Por Isabel Name
Gerente de Operaciones Endeavor Aguascalientes
¿Sabían que contar con el apoyo de un mentor puede ser la diferencia entre el éxito y el fracaso?
En estos días, tuve la oportunidad de conocer a un emprendedor con muchas ideas y todas las ganas de ayudar a la comunidad. Platicar con él, me hizo cuestionarme sobre el porqué hay ideas que se convierten en negocios mientras otras fracasan. Analizando lo que me ha tocado experimentar con los emprendedores Endeavor, encontré una respuesta a mi pregunta: contar con un mentor, una persona con la suficiente experiencia y competencias personales para hablar con autoridad de algunos temas; un individuo con gran trayectoria empresarial dispuesto a compartir sus éxitos y fracasos con las nuevas generaciones para ayudar a la formación de nuevos líderes en la sociedad.
Cabe mencionar que aunque un consejero o consultor que ofrezca su tiempo a cambio de una compensación dará resultados, un mentor será más efectivo porque sólo está interesado en ayudar a otros.
Así pues, no importa que tan inteligente sea ni de qué universidad se haya graduado o qué tan innovador o disruptivo sea su modelo de negocio, todo emprendedor necesita contar con un buen mentor, ya que el ser exitoso se vuelve posible cuando se toman las decisiones acertadas.
Aun cuando se tenga un buen negocio o apenas se esté empezando a crearlo, es importante reconocer que no se conoce todo y siempre se puede aprender de los demás. Los emprendedores no deben apegarse tanto a sus propias ideas; de esta forma, siempre estarán listos para escuchar los conocimientos y recomendaciones de quienes han pasado por el mismo camino que ellos y ahora ven la vida de manera diferente. No hay que olvidar que los buenos consejos pueden ser tan importantes como lo es el financiamiento de la empresa en sus primeras etapas.
Zig Ziglar alguna vez dijo: “Mucha gente ha ido más lejos de lo que creía porque alguien más creyó que podía”. Ese alguien es un mentor. Si aún no se cuenta con uno, se le debe buscar e inspirar con una idea. Si no se encuentra, no hay que desesperarse: “El maestro aparece hasta que el estudiante está listo”.