A casi tres años de iniciar el programa federal “Microcréditos para el Bienestar” se han entregado un millón 082 mil 480 tandas o créditos a personas microempresarias que viven en condiciones de marginación.
En 2019 se otorgaron 351 mil tandas, en 2020, 495 mil y hasta el mes de julio del 2021 se habían entregado 236 mil 480 tandas, precisó el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL) mediante el informe “Estudio sobre el Impacto de Microcréditos para el Bienestar 2019-2022”.
De acuerdo al organismo, el objetivo principal del programa es fortalecer las capacidades productivas y de emprendimiento a través de apoyos como financiamiento, asesoría y capacitación.
Cifras más recientes indicaron que el padrón de beneficiarios es de 775 mil 633 que se distribuyen en dos mil 364 municipios de las 32 entidades del país.
En principio, el apoyo de financiamiento se otorgó bajo un esquema crediticio sin intereses de seis mil pesos y tres subsecuentes de diez mil, quince mil y 20 mil pesos, respectivamente.
Asimismo, cada beneficiario debería reembolsar el crédito en máximo diez mensualidades a partir del periodo de gracia correspondiente a un mes.
Entre los resultados del estudio, el CONEVEL indicó que los micronegocios beneficiados tienen al menos un 11% más de ganancias mensuales en promedio respecto a los no beneficiarios.
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Del mismo modo, en los dos años y medio la mayoría de los beneficiarios usó el microcrédito para adquirir mercancías, insumos, y equipo. En cambio, una minoría lo ocupó en pagar servicios, deudas, remodelación, salarios, capacitaciones y uso personal.
Por otra parte, en la muestra del estudio solo un 8% de los beneficiarios reportó tener acceso al componente de capacitación. En tanto, un mayor nivel de escolaridad del propietario se asocia con un mejor desempeño del micro negocio (medido por el nivel de ganancias).
Igualmente, los resultados de este estudio identificaron una marcada brecha de género en el desempeño de los negocios. Las mujeres del estudio presentan, en promedio, 30% menos ganancias que los hombres, lo cual podría estar asociado a una menor disponibilidad de tiempo para dedicar a sus micro negocios y la realización de actividades adicionales en el hogar.
Por último, en los resultados del modelo se observó que técnicas de gestión más sólidas, el no mezclar los gastos del negocio y del hogar, contar con un establecimiento o poseer una cuenta bancaria se vincularon positivamente con un mejor desempeño del micronegocio.