No importa que no haya guía ni rezos: la piedra volcánica, el vapor y los aromas convierten la experiencia del temazcal en un momento casi místico. Sin quererlo, la casa donde se suda (de temaz, sudor, y calli, casa) no olvida sus raíces nahuas ni su origen espiritual.
Por eso, cuando uno entra en la caverna que simboliza el universo, según algunos, o el útero materno, según otros, lo que cuenta es la intención. La purificación y la relajación llegarán por sí solas. Solo hay que decidir el cuándo; pero sobre todo, el cómo: hay un temazcal para todos los gustos.
Temazcal ceremonial
El temazcal tradicional se considera como “un rezo, una plegaria para purificar” y hay muchas formas de vivirlo a partir del ceremonial que se lleve a cabo. Una de ellas es el Inipi, un ritual de limpieza que usa los cuatro elementos de acuerdo con la tradición Lakota.
Dana (nombre inventado) es una de las guías de estos ritos en Aguascalientes. No quiere dar su nombre ni el del grupo al cual conduce porque considera que a esta ceremonia se debe llegar por otra vía: “No queremos atraer gente por atraer. Queremos que la gente venga por respeto”.
El Inipi es algo diferente al temazcal que muchos se imaginan. Para empezar, no se cuenta con la estructura de piedra y lodo que por lo general se tiene en mente, sino una especie de cabaña construida sobre ramas de sauce. “El sauce, al sentir el calor, deja salir una sustancia calmante”, explica Dana.
“Es una tradición antiquísima que se está volviendo a utilizar, aunque sea en spas».
Según la tradición, “en el Inipi estás dentro de un universo”. Los participantes de este ritual son “danzantes del sol” y su “finalidad es purificadora, una ceremonia de curación”, sostiene la guía.
Por eso, “se hacen cantos sagrados en los idiomas de los Lakotas, en español y en náhuatl”; también se cuentan leyendas cuyo fin es “saber de dónde venimos”; pero sobre todo, se realiza una meditación individual en comunión con otras personas y la propia naturaleza. “Esto te confronta con la mente. Te da fuerza y esa fuerza se transforma en pasión por la vida, en amor a uno mismo”.
Para ella, no hay conflicto entre esta forma de vivir el temazcal y otras visiones más adaptadas a la vida moderna. “Es una tradición antiquísima que se está volviendo a utilizar, aunque sea en spas. No pasa nada porque se queman toxinas y se hacen terapias con aromas, las cuales ayudan mucho a la relajación”, reflexiona Dana.
Temazcal Cosmetológico
La prueba de que no hay confrontación entre los diferentes estilos de vivir la experiencia es que muchos de los spas inauguran sus temazcales con una ceremonia tradicional. Ese es el caso de Spags, que dirige Janet Frausto Marín en el centro de Aguascalientes, un negocio claramente orientado a la cosmetología.
Como en el ritual antiguo, en este lugar se usa piedra volcánica “que lleva la historia de la tierra”, pero que además, por sus propiedades, es el elemento idóneo para crear el vapor y la atmósfera adecuada para la relajación.
Normalmente, ofrecen varias cubetas de piedras con una infusión de hierbas aromáticas para verter sobre ellas y generar vapor. Todo ello va acompañado de las recomendaciones de alternar el calor con duchas de agua fría e hidratarse con el agua con clorofila.
«Puedes estar entrando y saliendo las veces que quieras, controlas la intensidad del vapor y decides el tiempo que quieres permanecer dentro”.
Lo que cambia son los detalles. “Nuestro té está hecho a base de hierbas como el romero, albahaca, manzanilla, eucalipto… las cuales te van a ayudar a la desintoxicación de tu cuerpo y las vías respiratorias”, precisa Janet.
A su negocio, además de clientes que buscan vivir esta experiencia gratificante, llegan personas “con asma, bronquitis, artritis, sinusitis…”, pues a ellos el baño de vapor “les ayuda mucho a la tonificación muscular y a la circulación sanguínea, por el juego de calor-frío”.
Porque si el temazcal ceremonial consiste sobre todo en la “sanación del alma”, en el spa se aprovechan las propiedades terapéuticas del vapor caliente y se le da una gran importancia a su valor cosmetológico. Así, en lugares como Spags, se ofrece un servicio de jardín para terminar de relajarse con una mascarilla facial. “El temazcal abre poros, limpia su piel y terminamos el tratamiento con una mascarilla hidratante que deja su piel limpia y suave”, cuenta Janet Frausto.
Para la empresaria, el temazcal spa tiene algunas ventajas sobre el tradicional, ya que “puedes estar entrando y saliendo las veces que quieras, controlas la intensidad del vapor y decides el tiempo que quieres permanecer dentro”; sin embargo, el beneficio es el mismo: “Te ayuda a la purificación”.
Una experiencia intermedia
La versatilidad de la casa donde se suda es inmensa y no está sujeta a normas inalterables. Si la tradición ancestral se puede adaptar a la cosmetología, ¿por qué no modificarla a la medida del cliente?
Este tipo de temazcales están pensados para turistas extranjeros o personas poco familiarizadas con esta práctica. Quieren vivir una experiencia diferente, pero no tan dura y extrema como puede llegar a ser la tradicional.
La búsqueda de este equilibrio llevó a los directivos de Hacienda Sepúlveda a todos los rincones de la república mexicana. Incluso, investigaron en la Riviera Maya, donde ya existen varias ofertas de esta clase para los viajeros que llegan de fuera de México. “Pero las propuestas que tenían allí tampoco nos terminaban de convencer”, señala Luis Manuel Santos, director de operaciones de Hacienda Sepúlveda.
“Pensamos en diseñar un temazcal donde el huésped tuviera la oportunidad de experimentarlo de una forma no tan extrema […] que tuviera la oportunidad de disfrutarlo”.
Este hotel-spa cuenta con su propia ‘temazcalera’ y a partir de ella, se diseñó el servicio que ofrece esta hacienda turística de Lagos de Moreno. “Pensamos en diseñar un temazcal donde el huésped tuviera la oportunidad de experimentarlo de una forma no tan extrema […] que tuviera la oportunidad de disfrutarlo”, comenta Santos.
Así es como algunos negocios han reinventado sus servicios orientándolos a una experiencia holística que también tuviera un componente espiritual. Porque lo importante del temazcal es salir purificado, relajado y contento con uno mismo. La manera de lograrlo ya es decisión de uno mismo.