Con el análisis de Rubén Luengas, socio de Asesoría en Valuación de Activos de KPMG en México
No es desconocido que el sector turístico mexicano ha sido uno de los más golpeados por la pandemia y en 2020 podría tener su peor año, originado por una caída histórica de visitantes extranjeros. En el escenario más positivo, la Secretaría de Turismo federal estima que el ingreso de divisas por este segmento sería de 8 mil 172 millones de dólares, lo que equivale a un descenso de 66.7% respecto al año anterior.
En ese sentido, Rubén Luengas, socio de Asesoría en Valuación de Activos de KPMG en México, considera que el segmento de negocios es uno de los que mayor posibilidades tiene para sustentar esa recuperación.
El experto precisa que, de la mano con las grandes cadenas hoteleras, este nicho ha sido el primero en mostrar una reapertura hacia las actividades turísticas, principalmente en consumidores de entre 25 y 40 años con un nivel socioeconómico medio alto:
“Estas grandes cadenas tienen la ventaja de marca y reputación como piezas clave en su ocupación. Esto es un punto importante a la hora de que el usuario elija el lugar donde se hospedará”, añade.
Rubén señala que el Bajío puede ser una de las zonas con mayores oportunidades para recuperar su turismo mediante el ecosistema de negocios, por lo que considera que la región debe apostar por estrategias que capten la atención de visitantes que ocupen puestos gerenciales o mandos medios:
“El turismo regional es la mejor alternativa que hoy se tiene para realizar un viaje sin posibles preocupaciones de estar en una estancia larga. Considero que hay varias cosas por hacer, una claramente es mostrar que estos destinos son seguros y atractivos; con amenidades, servicios y eventos para el sector. Utilizar la cercanía es una gran alternativa”, refiere.
Rubén subraya que las estrategias de digitalización (como el uso de códigos QR y desarrollo de apps), así como de marketing digital serán fundamentales para que las empresas dependientes del ramo sobrevivan en esta reactivación turística. No obstante, puntualiza en que ninguna de estas medidas sustituye el trato personalizado, por lo que será clave lograr un equilibrio entre la implementación de tecnología y un servicio de calidad:
“Nada puede sustituir al trato personalizado. Es importante combinar la parte de la calidez humana con los elementos digitales pero ninguna sustituye a la otra. Es indispensable inyectar marketing digital dirigido a un grupo focalizado de la población y acompañarlo de un servicio cálido”, enfatiza.