La visión no es solamente percibir con los ojos, sino que es una cualidad que distingue a aquellos líderes que tienen la capacidad de ver más allá del horizonte, incluso cuando éste presente nubarrones. Por tanto, son visionarios quienes tienen la particular habilidad de adelantarse a su tiempo, asumiendo el reto que conlleva y siendo reconocidos por las aportaciones que realizan para mejorar su entorno y el de los demás.
Robin S. Sharman, un reconocido escritor y empresario que luego de haber ejercido como abogado ha sido catalogado como uno de los más importantes coach de liderazgo, destaca la importancia de ver la vida de esa manera: “Sé visionario. Mira hacia el futuro desde donde la mayoría de la gente se queda anclada al pasado. Y no tengas miedo de romper tus rutinas. Replantéate constantemente tus métodos de trabajo. Pregúntate siempre: ¿Cómo podría mejorar mi productividad?”, dice en una de sus máximas.
Si hay alguien con una visión clara de lo que quiere fincar para su futuro es Saúl Favela Narváez, un licenciado en Derecho que durante más de dos décadas se ha abocado a velar por empresas locales, nacionales e internacionales; y que se ha especializado en la conformación de sociedades mercantiles a partir de su habilitación como Corredor Público por la Secretaría de Economía (SE) del Gobierno Federal hace 10 años.
Un abogado “rebelde”
Cuando reflexiona acerca de las razones que lo llevaron a convertirse en abogado, Saúl considera que una de ellas es que siempre ha sido muy rebelde, aunque con causa, porque esta característica lo ha conducido dentro de los límites permitidos. Prueba de su “insurrección” es quizá el hecho de que se atrevió a interrumpir los estudios que ya realizaba en la Universidad de las Américas, en la Ciudad de México, para irse a Estados Unidos -hacia 1995- a probar suerte con su grupo musical.
“Se podría pensar que la música y la abogacía no se llevan, pero mi forma de ser y mi personalidad no son típicas de abogado; lo raro no es que sea artista o DJ, sino abogado, porque yo crecí en un ambiente de música, audio, eventos musicales”, señala mientras evoca aquella entrañable época de su vida.
Al cabo de un par de años decidió regresar a la capital del país y retomar sus estudios, aunque en una institución distinta: la Universidad Tecnológica de México. Así, el ejercicio de su profesión inició en 1998, trabajando en diversos despachos y empresas. En 2003, tomó la determinación de continuar preparándose, por lo que viajó a Madrid, España, para cursar una maestría en Abogacía Internacional por la Universidad San Pablo CEU.
A su retorno, laboró en diversas desarrolladoras inmobiliarias y constructoras internacionales, donde se desempeñó como gerente y director jurídico.
La visita que definió su mudanza
Pese a que es originario de la Ciudad de México, Favela Narváez reconoce que en 2005 tenía muy clara su intención de dejar de vivir en la megalópolis, por lo que comenzó a buscar la ciudad y el estado idóneo para mudarse.
En marzo de ese año recibió una invitación para acudir a una boda en la capital de Aguascalientes, lugar que visitó sin saber que en 2010 se convertiría en su hogar tras no sólo quedar impresionado con lo que vio durante su estancia, sino también por las estadísticas que respaldaban su desarrollo:
“En esa época (Aguascalientes) era el segundo lugar en competitividad, mejor lugar para desarrollo de negocios, segundo lugar nacional en calidad de vida, y el estado con la gente más amigable”, refiere sobre su decisión de dejar la gran urbe por la tierra acalitana.
De esta forma comenzó a efectuar todo lo necesario para trasladarse a este estado en el plazo proyectado de cinco años, lo que paralelamente marcó el inicio de la prestación de sus servicios de manera independiente como asesor jurídico, aunado a que inició su preparación para presentar en 2008 el primero de los exámenes para convertirse en Corredor Público, de modo que realizó cursos y diplomados en temas como Valuación, Derecho Corporativo, entre otros.
Conforme a lo proyectado, Saúl arribó a la entidad del cielo claro en el plazo que él mismo se estableció; de hecho, fue aquí donde presentó, el 28 de septiembre de 2010, la prueba definitiva que aplica la SE a quienes desean fungir como Corredores Públicos, obteniendo un resultado favorable.
También en Aguascalientes cursó una segunda maestría, pero ahora en la Universidad Panamericana, en el área de Ciencias Jurídicas, mientras que en la Universidad de Durango hizo un doctorado en Materia Fiscal.
