Tras el accidente suscitado el pasado viernes, donde una revolvedora de concreto perdió el control al descender por la pendiente de avenida Chapultepec con cruce con el boulevard Antonio Rocha Cordero —y que dejaría hasta el momento el saldo de una persona fallecida y cinco personas más heridas— el gobierno capitalino ha decidido tomar medidas precautorias para que este incidente no vuelva a ocurrir.
En ese sentido, en una revisión minuciosa de la zona, autoridades concluyeron que uno de los principales factores de riesgo es que la superficie de rodamiento elaborada con concreto hidráulico, tiene muy poca adherencia, sobre todo cuando se encuentra mojada o tiene residuos de aceite.
Es por ello que, desde este fin de semana, Enrique Galindo Ceballos, presidente municipal de la capital, giró instrucciones para la colocación de una nueva carpeta asfáltica, con mayor adherencia, ya que la pronunciada pendiente representa un riesgo en ese tramo de la citada vía.
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Asimismo, en coordinación con con el director de Seguridad Pública y el de la Policía Vial, se acordó restringir el tránsito de vehículos de carga en los horarios de mayor afluencia vehicular, además de incrementar la vigilancia para que se respeten las señales preventivas, una iniciativa en donde también se tomarán en cuenta a los negocios y propietarios de construcciones de aquella zona.
“Se convocará a los propietarios y encargados de los comercios ubicados en la zona, para que de manera conjunta se definan los horarios más convenientes para las maniobras de carga y descarga de mercancías”, añadió el director de Seguridad Pública.
En tanto, el alcalde señaló que los peritos en vialidad determinarán si es necesaria la colocación, además, de reductores de velocidad u otro tipo de medidas adicionales, ya que el propósito fundamental es evitar que sigan ocurriendo este tipo de accidentes.
¿La vialidad es el problema?
El pasado mes de julio de 2018, un accidente similar ocurrió en esta misma zona, donde lamentablemente también hubo pérdidas humanas que lamentar, pero, ¿qué hace tan peligrosa a esta vialidad?
Sobre este tema, Ricardo de León Zavala, catedrático de la Facultad de Ingeniería de la UASLP, enunció una serie de anomalías en la construcción de esta avenida, entre las que destacan la inclinada pendiente sobre la que fue construida, donde algunos tramos presentan hasta 16 grados de inclinación, cuando lo permitido por ser una vía de circulación primaria es de 8 grados como máximo.
Cabe destacar, actualmente se encuentran en construcción distintas obras en la parte superior de aquella zona, por lo cual la afluencia de unidades pesadas con cargamento que suben y descienden por la vía es constante, además de que son alrededor de tres rutas de transporte público las que también circulan por esta y otras avenidas similares.
La solución, explican los expertos, es hacer modificaciones para que sea menos peligrosa, como darle rugosidad al concreto para que haya fricción entre el pavimento y las llantas de los vehiculos y construir una rampa de frenado para evitar que los automovilistas bajen a altas velocidades.