El mundo entra a la segunda década del siglo XXI inmerso en un entorno complejo en diversos ámbitos: la pandemia por COVID-19 ha transformado radicalmente nuestras vidas, el avance tecnológico domina nuestra cotidianidad, en tanto, en el entorno político mundial, la tendencia es la aparición de figuras polarizantes.
En este contexto, ¿cuál es el estado actual de la comunicación corporativa, publicitaria y política? Líder Empresarial conversa con tres especialistas en estos campos para conocer sus perspectivas sobre sus profesiones.
Xavier Domínguez: “Hoy no hay una comunicación política, hay una estrategia de supervivencia”
CEO de Wish&Win
Nacido en Cataluña, España, Xavier Domínguez es uno de los estrategas en comunicación política más reconocidos del mundo. Su experiencia profesional incluye colaboraciones con presidentes, gobernadores, alcaldes, diputados y senadores de más de una decena de países.
Fundador y CEO de Wish&Win, consultora especializada en comunicación estratégica, política y electoral, Domínguez sostiene que, actualmente, la comunicación política está siendo dirigida a generar división más que a la conciliación (al elevar los grados de agresividad en los mensajes).
“Yo creo que va más a la definición de adversarios que de aliados, va más al enfrentamiento que la solución. Antes las campañas eran agresivas, ahora ya son hostiles”, menciona el experto.
El especialista es contundente al dejar en claro que “la comunicación política no es la que habla de política, sino la que habla del asunto público, pero es algo que cuesta mucho entender”.
En este sentido, señala que actualmente la clase política se caracteriza por generar encono, en lugar de solucionar los problemas: “Si antes de la pandemia la clase política ya era gris, ahora roza el negro. No tienen una comunicación política, tienen una estrategia de supervivencia para perpetuarse ahí, nada más«.
Xavier Domínguez también aboga por desterrar esa creencia generalizada de que la comunicación política es patrimonio exclusivo de los partidos y sus figuras, pues existen responsabilidad y obligación desde todos los ámbitos.
“La iniciativa privada, la universidad y la ciudadanía tienen una gran responsabilidad en no dejar la comunicación política únicamente a los políticos. La gente tiene que expresar sus cosas, con o sin su permiso, pero siempre dentro de la ley”, puntualiza.
De igual manera, Xavier Domínguez esgrime que hoy esta comunicación está regida por un consumo acelerado de información brutal —en el que las noticias caducan en cuestión de minutos—.
También indica que nos dirigimos hacia una comunicación sin control de la veracidad ni calidad: “Esto es muy peligroso y la principal causa es la falta de profesionales de la comunicación y de profesionales de la política”. A su vez, echa en falta algún personaje en el presente como François Mitterrand, Margaret Thatcher, Felipe González Márquez o Ronald Reagan.
Por eso, señala como imperante hacer una comunicación diferente basada en la verdad y que dé certidumbre, pues ahora la comunicación política juega con los miedos y las inseguridades de la ciudadanía.
“Se llevará el gato al agua quien dé certeza, el que hable de las cosas como son, sin tabúes ni miedos, a utilizar las palabras que son necesarias. Hay que perder el miedo a decir la verdad, porque ellos [clase política] no tienen miedo de mentir a diario”, sentencia.