Por todos es sabido que la contingencia sanitaria ha implicado una serie de cambios en nuestras vidas, lo que a su vez ha derivado en modificaciones a nuestra rutina diaria que se reflejan en nuestra alimentación y otros hábitos.
La nutrióloga Stephanye Santacruz Vallejo señala que hay estimaciones que indican que durante el periodo de confinamiento las personas pudieron haber incrementado su peso entre 3 y 5 kilogramos, aunque hay casos particulares en los que el aumento de peso pudo haber sido de hasta 7 kilogramos, lo que depende de las características de la persona y de la forma en la que haya estado viviendo la cuarentena.
La también nutricionista certificada, y que labora en el Club Necaxa, consideró pertinente no ignorar el aumento en el peso, sean los kilogramos que sean, y no acostumbrarse a éste, y tampoco habitarse a un estilo de vida sedentario, por lo que es indispensable buscar lo mejor para nuestra salud.
“Si fue nuestro caso (el aumento de peso) no hay que ceder ante este tipo de situaciones y no hay que dejarlo de lado; si sucedió hay que buscar tener más actividad, y frenarlo (el aumento de peso) y sobre todo contrarrestarlo, empezar a hacer acciones que nos ayuden a disminuir el impacto”, refirió.
En este sentido, consideró que para llevar una vida saludable después del confinamiento, o bien retomarla, es indispensable combinar la actividad física con una buena alimentación, haciendo énfasis en que para tener buenos resultados ambas cuestiones son indispensables, es decir, tanto se necesita de una como de la otra.
Mencionó que en este punto es indispensable analizar qué tipo de alimentación hemos estado teniendo; si hemos estado incluyendo, o no, frutas y verduras, puesto que su ausencia se puede traducir en que las calorías que nos aportan las hayamos suplido con algunos alimentos que no nos nutren y por el contrario nos han estado haciendo subir de peso.
“Si no como verduras y las sustituyo con algunos carbohidratos que me aumentan los depósitos de grasa, entonces va a ser muchísimo más difícil que pueda mantener mi peso, por eso se hace tanto hincapié en comerlas”, refirió, además de enfatizar que tomar agua natural es insustituible.
A este respecto, advirtió que hay bebidas altas en calorías que son mucho más fáciles de absorber por el cuerpo, puesto que ya vienen procesadas, como los jugos y refrescos, por ejemplo, y que es indispensable retirarlos de nuestra ingesta diaria, lo mismo que alimentos que son de mucha densidad, como las galletas o el pan, siendo preferible comer un sándwich.
La especialista consideró que también es necesario ser más creativos a la hora de preparar nuestros alimentos, pues evidentemente en algún momento se nos antojará comer algo distinto, y aquí es donde debemos aplicarnos.
“Podemos preparar unos raspados caseros con fruta natural, jamaica, limón, fresa, que podemos consumir en lugar de pan o galletas. La idea es disminuir el consumo de los alimentos industrializados porque también nos generan más estrés”, refirió.
A las personas que llevan una dieta muy estricta y que no consumen lácteos, les recomendó tomar el sol en algún momento del día para que su cuerpo absorba algo de vitamina D, que es muy necesaria para distintas funciones de nuestro organismo.
En cuanto a la actividad física, mencionó que tomando las debidas precauciones podemos salir a caminar o correr dentro de la misma cuadra donde vivimos en horarios donde no haya mucha concentración de personas, o destinar un espacio dentro de casa para realizar ejercicio, pues en realidad no se ocupa un área demasiado extensa, además que es importante variar las rutinas diarias para que no sea tedioso.
“Ejercitarnos nos ayuda a aumentar los niveles de concentración; no movernos nos lleva a la ansiedad, a la tristeza”, expuso, por lo que reiteró la recomendación de regalarnos una hora al día para realizar la actividad física que más nos guste, pues si estamos bien emocionalmente, nuestra alimentación y todo lo que atañe a nosotros va a estar bien, porque a veces ésta es un efecto de lo que estamos viviendo y de nuestras emociones.
“Cuidemos nuestro físico, nuestra salud, hagamos alguna actividad física, pongamos en primer plano nuestra integridad física, no hay que olvidar que somos prioridad, es indispensable que tú seas la prioridad, que cuides tu salud, y así puedas proteger también a los demás”, refirió.