupo pertenece a una generación que ha echado fuera del idioma la palabra «envejecer», porque sencillamente no tiene entre sus planes actuales la posibilidad de hacerlo.

Pujol agrega que se trata de una verdadera novedad demográfica parecida a la aparición, en su momento, de la «adolescencia». Esta también fue una franja social nueva que surgió a mediados del siglo XX para dar identidad a una masa de niños desbordados, en cuerpos crecidos, que no sabían hasta entonces dónde meterse, ni cómo vestirse.

Este nuevo grupo humano “ajeno al envejecimiento” dejó la adultez de la juventud en sus cincuenta para retomar ahora la juventud de la adultez en los sesenta. Los que ya se han jubilado disfrutan con plenitud de cada uno de sus días sin temores al ocio o a la soledad, crecen desde adentro.

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