Nos hemos enterado por la prensa y las redes sociales de los actos criminales que terroristas cometieron en París, algo verdaderamente indignante e irrespetuoso, pues las víctimas de estos atentados fueron civiles inermes.
Sin embargo, debemos recordar que hechos como el de la capital francesa ya han sucedido en otras partes del mundo (África, Rusia y Medio Oriente) y no se había visto un movimiento de solidaridad tan extenso como el presentado hacia Francia ni tampoco se habían tomado acciones como las que varios países han decidido poner en marcha.
Esto nos dice que quienes provocaron la caída de dictadores o líderes no gratos a los gobiernos occidentales, ahora se ven amenazados por aquellos a los que armaron para ejecutar esa tarea: grupos radicales que publicitan sus atrocidades para infundir miedo y muestran un desprecio absoluto por los derechos humanos de sus víctimas y de los habitantes de las regiones que dominan.
Pero, el riesgo que representan estas agrupaciones ya está alcanzando a los países que no intervienen en la guerra para combatirlos, pues los gobiernos europeos están tomando medidas a raíz de los ataques como cerrar sus fronteras, las cuales hace poco ya no existían en virtud de que forman parte de una región de libre tránsito y comercio. Esta situación no parece ser temporal, pues en nombre de la seguridad nacional algunas naciones se han declarado en alerta y otras, en estado de emergencia… seguramente lo que seguirá será la suspensión de algunas garantías.
Es probable que esto tiente a muchos a tener un control sobre la sociedad, la cual no tendrá ningún problema con el establecimiento de regímenes semitotalitarios en aras de la seguridad nacional, situación que terminará por afectar a los países sin problemas terroristas.
En manos de todos está el que no se toquen las garantías en México por la violencia desatada por el crimen organizado, el cual realiza actos muy similares a los perpetrados por los terroristas. Hagamos votos para que esto no suceda.