“Dios aprieta pero no ahorca”. Así definió el gobernador de Guanajuato, Diego Sinhue Rodríguez Vallejo, la situación que atraviesa la industria automotriz, particularmente en la región Centro-Bajío-Occidente, al exponer que si bien es cierto que hay una crisis sanitaria y económica que impacta en un menor consumo de automóviles, en el horizonte más cercano se halla la entrada en vigor del T-MEC, lo que abre una gran ventana de oportunidad para el sector.
“Es una grandísima oportunidad para que la región Bajío se consolide en la proveeduría automotriz. Aunado a esto, el pleito comercial entre Estados Unidos y China incrementa las posibilidades de que muchas empresas, incluso asiáticas, se instalen en nuestras entidades para aprovechar esta posibilidad”, declaró en rueda de prensa junto a los mandatarios de la ACBO.
En este sentido, Rodríguez Vallejo señaló que los desafíos pasan por fortalecer el consumo local y apoyar y asesorar al empresariado de la región para que puedan sumarse a la cadena de suministro de la industria automotriz y así generar una mayor riqueza para los estados.
Por su parte, el gobernador de Querétaro, Francisco Domínguez Servién, puso en relieve la relevancia de la industria automotriz de la región al afirmar que la zona aporta el 38% de las autopartes de los vehículos ensamblados en Estados Unidos. “Así de grande e importante es la región”.