Adicionalmente, se ha desempeñado como profesor de Derecho Mercantil y Societario a nivel licenciatura y maestría, en las universidades Panamericana (Campus Guadalajara y Aguascalientes), Cuauhtémoc, en la Escuela Bancaria Comercial, y en la Escuela Libre de Negocios en Querétaro.
Un oficio que reconoce la honorabilidad
Con la acreditación de la evaluación correspondiente, Saúl Favela Narváez comenzó a ejercer como Corredor Público Número 12 de la Plaza Aguascalientes a partir del 7 de enero de 2011, cuando se publicó su nombramiento en el Diario Oficial de la Federación.
A diez años del acontecimiento, rememora que fue uno de sus maestros de Derecho Mercantil en la Universidad de las Américas, Javier Álamo, el primero que le habló acerca de la importancia de esta profesión y su papel fundamental para, por ejemplo, constituir una empresa y realizar una diversidad de trámites relacionados con la materia, puesto que es su especialidad.
Él mismo constató las bondades que ofrecían los Corredores Públicos respecto de los notarios cuando tuvo la necesidad de realizar un procedimiento mientras laboraba como asesor jurídico: “En el ejercicio profesional, en alguna ocasión cuando estaba trabajando, necesité un trámite ante un Corredor Público y me sorprendió la rapidez con la que lo hicieron (…) en lo que me trasladé ya estaban esperándome con el documento listo”, señala.
Juan Martín Álvarez, Corredor Público 46 de la Ciudad de México, fue quien estuvo a cargo de la citada diligencia y que a la postre sería la inspiración de Saúl para dedicarse a este honorable oficio. Tanto que fue en las oficinas de su mentor donde realizó sus prácticas profesionales, las cuales también son indispensables para obtener la distinción de la SE.
Y es que un Corredor Público requiere de una preparación diferente a la de un notario, siendo la principal distinción que los primeros tienen que someterse a varios exámenes que aplica la autoridad, en este caso la SE; mientras que los segundos obtienen el fíat (consentimiento o mandato) sin la necesidad de ser evaluados, debido a que es el gobernador quien lo otorga de manera directa sin necesidad de evaluaciones, siendo una de las facultades que le otorga la ley.
Los orígenes de la Correduría Pública se remontan a las antiguas civilizaciones: en la egipcia, fenicia, griega o romana ya satisfacían una necesidad económica y social, cumpliendo con funciones que todavía conservan en nuestros días, tales como mediador, fedatario público, y perito legal o valuador; desde entonces velaban porque hubiera una buena conducción en las operaciones mercantiles.
En la Nueva España el oficio quedó establecido en 1527 (en tiempos del emperador Carlos V) y hacia 1764 se dictó un Reglamento de Corredores. En nuestro país, esta figura quedó enmarcada en el primer Código Mercantil de 1854 y se le concedieron al entonces Ministerio de Fomento las facultades de su regulación; siendo en 1889 cuando se expidió el Código de Comercio que fue la base para la promulgación, en diciembre de 1992, de la Ley Federal de Correduría Pública (vigente desde 1993), surgiendo lo que hoy se denomina como Nueva Correduría Pública Mexicana.
De acuerdo a la SE, la función básica del Corredor Público es garantizar la seguridad y certeza jurídica, ejerciendo un control de legalidad en las transacciones comerciales, brindando un asesoramiento profesional e imparcial con la obligación de guardar el secreto profesional que le impone la ley, lo que también representa un elemento de confianza para quienes utilizan sus servicios.
Estos profesionales del derecho pueden fungir como:
- Agentes mediadores (asesora en la celebración o ajuste de cualquier contrato o convenio de naturaleza mercantil).
- Peritos valuadores (estima, cuantifica y valora los bienes, servicios, derechos y obligaciones que se sometan a su consideración).
- Asesor jurídico.
- Árbitro (actúa a solicitud de las partes, en la solución de controversias derivadas de actos, contratos o convenios de naturaleza mercantil, así también las que resulten entre proveedores y consumidores, brindando solución a los conflictos comerciales).
- Fedatario público (hace constar los contratos, convenios y actos jurídicos de naturaleza mercantil, excepto inmuebles, así como en la emisión de obligaciones y otros títulos valor, y para hacer constar los hechos de naturaleza mercantil).
Uno de los principales beneficios que implica acudir con ellos es que se pueden agilizar las transacciones comerciales por sus amplios conocimientos y experiencia en materia mercantil, aunado a que protegen los intereses de sus clientes porque responden al debido ejercicio de sus funciones.
