Mantenerse hidratado es esencial durante cualquier rutina de ejercicio, ya que el agua juega un papel fundamental en el rendimiento y la recuperación. Sin embargo, no basta con solo beber agua; la calidad y cantidad son clave para obtener los mejores beneficios. Aquí te compartimos los 5 mejores tips para hidratarte adecuadamente mientras haces ejercicio.
1. Bebe agua de calidad: purificador o filtro de agua
El agua que consumes durante el ejercicio debe ser de la mejor calidad para asegurar que tu cuerpo esté recibiendo lo que necesita sin contaminantes.
Un purificador o filtro de agua, como el de ósmosis inversa, es ideal para obtener agua limpia y segura para beber. Este tipo de sistema elimina impurezas, bacterias y otros contaminantes que podrían afectar tu salud y tu rendimiento. Incluir agua purificada en tu plan de hidratación asegura que lo que estás consumiendo es lo mejor para tu cuerpo.
2. Comienza hidratándote antes del ejercicio
La deshidratación no comienza cuando empiezas a sudar, sino mucho antes. Es importante beber suficiente agua durante el día, especialmente en las horas previas a tu entrenamiento.
Intenta consumir entre 400 y 600 ml de agua de una a dos horas antes de tu rutina. Esto no solo te ayudará a mantener los niveles de hidratación, sino que también mejorará tu rendimiento y reducirá la fatiga.
3. Sigue un plan de hidratación durante el ejercicio
Cada cuerpo es diferente y requiere una cantidad distinta de agua según el tipo de actividad física, la intensidad y la duración.
Para una hidratación óptima, desarrolla un plan personalizado. Generalmente, se recomienda consumir 200 ml de agua cada 15 a 20 minutos durante el ejercicio, pero esta cantidad puede variar. Escucha a tu cuerpo y ajusta tu consumo según tus necesidades y las condiciones climáticas, especialmente en ambientes calurosos o húmedos.
4. Rehidrátate adecuadamente después del ejercicio
La rehidratación post-ejercicio es crucial para reponer los líquidos perdidos y ayudar en la recuperación muscular.
Bebe agua inmediatamente después de entrenar y continúa hidratándote en las siguientes horas. Considera también incluir bebidas que contengan electrolitos si tu entrenamiento ha sido especialmente intenso o prolongado. Sin embargo, evita las bebidas azucaradas y opta por agua de calidad obtenida de un purificador para mantener un equilibrio saludable.
5. Incorpora alimentos hidratantes a tu dieta
No solo el agua cuenta; los alimentos también son una fuente importante de hidratación. Frutas y verduras como sandía, pepino, y naranjas tienen un alto contenido de agua y electrolitos que complementan tus planes de hidratación. Inclúyelos en tu dieta diaria, especialmente alrededor de tus horarios de ejercicio, para maximizar la absorción de líquidos y nutrientes. Acompañar estos alimentos con agua purificada o filtrada potencia aún más sus beneficios.
La hidratación es mucho más que solo beber agua; se trata de consumirla en las cantidades correctas y, sobre todo, asegurarte de que sea agua de calidad. Un purificador o filtro de agua es la mejor opción para garantizar que estás consumiendo agua libre de impurezas, lo cual es esencial para mantener un buen rendimiento durante el ejercicio y una salud óptima en general.
Sigue estos tips y mejora tu rutina de hidratación para que cada entrenamiento te acerque a tus objetivos de manera más efectiva y segura.
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