Por: Susana Rodríguez, colaboradora de Colectivo Raíz
“Cuando las mujeres nos unimos y conspiramos y nos ponemos a planear salen cosas increíbles”, Sara Montes (CRA)
En el año 2022, las mujeres trabajadoras de la maquila siguen enfrentando una serie de violaciones de sus derechos laborales básicos como: jornadas de más de ocho horas de trabajo, acceso restringido a la participación sindical, espacios de trabajo sin equipo adecuado ni protección, discriminación, acoso y hostigamiento.
Además de las dobles o triples jornadas que deben cumplir como mujeres, madres y esposas.
Hace poco más de diez años, un grupo de mujeres interesadas en la defensa de los derechos humanos laborales conformaron el Colectivo Raíz, con la intención de compartir información laboral con miras a ofrecer mejores vidas para las trabajadoras.
Los caminos han sido complicados, pero han valido la pena: las mujeres trabajadoras cuentan sus historias, sanan algunos de sus dolores, aprenden mucho sobre sus derechos laborales y también a verse ellas mismas como factores de cambio en su realidad.
La fuerza del colectivo y de las trabajadoras son las historias de éxito, cuando logran una liquidación conforme a ley, el reconocimiento de una lesión de trabajo, el respeto a las prestaciones básicas y las mujeres que han logrado defender sus derechos sin ser despedidas.
Faltan todavía muchos derechos por conquistar. La mayoría de ellos ya están en la ley, pero es necesario aterrizarlos a pie de fábrica, para esa lucha están las activistas y las trabajadoras que una vez que toman conciencia la comparten.
A esta lucha deben sumarse también las representaciones sindicales, las empresas y las propias autoridades, porque si las mujeres tienen un mundo mejor, lo tienen todas las personas.
Uno de los retos principales para las organizaciones defensoras de los derechos laborales es hacer realidad la Reforma Laboral que entró en vigor en mayo de 2019 donde se contemplan aspectos específicos con perspectiva de género.
Esta reforma obliga a las empresas que cuentan con la participación de las trabajadoras a generar un protocolo para investigar discriminación, violencia y acoso. Quedó prohibido cualquier acto de acoso u hostigamiento en la agrupación sindical , a su vez, se prohíbe despedir a las trabajadoras por los cuidados de sus hijas e hijos.