La noche del martes se difundieron varios videos a través de redes sociales sobre el supuesto avistamiento de un “meteorito” que cruzó el cielo en algunos estados del país como Puebla, CDMX, Morelos, Querétaro, Jalisco, Michoacán e incluso Aguascalientes, para después destruirse en el aire.
Muchas teorías surgieron alrededor. Desde si se trataba de un Objeto Volador No Identificado (OVNI), un cohete o un meteorito mismo. Sin embargo, de acuerdo con Julien Potier, encargado de visualización científica en Museo Descubre y presidente de la Asociación Mexicana de Planetarios no se trató de un “meteorito” sino de un bólido. ¿Cuál es la diferencia?…
“Se le llama meteorito cuando el objeto alcanza la superficie terrestre y deja alguna piedra que se pueda recoger, las cuales son muy valiosas para científicos y coleccionistas; sin embargo es muy probable que el suceso se tratara de un bólido: objetos que no alcanzan la superficie, simplemente se desintegran o explotan en la atmósfera debido a las altas temperaturas que llegan a alcanzar”, explica Potier.
Aunque se trató de un suceso bastante llamativo y extraordinario, el astrónomo detalla que el fenómeno fue más común de lo que pensamos; sin embargo, pocas veces suceden en regiones pobladas del planeta:
“Recordemos que el océano pacífico ocupa casi la mitad de la superficie de nuestro planeta. Ahí no hay personas que reporten este tipo de sucesos aunque seguramente son relativamente comunes. Ayer tuvimos la suerte de que el objeto sobrevolara en regiones pobladas y además a una hora en que la gente estaba despierta y pudo observar el fenómeno”, apunta el astrónomo.
Fenómenos similares en la historia
Como dijo Julien, este tipo de avistamientos no es algo nuevo -aunque para México lo es de forma relativa-. Un caso muy sonado fue el evento meteórico en la la ciudad de Cheliábinsk en Rusia, que ocurrió la mañana del 15 de febrero de 2013, cuando el impacto de un bólido a 80 kilómetros de la localidad, creó una onda expansiva que causó daños a edificios, ventanas y vitrinas. Si bien no hubo víctimas mortales, sí causó daños materiales considerables.
Pese al impacto que generó en la infraestructura de la zona, el suceso no provocó pérdidas humanas; de hecho, según Potier, no se tiene registrado ninguna muerte por el impacto de algún objeto del espacio exterior, aunque sí de un animal. En 1972, en los campos de Trujillo Venezuela, un meteorito mató una vaca al impactarse contra ella:
“Lo curioso de esa historia es que el granjero venezolano al encontrar a su pobre vaca muerta, vió esa piedra extraña ahí cerca y la recogió. Durante décadas la tuvo deteniendo la puerta de su granja hasta que alguien la vio y se dio cuenta que era más densa y pesada que una roca usual, así que trajó a alguien para examinarla y hoy en día es uno de los meteoritos más valiosos de la historia, pues está valorado arriba de un millón de dólares.” comenta Potier.