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Talento nacional: un recurso desvalorizado. Aguascalientes, un caso para analizar

Escrito por Paola Nadine Cortés Calzada

El crecimiento económico ha sido siempre el caballo de batalla de cualquier país, con independencia de su nivel de desarrollo económico. Los países ricos desean seguir creciendo a ritmos elevados con el objetivo de mantener el nivel de vida de sus ciudadanos, mientras que las economías pobres persiguen tasas elevadas de crecimiento económico que liberen recursos con los que financiar su desarrollo sin necesidad de acudir a los cada vez más difíciles mercados internacionales.

Las modernas teorías de crecimiento endógeno han puesto el acento en la importancia de contar con un elevado stock de capital humano como elemento clave para el crecimiento económico, con lo que la mano de obra cualificada ha pasado a ser un elemento estratégico de cara a la formación del valor añadido bruto de cualquier economía.

Si hablamos de escenarios habituales podemos hacer referencia a la teoría Push-Pull, donde la globalización empresarial y la localización de las actividades de innovación, altos salarios y beneficios competitivos, carreras estables son los principales motivos por los cuales una persona decide emigrar (pull) impulsado por la falta de oportunidades de desarrollo profesional en los ámbitos laboral y académico en su país de origen (push).

En cuanto a las empresas trasnacionales, buscan condiciones similares para potenciar su crecimiento, sin embargo, lo que desmotiva a los nacionales es lo que impulsa al establecimiento de empresas sobre todo manufactureras; por ejemplo el presidente de Jetro (Organización de Comercio Exterior de Japón) México, Tadashi Minemura, en entrevista con el Financiero manifestó haciendo referencia al triángulo dorado del cual Aguascalientes es parte: El explosivo crecimiento de empresas japonesas (…) se debió, entre otros factores, a que los inversionistas encontraron (…) mano de obra abundante, tierra barata y con una posición estratégica.

En el periodo de 2009 a 2015 las empresas japonesas presentes en nuestro país han duplicado su número pasando de 399 a 814 -a finales del mismo año aumentaron a 914-. Estas compañías japonesas concentran sus inversiones en Aguascalientes, Distrito Federal, Guanajuato, Nuevo León y Jalisco donde concentran las inversiones en 5 rubros: industria automotriz, industria de autopartes, industria eléctrica, industria de productos electrónicos y la industria maquiladora de exportación.

Al analizar los ingresos internacionales al Estado a través del aeropuerto Internacional Jesús Terán Peredo se observa que la nacionalidad de mayor frecuencia es la Japonesa.

No se trata de un dato menor en relación a la diversidad de nacionalidades de migrantes radicados
en Aguascalientes pues como estado de Destino recibe año con año en su mayoría migrantes
provenientes de países desarrollados como Estados Unidos, Alemania y Japón. Dato que no es
extraño teniendo en cuenta las bondades que ofrece el Estado al mundo de las trasnacionales.

Panorama actual

El salario mínimo en México además de ser el menor en América Latina por su monto se encuentra en los últimos lugares de la región comparando el poder de paridad de compra, como proporción del Producto Interno Bruto (PIB) per cápita, y su nivel respecto de la línea de pobreza y grado de cumplimiento con las necesidades del trabajador y su familia.

Y esto ocurre porque vemos con poco orgullo que 40% de los trabajadores no logra obtener el mínimo necesario para sostener a sus familias, porque la relación entre el salario mínimo y el valor de la línea de pobreza per cápita, que demuestra lo que se puede comprar, es baja con 0.66%, cuando debe ser superior a 2 puntos, ocasionando que el 67.8% de mexicanos en EUA emigren por búsqueda de trabajo.

Las inversiones japonesas en México y en especial en la zona Bajío continuarán en 2016 y 2017 con el mismo ritmo que en el último año, cuando llegaron al país 143 empresas niponas. “El ritmo de aumento es muy fuerte, no hay ningún lugar en donde esté creciendo con tanta rapidez la inversión de empresas japonesas, en sólo seis años se duplicó el número de empresas japonesas en el país, si se toma en cuenta que en 2010 había 428” expresó Tadashi Minemura

 

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