En la comunidad de Las Cruces, a unos 12 kilómetros de Acámbaro, Guanajuato, se ubica el popularmente conocido “Taj Mahal mexicano”, el cual nació para impactar y llamar la atención de todo el que camina por sus alrededores.
Este templo guanajuatense, dedicado a la veneración de la Virgen de Guadalupe se convirtió en uno de los mayores atractivos de la entidad. Mayormente cada doce de diciembre, fecha en la que los habitantes realizan una enorme fiesta en honor a la patrona de los mexicanos.
El sorprendente edificio está inspirado arquitectónicamente en el Taj Mahal de la India y fue construido principalmente con remesas enviadas por los migrantes de Guanajuato a este rincón del estado. La obra fue inaugurada el 28 de diciembre de 2014 y dirigida por el arquitecto José Ignacio Monroy. Aunque actualmente está inconclusa, es una de las maravillas que rodean la entidad.
El Taj Mahal mexicano cuenta con ornamentación en cantera rosa traída de Tlalpujahua, Michoacán. Debido a ello, se puede calcular el costo del templo en cuantiosas sumas de dinero. El esplendor que se percibe a distancia lo ha convertido en uno de los lugares favoritos de los turistas.
Sus cinco cúpulas son una verdadera obra de arte gracias a sus celestiales vitrales, además deslumbran los detalles de arquitectura neoclásica en la que destacan cuatro torres ubicadas en las esquinas del templo católico, las cuales le brindan un toque imperial a la construcción.
El templo y su majestuosidad se han vuelto una de las maravillas turísticas de Guanajuato, así que además de sus icónicas momias, este monumento ha sorprendido por su elegancia y por su belleza.
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De acuerdo con la leyenda, el Taj Mahal de la India fue construido por el emperador musulmán Shah Jahan para rendir honor a su difunta esposa Mumtaz Mahal, lo cual lo vuelve uno de los lugares más románticos del mundo.
Por eso, los fieles benefactores del Templo de las Cruces suelen decir que la construcción de este templo también tuvo como motor el amor. En este caso, a la Virgen de Guadalupe.