Cabe señalar que su ámbito de competencia como agentes mediadores, peritos valuadores, asesores jurídicos y árbitros es en todo el país, mientras que como fedatarios públicos lo pueden hacer dentro de la plaza para la que fueron habilitados, aunque los actos pueden referirse a otros estados.
A nivel nacional ejercen 430 Corredores Públicos, ubicados 14 de estos en Aguascalientes. La trayectoria de Saúl Favela lo ha posicionado como uno de los más distinguidos no sólo del estado, sino también de la región: fue presidente del Colegio de Corredores Públicos de Aguascalientes (actualmente preside el Comité de Academia y Relaciones Públicas), coordinador regional de la Zona Bajío del Colegio Nacional de Correduría Pública y mentor de diversas escaladoras de empresas a nivel nacional.
Ha sido integrante de la Asociación Nacional de Abogados de Empresa (ANADE) y coordinador del Comité de Derecho Privado del Capítulo Aguascalientes de la Barra Mexicana, Colegio de Abogados; así como fundador del despacho FAVELA Abogados de Empresa.
La importancia de innovar
Como su historia lo muestra, ser Corredor Público puede percibirse como una profesión tradicional rodeada de filas de documentos, papelería y otros elementos que adornan una clásica oficina. Sin embargo, Saúl Favela ha optado por transformar su ejercicio a uno mucho más innovador a través del uso de herramientas digitales logrando la contratación a distancia dotada de fe pública en su despacho.
Esta especialización le ha permitido a él y a su grupo de colaboradores contar con la capacidad de atender a clientes nacionales e internacionales en diversos sectores, además de poder entablar negociaciones en el idioma inglés, ofreciendo calidad, eficiencia y rapidez. Dicha habilidad de adaptación lo ha llevado a implementar soluciones virtuales, alineándose a los retos que demanda la emergencia sanitaria actual:
“Esto es lo que hacemos todos los días, es nuestro “core business”; tenemos ya de manera sistematizada el proceso para que pueda ser más rápido. Estamos acostumbrados a que el ritmo de los negocios tiene que ser muy ágil, entonces nosotros nos adaptamos a los tiempos de los clientes y no los clientes a los de nosotros”, recalca.
En este tenor, destaca la preparación que han obtenido para ofrecer servicios innovadores que se han incentivado durante la pandemia como la celebración de contratos a distancia por medios electrónicos con fe pública, para otorgar una seguridad y certeza jurídica a las partes involucradas, haciendo énfasis en que la realización de estas operaciones es posible a partir de la Firma Electrónica Avanzada misma que es tan válida y segura como la autógrafa.
De igual modo sobresale el Escrow Account (pago intermediado) en el que fungen como depositarios de buena fe, en aras de garantizar el cumplimiento de obligaciones: “El comprador en lugar de depositarle al vendedor nos deposita a nosotros en una cuenta especializada y una vez que el vendedor da cumplimiento al contrato nosotros liberamos los recursos; eso nos ayuda a garantizar la operación”, explica el abogado, enfatizando que este tipo de servicio no lo proporciona nadie más en la entidad.
Asimismo, el hecho de haber sido un abogado de empresas le brinda la posibilidad de conocer de primera mano las necesidades de los consorcios, por lo que su despacho está preparado para ofrecer soluciones con una perspectiva local o global, según sea el caso. La experiencia de su firma comprende áreas como:
- Derecho Societario (asesoría integral a empresas desde el comienzo de su vida).
- Fusiones y Adquisiciones.
- Gobierno Corporativo y Protocolo Familiar.
- Contratación Mercantil.
- Valuación.
- Fideicomiso.
- Derecho Inmobiliario.
- Derecho Digital (privacidad de datos y comercio electrónico).
- Departamento Jurídico Externo.
- Fe de Hechos en Comercio Exterior.
Así, con la mira puesta en un futuro promisorio y luego de haberse cambiado a instalaciones más funcionales, Saúl Favela confía en que continuarán contribuyendo a la recuperación económica del estado y el país, atestiguando la fusión de grandes corporativos y llevando la batuta en la realización de operaciones de alcance internacional; lo que pone de manifiesto el prestigio alcanzado con base en el esfuerzo realizado en más de 20 años. “Siempre estamos tratando de innovar y prestar servicios que le favorezcan al empresariado del estado y que puedan ir acordes al ritmo de los negocios del día de hoy, porque todo es muy rápido y por eso nuestro equipo de trabajo se está actualizando todo el tiempo”, finaliza Favela.
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