El desarrollo de la industria del software en Aguascalientes inició con la llegada de firmas trasnacionales como Xerox y Texas Instruments; su plantilla se conformó por ingenieros locales que fueron capacitados para la adecuación de estas tecnologías en el territorio. Con el tiempo, muchos de ellos decidieron incursionar por su parte en la industria; sin embargo, el sector era incipiente.
Para potenciarlo, el Gobierno del Estado, encabezado por Felipe González González, implementó en el año 2000 una serie de acciones a través de la Secretaría de Desarrollo Económico (SEDEC): la destinación de un espacio, con apoyo del Gobierno Federal, en el que convergieran empresas dedicadas al rubro; el desarrollo de un clúster de alta tecnología; y la integración del Consejo de Ciencia y Tecnología del Estado de Aguascalientes (CONCyTEA). Así nació el Tecnopolo I Pocitos, según refiere el libro Potencialidades de las entidades federativas para desarrollar núcleos de economía digital, escrito por Clemente Ruiz Durán y publicado por la UNAM.
Posteriormente, durante la administración de Luis Armando Reynoso (2004-2010), la SEDEC implementó un programa de atracción de inversión dirigido a los negocios de base tecnológica, el cual incluyó la cesión de terrenos a bajo costo y apoyo económico, a través del Instituto Nacional del Emprendedor, el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, y el fondo Prosoft 2.0 (programa para el Desarrollo de la Industria del Software y la Innovación).
Esta etapa vio la instalación de compañías como Softtek, Tecno Systems, E. Learning Factory, Acciones y Estrategias, CENEXIS, Conexia, entre otras; su consolidación se fue dando gradualmente.
Tras el afianzamiento del Tecnopolo I, el Gobierno estatal diseñó proyectos para posicionar a Aguascalientes “como eje de distribución en servicios de tecnologías de la información y logística”. El Plan Estatal de Ciencia y Tecnología 2009-2020 contemplaba la creación de un segundo espacio que fungiera como “un centro para la transferencia tecnológica al sector productivo en vinculación con las instituciones de educación superior”.
El resultado fue el Tecnopolo II, hogar del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE) y del INFOTEC (Centro de Investigación e Innovación en Tecnologías de la Información y Comunicación). Según una fuente consultada por Líder Empresarial, el terreno está en vías de ocupación total; algunas empresas estarán iniciando pronto sus construcciones dentro del complejo.
Para Arnoldo Romo Vázquez, doctor en Urbanismo por la UNAM y profesor investigador del Centro de Ciencias Económico Administrativas de la UAA, los tecnopolos representan una importante alternativa diversificadora de productos y servicios, que se distingue de la industria manufacturera automotriz:
“Suponen un esfuerzo, todavía modesto, de generar economías de conocimiento. Es uno de los caminos que la sociedad y la economía estatal deben de recorrer e impulsar, no como acciones aisladas, sino concebir toda una infraestructura para que se cumpla su cometido”.
Para el académico, la presencia del CIDE y del INFOTEC son la mayor ventaja del Tecnopolo II, pues esto facilita la sinergia necesaria para la cooperación y el intercambio de conocimiento cuyo resultado son las ideas nuevas y las mejoras en los productos. Lo ideal sería que la iniciativa privada establezca lazos con las demás universidades que están apostando por sectores como la inteligencia artificial; que los jóvenes que están inmersos en áreas de desarrollo e innovación tecnológica, puedan interactuar con las personas “que están trabajando y resolviendo problemas para empresas no solo locales, sino nacionales y extranjeras”.
Durante las pasadas semanas se realizó el taller “Aguascalientes: actividades con potencial de desarrollo económico”, en el cual participaron actores de la triple hélice: Gobierno del Estado, Citibanamex, más de 30 empresarios reconocidos en la entidad y el CIDE. Las conclusiones fueron claras: de acuerdo con el Gabinete Estatal, Aguascalientes debe formularse como un estado inteligente, que prime sectores tecnológicos como el Internet de las Cosas, la conectividad y la inteligencia artificial. Es ésta la dirección que debe tomar para incentivar su desarrollo económico.
En este sentido, la construcción del tercer Tecnopolo, anunciada por Martín Orozco en septiembre pasado, supone un avance. Según la fuente consultada, su desarrollo estará basado en un modelo moderno de parques tecnológicos: edificios inteligentes, verticales y autosustentables. Para ello, la energía será suministrada por un parque fotovoltaico que se situará a un costado del polígono. En él participarán distintos actores: empresas, centros I+D, clústeres, instituciones de gobierno, incubadoras, aceleradoras y fondos de capital privado. Todo un ecosistema que dirija al estado hacia una economía basada en el emprendimiento, la innovación y el conocimiento.