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Tecnológico de Monterrey: Transformación educativa, el reto del milenio

Una mirada a la postura del modelo educativo Tec21

Ellos ya no usan lápices. Cambiaron el cuaderno por una tableta, la enciclopedia por el internet y el borrador por un simple comando de teclado. Los estudiantes contemporáneos son nativos digitales que encontraron en la tecnología una nueva forma de aprendizaje.

Esta generación demanda modelos de enseñanza actualizados; por eso, las instituciones educativas ya están adoptando las estrategias necesarias para preparar a los profesionistas que pondrán al país en el escenario mundial.

Para el Tecnológico de Monterrey, el futuro de la educación es hoy. Desde sus inicios, introdujo la tecnología en el proceso de formación de sus alumnos. Su sello es el cambio de paradigmas en la enseñanza-aprendizaje, con lo cual ha logrado adaptarse a las exigencias del mundo contemporáneo.

El doctor Agustín Mateo Arredondo Corrales, director general del campus Aguascalientes, ve en sus egresados la capacidad de impulsar cambios que generen valor, gracias a la combinación de liderazgo, ética, innovación y sentido humano.

El rompimiento de una tradición milenaria

Los primeros pasos de la educación se encuentran en la prehistoria, con la enseñanza de técnicas de caza, la elaboración de armas y utensilios, por medio de la práctica y el ejemplo. Fue en la Antigüedad que el enseñar se propagó por las diversas culturas del mundo. Más tarde, en la Edad Media, el proceso formativo reconoció la importancia del profesor, consolidando un modelo educativo que por mucho tiempo se mantuvo sin cambios.

“Si nosotros comparamos el sistema de enseñanza de la Edad Media, maestro-aprendiz, no es tan diferente al método que se empezó a usar a mediados del siglo XX. La evolución, de manera comparativa, ha sido menor; sin embargo, es ahí donde empezamos con una explosión del conocimiento y una especialización impresionante. Ese es el primer síntoma de una educación cambiante, reflexiona el ingeniero Juan Manuel Campos Sandoval, director académico de la Escuela de Ingeniería del campus Aguascalientes y ganador del Premio Nacional al Profesor Inspirador 2016 (galardón que otorga el Tecnológico de Monterrey por ser ejemplo de su perfil docente).

Con el crecimiento industrial, la automatización de los procesos productivos, el desarrollo de la ciencia y el replanteamiento de las creencias, se produjo una reestructuración en los modelos de enseñanza tradicionales. Ahora, los nuevos estándares requieren que el estudiante adquiera conocimientos generales y desarrolle las competencias de especialización demandadas por el sector productivo.

En la última década, el Tecnológico de Monterrey se ha vuelto sensible a estos cambios; por eso, diseñó un sistema formativo flexible que permite a los alumnos desarrollar todo su potencial.

Modelo Educativo Tec21

Como respuesta a la demanda de nuevas competencias en el mercado laboral y a los avances tecnológicos; en 2013, se implementó el Modelo Educativo Tec21, un modelo flexible basado en retos que se enfoca en el desarrollo de competencias como el liderazgo, competitividad, ética y ciudadanía.

“Estamos preparando a los alumnos para trabajos que aún no existen, usando tecnologías que no han sido inventadas, para resolver problemas que aún no conocemos”, esta idea del profesor Karl Fisch, especialista en tecnología, inspiró la creación de este esquema educativo.

En él, el estudiante vive una experiencia real en empresas y organizaciones sociales, detecta áreas de oportunidad y propone soluciones a través del trabajo colaborativo.

“Somos interdependientes. Para lograr mejores resultados, necesitamos de las habilidades de otros. En este modelo, el alumno interactúa con individuos que tienen distintas competencias, habilidades y conocimientos, dando respuesta a una necesidad particular. Aprende de las personas con las cuales convive; le da un sentimiento de satisfacción y seguridad porque está trabajando en casos reales”, comenta el ingeniero Ramses Cuevas Salazar, director de PrepaTec del campus Aguascalientes.

