La metodología TPM (Mantenimiento Productivo Total) ha transformado las operaciones industriales a nivel global, al enfocarse en la mejora continua de los procesos productivos y administrativos. En este sentido, Silbec Technologies ha adoptado esta filosofía con resultados tangibles en la eficiencia, reducción de costos y mejora de la calidad en sus líneas de producción. Por lo anterior, la empresa ha sidocertificada por la Asociación de Ingenieros Mecánicos de América (ASME) al respecto.
¿Qué es TPM y por qué es esencial?
TPM, por sus siglas en inglés, es una metodología que tiene como objetivo mejorar la productividad de las plantas industriales a través de la estandarización y optimización de procesos. Esta filosofía, originada en Japón, busca involucrar a todos los niveles de la organización, desde la alta dirección hasta el personal operativo.
“TPM abarca la operación de las plantas desde un enfoque holístico. No solo estandariza procesos, sino que también mejora la cultura organizacional. Muchas veces las empresas, especialmente en Latinoamérica, carecen de estándares, y TPM ayuda a establecerlos, mejorando significativamente los resultados”, explica para Líder Empresarial Héctor Alvarado, responsable del departamento de servicios y ventas en Silbec Technologies
Impacto de TPM en la industria alimentaria
En el sector de productos perecederos, donde Silbec Technologies opera, la implementación de TPM ha sido crucial para optimizar los tiempos de producción y reducir mermas. Uno de los principales desafíos en este sector es evitar cuellos de botella que generan paros en la producción y, por ende, desperdicio de productos.
Alvarado detalla: “Procesar productos como la leche es un reto, ya que su vida útil es muy corta. Los cuellos de botella pueden provocar horas de paro en la planta, lo que resulta en pérdidas. TPM nos permite minimizar esos tiempos y garantizar que la producción sea lo más eficiente posible”.
Mejoras tangibles en productividad, costos y calidad
La implementación de TPM ha permitido a Silbec Technologies lograr mejoras significativas en sus indicadores clave. Uno de los indicadores más relevantes es el OEE (efectividad general de los equipos), que mide no solo cuánto se produce, sino qué tan bien se utiliza la línea de producción.
“En términos de productividad, hay muchas maneras de medir. Uno de los principales indicadores de gestión es el OEE, que significa efectividad general de los equipos. No solo mide cuánto produces, sino qué tan eficiente es tu línea. Por ejemplo, puedes decir que hiciste 100 mil litros, pero sin un comparativo no sabes si es el tope de la línea o si hay espacio para mejorar. Un OEE de clase mundial es del 85%, pero muchas líneas operan entre el 40% y 60%, lo que indica que todavía hay margen de mejora”, nos cuenta Alvarado.
Otro aspecto fundamental es la reducción de costos, directamente relacionada con la disminución de averías y mermas.
“A través de los pilares de mantenimiento autónomo y mantenimiento planeado, hemos logrado reducir defectos en los equipos, lo que se traduce en menos paros y menos desperdicio de materiales. Al final, esto tiene un impacto positivo en los costos”, comenta Héctor.
Mantenimiento preventivo vs correctivo
Héctor Alvarado asegura que una de las diferencias clave entre TPM y otros enfoques tradicionales es su enfoque preventivo. A menudo, en la industria se trabaja con el mantenimiento correctivo, es decir, se espera a que los equipos fallen para realizar reparaciones. TPM busca que Silbec Technoologies se anticipe a estos problemas mediante la inspección regular y el mantenimiento autónomo.
“El mantenimiento correctivo se refiere a cuando los equipos ya han fallado, lo que puede resultar en costos más altos y paros más prolongados. Por el contrario, el mantenimiento preventivo y autónomo permite identificar posibles fallas antes de que ocurran, lo que prolonga la vida útil de los equipos y reduce costos operativos”, detalla.
Te puede interesar leer:
Silbec Technology Group: innovación en automatización y soporte técnico
Un enfoque integral para la mejora continua
La fortaleza de TPM radica en su enfoque integral, que abarca todas las áreas de la organización. No se trata solo de mejorar la eficiencia de los equipos, sino también de optimizar los procesos administrativos, la calidad y la seguridad en el lugar de trabajo. Además, TPM incluye herramientas como 5S, que se centra en el orden, limpieza y estandarización de las áreas de trabajo, a través de cinco principios: Seiri (clasificación), Seiton (organización), Seiso (limpieza), Seiketsu (estandarización) y Shitsuke (disciplina). Esto facilita la detección temprana de problemas y la mejora de la seguridad.
“TPM no solo es aplicable a las plantas industriales, también puede implementarse en procesos administrativos. Esto nos ha permitido mejorar la comunicación interna y agilizar la toma de decisiones, lo que a su vez reduce los tiempos de respuesta y aumenta la eficiencia”, concluye Alvarado.
Silbec Technologies ha transformado su operación mediante la implementación de TPM, certificándose como especialistas por la ASME. La clave de su éxito radica en la adopción de esta filosofía por parte de toda la organización, lo que les ha permitido mejorar su productividad, reducir costos y aumentar la calidad de sus productos. La empresa continúa enfocándose en la mejora continua, asegurando que su operación sea cada vez más eficiente y competitiva.