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Un hidrocálido al mando de un centro fundamental para la relación de México con el mundo

Un valor distintivo que puede definir la trayectoria personal y profesional de Emilio Granados Franco es la preparación. Una preparación ininterrumpida y constante, edificada a lo largo de los años,lo ha llevado a ser la cabeza de la Dirección General de Cooperación y Relaciones Económicas Bilaterales de la Agencia Mexicana de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AMEXCID), una posición estratégica que marcará, junto con el trabajo de otras instituciones de gobierno, el rumbo del país para los próximos años y misma que se participa en los esfuerzos del reciente sismo en la Ciudad de México al recibir a los brigadistas internacionales.

Un hidrocálido, encabezando un centro neurálgico para la relación de México con el mundo

Emilio, un ferviente defensor de que «el trabajo habla por uno mismo», recibió la oportunidad de unirse a la AMEXCID tras desempeñarse cuatro años (2011 y 2014 a 2017) en la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SCHP), en los que su trabajo fue valorado por los dos subsecretarios para los que trabajó, Fernando Aportela y Vanessa Rubio, al igual que por lostitulares de la institución de la cual salía, Jose Antonio Meade, y de la cual se incorporó, Luis Videgaray: “La AMEXCID requería un economista con una formación sólida, pero aunada a una visión global y conocimientos en otras disciplinas, y es justo el papel que yo desempeño”.

En su nueva función, Emilio y la AMEXCID, buscarán cooperar y establecer conexiones con otros países, centrándose en la parte económica con el propósito de «diversificar el comercio mexicano y ubicarlo como líder global en varios rubros», reconociendo a nuestro país un gran potencial tanto en el ámbito de la exportación como en materia de cooperación científica, cultural, educativa y técnica.

Cuestionado sobre cómo podría impactar su trabajo en Aguascalientes, aclara que desde su competencia y encargo, podría, por poner un ejemplo, colaborar al establecimiento de convenios entre productores de guayaba de Calvillo y restaurantes de Japón; o en el ámbito cultural, promover a los artesanos hidrocálidos para que den a conocer su talento en exposiciones en Sudamérica, comenta. “Es un mundo globalizado y Aguascalientes puede hacer muy buenos convenios con países, estados y municipios en el resto del mundo. Es lo que me gustaría hacer”.

Cada decisión, unida a una cadena con un mismo fin

Alcanzar esta responsabilidad no surgió de la nada, naturalmente. Fue producto de un cúmulo de decisiones, algunas de ellas arriesgadas, que han marcado su camino hasta desenvolverse principalmente en el sector público, lugar donde reconoce -sin desmerecer al privado- puede tener mayor impacto y ayudar tanto a su país como a su estado natal.

Egresado de la preparatoria del ITESM campus Aguascalientes, su inclinación por la economía -”un gusto contagiado por las pláticas con su papá”, recuerda-, lo llevó a dejar Aguascalientes a los 18 años para irse a vivir a México a estudiar esta ciencia en el ITAM, lo cual marcó su vida desde dos ópticas: “Por un lado, dejas atrás la comodidad de tu casa y te haces cargo de todos los aspectos de tu vida. Esto es un proceso y una experiencia primordial, que le permite a uno madurar muchísimo. Y por otro lado, mudarme de ciudad me ayudó a adoptar una visión nacional y más global de los retos de México: me abrió el panorama”.

Tras titularse como Licenciado en Economía (2010), el siguiente paso lo dirigió a Harvard University Kennedy School of Government, donde entró a un diplomado enfocado en el estudio de problemas históricos y contemporáneos de México: “Fue sumamente enriquecedor.Representó un foro neutral e ideal para la discusión de ideas, lo cual es un proceso esencial para el aprendizaje”.

Tras un recorrido por el sector privado(incluso antes de titularse de la licenciatura con participación en el Consejo Coordinador Empresarial, en el Instituto Mexicano para la Competitividad y un año en la SHCP), el siguiente paso en su vida lo encaminó hacia la Maestría en Políticas Públicas en la Universidad de Chicago. Emilio razona su decisión: “Me percaté que los economistas a veces tenemos una visión muy teórica del mundo. Necesitaba abrirme, tener una perspectiva más pragmática del mundo, educarme en otras políticas como la educativa, de salud, o incluso en historia universal. Al mismo tiempo, quería adquirir herramientas reales de análisis e investigación para regresar más competitivo al mundo laboral”.

Granados Franco, consciente de las experiencias que trajo consigo la oportunidad de estudiar en el extranjero y desde su nueva función, se muestra deseoso de contribuir en un futuro a que estudiantes hidrocálidos puedan participar en intercambios académicos a las mejores universidades del mundo. «Imagínate un hidrocálido estudiando un año en Yale, en MIT, en Oxford. Creo que mi puesto es una gran oportunidad para lograr esos objetivos».

Recomendaciones para los jóvenes

Por último, y sin ningún ánimo de aleccionar, Emilio se permite brindar dos recomendaciones a los jóvenes: «la competencia laboral actual demanda especializarse. La idea del «todólogo» ya quedó atrás y el mercado laboral exige habilidades muy específicas. El reto es aplicar esos conocimientos especializados pensando en el bien común”, expresa.

Considera vital un equilibrio entre la vida profesional y la vida personal, no siendo partidario de la idea de los “workaholics”: «El mundo no es de extremos, hay que encontrar el punto medio: estudiar la mejor carrera, que no necesariamente es la más fácil; perseguir el mejor trabajo, que no siempre es el que más paga; y buscar una carrera en lo que más nos apasiona, no en lo que les guste a los demás”, concluye.

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