Tras la pandemia, el Home Office se volvió una práctica común en algunas áreas laborales, y ante la necesidad de regular esta práctica, entró en vigor la reforma del teletrabajo el pasado 11 de enero, en la cual se especifican ciertas medidas a tomar en consideración.
Dentro de la reforma, el artículo 31 indica que, el jefe o jefa, debe brindar el equipo necesario a sus trabajadores para que puedan trabajar desde su espacio; entre lo que se tiene contemplado está: computadoras (junto con su mantenimiento), sillas ergonómicas, impresoras, entre otras.
Asimismo, en la reforma del Home Office, existe la Norma Oficial Mexicana No.35 en la que se especifica que se tienen que establecer los elementos para identificar, analizar y prevenir los factores de riesgo psicosocial y promover un entorno organizacional favorable en los centros de trabajo; por lo que el factor ergonómico es fundamental y esencial.
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El Director Regional de Ventas para Herman Miller México, Arturo Mota, indica que los trabajadores permanecen alrededor de 40 horas sentados a la semana, por lo que garantizar una buena postura es garantizar un incremento en la productividad.
Con las sillas ergonómicas se cumple este doble propósito, si se toma en cuenta como una herramienta de trabajo, brindará una mejora en la productividad entre un 15% y un 20%, disminuyendo las distracciones y proporcionando bienestar físico y mental.
Cada empresa deberá determinar los beneficios para sus empleados a partir del factor ergonómico. Sin duda esto también representa una inversión, para ello, Herman Miller, cuenta con socios comerciales para generar un plan de leasing de mobiliario y así evitar la descapitalización de las empresas.
Aunque en un principio, las empresas podrían gastar alrededor de 20 mil y 30 mil pesos por empleado, esto genera un beneficio de ahorro a mediano y largo plazo, ya que brindarles las herramientas necesarias para preservar su salud e integridad disminuye los costos de seguros médicos e incapacidades, además de mejorar el desempeño.