Involucrarse directamente en las operaciones de un negocio o una institución no es fácil, pues todos los días hay problemas. Una mala decisión puede tener consecuencias económicas, administrativas o de imagen.

La visión del Tecnológico de Monterrey como impulsor del emprendimiento, prepara a los jóvenes para que se enfrenten a un mundo laboral en el cual los errores no son simulados. De esta manera, desarrollan competencias como el pensamiento crítico, la comunicación efectiva, el trabajo en equipo y el uso de herramientas tecnológicas.

El campus Aguascalientes incluyó en su oferta educativa la Licenciatura en Administración y Estrategia de Negocios, y la Ingeniería en Innovación y Desarrollo, las cuales operan bajo el modelo Trayectorias (t), un esquema de enseñanza estructurado en tres etapas: introducción a la materia, descubrimiento del talento y especialización.

 

Una institución que fortalece al sector empresarial

El Tec de Monterrey en Aguascalientes reconoce el compromiso que tiene con las empresas de la entidad en cuanto a la actualización de sus trabajadores; por eso, cuenta con la Dirección de Innovación y Desarrollo, cuyo objetivo es impulsar el crecimiento socioeconómico del estado y la región, a través de diferentes programas de capacitación y educación continua. Ejemplo de ello son los convenios que tiene con varias compañías.

Desde hace más de trece años, inició un proyecto con Nissan para desarrollar a sus proveedores, primero en México y luego, en Estados Unidos y Europa. El año pasado, otorgó a esta empresa el Galardón de Educación Ejecutiva, Visión Global 2016.

“Cuando encuentras una compañía como Nissan, la vinculación es automática porque en esencia buscamos lo mismo; ellos contribuyen al desarrollo económico del estado igual que el Tec. Con esa sinergia puedes hacer muchas cosas”, menciona el ingeniero Ricardo Mata, encargado del Centro de Competitividad Internacional.

Asimismo, la institución educativa cuenta con el Laboratorio de Empaque y Embalaje, al cual, organizaciones como Hitachi, Continental, Packaging Store, Sensata, EMSA, entre otras, acuden regularmente para realizar pruebas de calidad.

La enseñanza no solo está en el aula

Con el objetivo de crear un modelo educativo vanguardista, el Tecnológico de Monterrey creó “Semana i”, una iniciativa para promover la formación integral a través de diversas actividades extracurriculares.

Se realiza cada año de manera simultánea en los 26 campus del país, durante la tercera semana de septiembre. Los estudiantes pueden inscribirse en actividades como talleres de emprendimiento, viajes de estudio y proyectos de resolución de conflictos en empresas; todo enfocado a los beneficios del trabajo colaborativo entre alumnos de diferentes carreras y campus.

“Esto se hace para formar a los alumnos en competencias y habilidades que el sector productivo requiere; de tal manera que se involucren en situaciones reales del ámbito laboral”, señala la ingeniera Karen Yolanda Franco Álvarez, directora de la carrera de Ingeniero Industrial y de Sistemas.

Bajo esta visión, el Tec inició en 2016 el programa de movilidad estudiantil “Semestre i” a nivel nacional. En este semestre en Aguascalientes, se oferta para la carrera de Licenciado en Negocios Internacionales e ingenierías del ramo automotriz. Permite a los estudiantes involucrarse en proyectos vivenciales dentro de compañías ubicadas en diferentes países.

Realicé mis estancias profesionales en Dallas, Texas, en una empresa que se llama O-I Packaging Solutions. Esta se dedica a hacer envases de vidrio para la industria alimenticia: cervezas, tequilas, vinos. Ahí pude aplicar mis conocimientos y además, aprender la forma de trabajar en Estados Unidos. Es muy distinta la cultura; pero eso te permite poner las cosas en perspectiva y apreciar los problemas desde otros puntos de vista y las diferentes formas de solucionarlos, comparte Emiliano Arredondo, de noveno semestre de Ingeniero Industrial y de Sistemas.

