Uber dio a conocer al público su siguiente apuesta en el servicio de transporte privado y que tiene estimado comercializar la próxima década (2028), tras las pruebas que validen el proyecto: un taxi aéreo eléctrico. La tecnológica tiene previsto iniciar las pruebas con el prototipo en 2020 en los Estados Unidos y en Dubai.
Su prototipo estará basado en los aparatos de despegue y aterrizaje vertical (similar al de los helicópteros), lo cual favorecerá a las ciudades y vidas de las personas al tratarse de viajes diarios más rápidos, una menor congestión del tráfico y un aire más limpio y menos tóxico en todo el mundo.
Uber anunció que las aeronaves serán totalmente eléctricas y podrán volar de 240 a 320 km/h con una autonomía de 96 kilómetros. En un principio, los vehículos serían manejados por un piloto pero Uber no descarta que en un futuro pueda desarrollar máquinas autónomas.
De acuerdo con la compañía, la construcción de una unidad de demostración oscilará entre 10 y 20 millones de dólares, mientras que los costes de certificación y compra de equipos para la producción inicial estarían entre los 150 y 300 millones de dólares.
“La aviación a demanda tiene el potencial de mejorar radicalmente la movilidad urbana, devolviendo a las personas el tiempo perdido en sus viajes diarios», manifestó Uber.
Según estimaciones de la compañía de transporte, esta nueva modalidad de viaje reducirá considerablemente los tiempos de movilidad de un lugar a otro. Por ejemplo, un viaje del distrito Marina de San Francisco y el centro de San José, en el que actualmente le supone al usuario un trayecto de más de 2 horas, se acortaría a 15 minutos. En un principio, el viaje sería de 100 euros (cifra ligeramente superior a UberX que cuesta 93 euros y con UberPool, 70 euros), pero se espera que a largo plazo el trayecto cueste unos 17 euros.