En una declaración que anticipa el tablero político de los próximos años, el presidente nacional del Partido Acción Nacional (PAN), Jorge Romero Herrera, dejó caer un nombre que podría marcar un hito en la historia política de México: Tere Jiménez Esquivel, actual gobernadora de Aguascalientes, figura como una de las principales cartas del blanquiazul para la contienda presidencial de 2030.
Romero hizo el anuncio durante una entrevista con Azucena Uresti en Radio Fórmula, subrayando que, aunque faltan más de cinco años para las elecciones, la sucesión presidencial es un tema que el partido ya tiene en el horizonte.
En su visión, los gobernadores panistas actuales representan una sólida cantera de liderazgos, capaces de encabezar un proyecto político que devuelva al PAN al poder ejecutivo nacional.
“Por supuesto, nuestros cuatro gobernadores actuales son nuestras principales cartas: tres extraordinarias mujeres y un gobernador”, comentó Romero.
Esta anticipación no solo traza un panorama optimista para el PAN, sino que también reflejó el peso creciente de las mujeres en el ámbito político mexicano.
¿Quién es Tere Jiménez?
Tere Jiménez no solo es una de las gobernadoras más jóvenes de México, sino también una de las figuras femeninas más prometedoras dentro del PAN.
Desde su gestión en Aguascalientes, ha consolidado un perfil político basado en la cercanía ciudadana, políticas de desarrollo económico y programas sociales dirigidos a sectores vulnerables.
Sin embargo, su camino no ha estado exento de desafíos: críticos han señalado que su gestión enfrenta una creciente presión por temas de seguridad y demandas de mayor transparencia.
Aun así, Jiménez representa una generación política que ha sabido adaptarse al lenguaje de los nuevos tiempos, con discursos que conectan con la ciudadanía y una imagen que combina experiencia administrativa con un rostro renovador.
En un país donde las mujeres han ganado terreno político —recordemos el liderazgo de Claudia Sheinbaum -primera presidenta mujer de México-, el planteamiento de Tere Jiménez como posible candidata presidencial para el 2030 no resulta descabellado.
Un partido en busca de liderazgo
El PAN, que tras su auge en los 2000 ha atravesado una etapa de fragmentación y pérdida de influencia, parece decidido a reconstruir su proyecto nacional desde los liderazgos locales.
En este sentido, Romero Herrera destacó que, además de Jiménez, estos gobernadores son apuestas fuertes para posicionar al partido en la esfera nacional.
- Mauricio Kuri (Querétaro)
- María Eugenia Campos (Chihuahua)
- Libia Dennise García (Guanajuato)
No obstante, el presidente panista también fue claro al enfatizar que el panorama político es cambiante.
“La política es dinámica, y en seis años, todo puede cambiar”, reconoció.
en una alusión que parece ser tanto un llamado a la prudencia como un recordatorio de los retos que enfrenta el partido para mantenerse vigente en el escenario político dominado actualmente por Morena.
Las mujeres al frente del cambio político
El señalamiento de Romero no es fortuito: en un país donde las mujeres representan el 52% del padrón electoral, la proyección de liderazgos femeninos no solo es una decisión estratégica, sino también un reflejo de los tiempos.
En 2024, México verá la llegada de su primera presidenta, Claudia Sheinbaum, un hecho que no solo redibuja las reglas del juego político, sino que también obliga a los partidos a replantear sus apuestas para el futuro.
En este contexto, Tere Jiménez encarna una narrativa poderosa: la de una mujer joven que, desde una entidad del Bajío, busca romper el monopolio de Morena y construir un discurso alternativo en una nación polarizada.
Pero su posible candidatura también plantea preguntas incómodas para el PAN: ¿puede el partido superar sus divisiones internas y construir un proyecto cohesionado? ¿Qué tan viable es competir contra el aparato político de Morena, consolidado tras dos administraciones presidenciales consecutivas?
Por ahora, lo único claro es que Tere Jiménez, con su estilo fresco y su trayectoria ascendente, es un nombre que el PAN no quiere soltar del tablero.
Si en 2030 logra convertirse en la abanderada del blanquiazul, no solo sería un paso histórico para el partido, sino también para la narrativa de género en la política mexicana.