Icono del sitio Líder Empresarial

Tecnología de la Información: ¿Cómo crecer mi empresa en el entorno digital?

En los últimos años, se ha popularizado el término “tecnologías de la información”. Como su nombre indica, la tecnología de la información (TI) consiste en la aplicación de ordenadores (y demás equipos destinados a la comunicación) con fines de almacenaje, gestión y transmisión de información. Por lo tanto, las TI comprenden la aplicación de hardware, software y demás servicios computacionales, donde se encuadraría el comercio electrónico.

No es de extrañar, entonces, su proliferación en diversidad de empresas, aun si estas no se dedican directamente a la venta de productos y/o servicios. La gestión de datos compete a todas las modalidades de negocios.

En la actualidad, existen empresas como Kenos, cuyas TIs ofrecen a las empresas un interesante abanico de recursos que favorecen su gestión, y así, consecuentemente, su rentabilidad. Sus herramientas contribuyen a la optimización de toda clase de procesos, tanto internos como externos a su actividad.

Beneficios de las TI en la empresa

Más allá de la mera gestión de datos, las empresas pueden favorecerse con soluciones en tecnologías de la información (que inciden directamente en su valor atribuido).

Por un lado, el registro de datos en tiempo real, sumado a la programación de estrategias bien segmentadas, es un paso firme hacia la consecución de objetivos (lo que significa una mejor gestión estratégica). 

Con la aparición de las ERP (Enterprise Resource Planning) es posible gestionar de forma integral todas las acciones de la empresa. En este rubro, por supuesto, entran en juego los planes de gestión financiera, y se obtiene un monitoreo continuo que facilita la capacidad de generar rédito.

El resultado es provechoso: al digitalizarse los procesos, disminuyen los errores y los tiempos de producción. De tal modo, la eficiencia aumenta. Pero las ventajas no quedan ahí. La gestión de cadenas de suministros incrementa la utilidad y calcula el insumo, con base en variables internas de la empresa y en el propio comportamiento de los clientes, quienes se convierten en actores activos dentro del continuo de procesamiento.

En este sentido no se debe obviar que las tecnologías de la información y la comunicación (TICs) forman parte de las TI. Todo lo relacionado con la comunicación con los clientes, los estudios del mercado y la gestión de servicios post-venta entran en juego, ya que se encuadran como nexo hacia la promoción empresarial. 

De forma paralela, esta función se extiende hacia la relación con proveedores y socios, así como con los propios empleados de la empresa. Las acciones, la contratación, la gestión del conocimiento e incluso los planes de carrera se vuelven fundamentales para la creación de valor añadido.

Los beneficios de las TI empresariales se pueden resumir en lo siguiente:

Hacia una empresa digitalizada

Al tomar en cuenta todos los aspectos susceptibles de ser informatizados dentro de un plan de TIs, es posible entrever que el concepto de empresa parte de un conjunto de áreas y funciones que han de trabajar en perfecta coordinación (para lograr su objetivo como un todo). Por lo tanto, su salto hacia lo digital implica una apuesta por la excelencia.

Sin embargo, la migración digital no se limita al uso de sistemas con acceso a Internet. Cada modalidad de empresa necesita una estrategia de digitalización adaptada a sus necesidades y al sector en el que opera. En este sentido, no es lo mismo hablar de una tienda de barrio, que de una empresa agrícola o una gran sucursal. Cada una se desarrolla en un contexto y complejidades distintas; por lo tanto, cada una precisa de soluciones de tecnologías de la información que contemplen sus recursos y logren maximizarlos.

La curva de innovación y adopción de aplicaciones de negocios refleja el incremento exponencial de la complejidad de los sistemas empresariales a lo largo del tiempo (desde la llegada de internet). Si bien la gestión integrada de procesos organizacionales es el culmen de la curva actualmente, su tendencia irá al alza. Esta migración digital apuesta hacia una actualización continuada que permita no solo la competitividad, sino la supervivencia en el mercado a largo plazo.

Lejos de ser un destino aparentemente desolador para muchos empresarios que reniegan aún de las tecnologías, constituye una oportunidad de apertura a nuevas modalidades de negocio, así como una oportunidad para sectores necesitados de una gestión que revalorice sus acciones.

Te puede interesar…

Salir de la versión móvil