Por Ricardo Moreno, Socio Líder de Auditoría en PwC México
El proceso de auditoría está en constante evolución, como consecuencia de la aplicación de nuevos pronunciamientos contables, la implementación de otras formas de trabajo, la llegada de innovaciones tecnológicas y nuevas regulaciones en el sector financiero (entre otros aspectos).
Desde la perspectiva de la firma, una de nuestras responsabilidades es emitir una opinión sobre los estados financieros de las compañías que refuerce la toma de decisiones, basada en la certeza y credibilidad en los mercados de capital.
Por esta razón impulsamos una serie de mejoras continuas en la calidad de nuestras auditorías, enfocadas en la inversión en nuevas herramientas tecnológicas, en la capacitación constante de nuestro talento y, sobre todo, en la implementación de mejores prácticas que nos permitan entregar más valor a nuestros clientes.
Las nuevas tecnologías son cada vez más capaces de imitar la actividad humana. La automatización robótica de procesos (RPA en inglés), por ejemplo, asume tareas repetitivas con alta precisión y agilidad, e incluso es capaz de realizar conciliaciones de forma automática. Este tipo de herramientas digitales ha reinventado la forma de llevar a cabo procesos de auditoría (que antes eran manuales). No obstante, ni las soluciones más innovadoras pueden operar por sí solas.
Si bien la tecnología es la base para tomar el pulso de las empresas con mayor precisión que nunca, el elemento diferenciador en cualquier auditoría es el talento que implementa las nuevas soluciones y gestiona todos los procesos de automatización e integración digital.
Paralelamente, el tiempo que se libera para los colaboradores gracias al uso de estas herramientas les permite concentrarse en tareas de mayor valor agregado y ampliar las capacidades de auditoría.
Es imprescindible resaltar que, detrás de una gran tecnología, hay un gran equipo de personas. El resultado de la suma de las herramientas tecnológicas idóneas y el mejor talento es una sinergia de valor agregado -un elemento fundamental para enfrentar mejor los retos que imponen estos tiempos disruptivos-.
Invertir en el desarrollo del capital humano es una forma efectiva de reforzar la competitividad (para cualquiera que sea el sector o la industria de las empresas). Pero también es un desafío debido al acelerado ritmo de los avances en innovaciones y modos de trabajo. La solución requiere de una oferta en constante evolución de herramientas o capacitaciones para la actualización de las habilidades de los colaboradores, así como de una red que integre a los equipos de trabajo.
Durante el ejercicio financiero de 2020, nuestros profesionales de auditoría completaron alrededor de 28,000 horas de capacitación digital, incluidos cursos para desarrollar las habilidades adquiridas. De igual forma, establecimos una red enfocada en dar soporte a los equipos de auditoría para mejorar algunos procesos de la adopción total de tecnología.
Asimismo, creamos la red de Chief Auditors, conformada por socios y profesionales, que brinda soporte a los equipos de auditoría en el diseño de enfoques efectivos y eficientes, en el refuerzo de los puntos clave de aprendizaje más relevantes de la capacitación y guías de auditoría.
Adicionalmente, ampliamos el equipo de Assurance Quality Management, que se dedica a apoyar en la solución de una variedad de temas, incluidas circunstancias específicas relacionadas con la auditoría, como lo son la evaluación de errores, detección de posibles actos ilegales, consideraciones de negocio en marcha y del auditor principal, entre otros asuntos.
Aún no sabemos cuándo finalizará la situación atípica que estamos viviendo; sin embargo, entendemos el importante papel que juegan las empresas públicas y privadas en el proceso de reactivación de la economía mexicana. Por ello, desarrollamos nuestro primer Reporte de Calidad en las Auditorías, en el que mostramos cómo hemos implementado buenas prácticas en los procesos de auditoría para seguir fomentando la confianza en el mercado mexicano.
En un entorno cada vez más regulado, resulta fundamental que las firmas cuenten con un entendimiento de los negocios de los clientes y del ambiente financiero en el que operan, la experiencia y conocimiento de su gente; las nuevas guías y el acceso a tecnología innovadora permiten elevar la calidad y reinventar la experiencia de auditoría. La hacen más integral con el objetivo de aumentar la transparencia y generar una mayor confianza aun en tiempos de incertidumbre.