Viajar para entender la cultura propia

Los retos del mundo globalizado obligan a las universidades a preparar a los estudiantes para que puedan aplicar su conocimiento y habilidades en cualquier país.

En PrepaTec, el programa multicultural ofrece a los alumnos que ya tienen un dominio del idioma inglés, la oportunidad de aprender una tercera lengua en un ambiente internacional. Tienen la posibilidad de participar en más de 100 programas de movilidad, en más de 50 ciudades, en los cuales podrán interactuar con estudiantes provenientes de hasta 70 diferentes países.

“La multiculturalidad no es solo la suma de culturas o de personas diferentes; es la habilidad de una persona para entender y respetar las culturas de otros países”, explica la coordinadora del Programa Multicultural en Aguascalientes, la maestra Federica La Morella.

Me gustó mucho ir a Alemania. No solo es cosa de aprender la lengua, sino también sobre la comida, las personas con las que te encuentras, la historia, los monumentos. Es una formación integral: cómo me percibo ante el mundo y cómo el mundo me percibe a mí. Te enseña mucho a adaptarte en tu comunidad, y esa es una herramienta muy buena, opina Claudia Vanessa Dorantes Villegas, de cuarto semestre de preparatoria.

En educación superior, también se viven experiencias multiculturales. En cada clase, se puede convivir con estudiantes de naciones como Japón, Francia, Australia, Alemania y Rusia. Cada año, el Tec de Monterrey ofrece más de 1,100 programas de movilidad en 51 países.

Profesores que inspiran

Sin duda, el pilar fundamental de todas las estrategias de enseñanza es el profesor, quien interpreta, solo de inicio, el papel de facilitador de la información. Su trabajo consiste en inspirar las capacidades de análisis, síntesis, crítica y discernimiento de los futuros profesionistas.

“Si tú piensas en un profesor que no esté vinculado con el mundo empresarial o no planteé proyectos interesantes, los muchachos se van a desconectar de él. Si entiende los retos sociales que existen, si conoce a los estudiantes y los desafía a participar a través de actividades atractivas e innovadoras, definitivamente va a generar un efecto multiplicador. El alumno podrá identificar a través de él su propio liderazgo. Ese es un profesor inspirador”, reflexiona el doctor Agustín Mateo Arredondo Corrales.

Lo que no se mide, no mejora

El ranking The BRICS & Emerging Economies, en su edición 2016-2017, sitúa al Tec de Monterrey como la mejor universidad en México y la tercera en América Latina. Además, se coloca en el lugar 36 de las mejores 300 instituciones de educación superior del grupo de economías emergentes. Gran parte de estos logros se deben a una cultura de evaluación constante.

La universidad siempre se ha preocupado por validar sus avances, programas y la calidad de sus carreras. Particularmente, el campus Aguascalientes ha promovido la aplicación de los Exámenes Generales para el Egreso de Licenciatura (EGEL) del Centro Nacional para la Evaluación (Ceneval). Sus resultados han sido sobresalientes.

Durante cinco años, el Tecnológico de Monterrey campus Aguascalientes obtuvo el Estándar 1, que por mucho tiempo fue la calificación más alta de esta prueba; sin embargo, las nuevas competencias adquiridas por los estudiantes mexicanos hicieron que se necesitara una nueva medición. Por eso, en 2016 se creó el Estándar 1 plus, el cual ya fue alcanzado por la carrera de Ingeniero en Mecatrónica.

“Tradicionalmente, el nivel o la calidad educativa se le atribuye a las ciudades grandes y económicamente más desarrolladas. Creo que es vital para cada entidad en desarrollo y con objetivos de crecimiento, tener centros universitarios de primer nivel, precisamente para propiciar todo este desarrollo económico y social. Más que orgullo, sentimos una responsabilidad muy grande”, concluye el director Arredondo.

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