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¡Suban los alerones! Aguascalientes se adentra a la industria aeroespacial

El cielo aclara, el aire ingresa a las turbinas y se levanta la máquina. El avión posa en firmamento hidrocálido. Tan lejano se ve, pero está más cerca de lo que aparenta… Aguascalientes, un estado reconocido en el sector automotriz y manufacturero, se diversifica y apuesta por la industria aeroespacial.

Este sector se ramifica en dos grandes partes: aeronáutica y espacial. El primero comprende la producción de naves comerciales, privadas y de uso militar; mientras que el segundo se enfoca en la fabricación de cohetes, satélites, lanzadores, telecomunicaciones y sistemas robóticos que operan en el espacio.

Incursionar en este mercado requiere de políticas públicas que permitan crear una estructura urbana, económica y educativa lo suficientemente sólidas para generar las condiciones propicias para captar inversión y atraer empresas representativas del sector.

La vocación industrial de Aguascalientes establece una base importante para poder migrar a un sector de alto valor agregado como éste. Pero, ¿qué más requiere la entidad para hacer frente a este nuevo mercado? Especialistas en el ramo analizan la dirección que debe tomar la entidad para convertirse en potencia de esta pujante industria.  

¿Por qué un “Aguascalientes aeroespacial”? 

Durante 2018, el sector aeroespacial mexicano exportó 8 mil 500 millones de dólares en partes de aviones, y aunque la cifra representa sólo 5% del total mundial, nuestro país continúa generando iniciativas en conjunto con la Triple Hélice para poder llegar a la meta en el 2020: ubicarse entre los 10 principales países productores aeroespaciales del mundo con ventas superiores a 12 mil millones de dólares.

Para el año 2040, se tiene previsto que la flota mundial de aeronaves crezca a una tasa de 3.5%; esto significa para el continente americano un incremento de 11 mil 650 nuevas unidades aéreas y para estados como Aguascalientes, una gran oportunidad de negocio.

Es por eso que el gobierno estatal en colaboración con la aceleradora internacional de empresas tecnológicas TechBA, decidió incursionar en este sector mediante el Programa Estatal de Desarrollo de Proveedores para la Industria Aeroespacial, una iniciativa en la que 15 empresas aguascalentenses del giro metalmecánico y de autopartes han sido asesoradas para insertarse en la cadena de proveeduría aeronáutica.

A dos años de que el proceso iniciara, Eugenio Marín, CEO de TechBA, explica que estas firmas han mostrado una “vocación natural” para la eficiencia en procesos metalmecánicos para fabricar herramentales, productos de interiores e, incluso, piezas que podrían ser elementos tan críticos como lo son los componentes de motor.

El especialista afirma que, pese a que la evaluación de las 15 empresas ha sido un proceso complejo, los resultados han sido favorables: “hay empresas que están adentrándose a la industria 4.0, volviéndose más productivas e invirtiendo en tecnología para conectarse con proveedores de la cadena de suministro aeroespacial. Esto va a ayudar a que certifiquen sus procesos ágilmente y entiendan mejor el sector”.

A partir de ello, más de una empresa local que no forma parte del programa se ha planteado cómo insertarse en el mundo de las aeronaves. Para Marín, la mayor recomendación a esos negocios es asimilar que la industria aeroespacial es de las más rigurosas que existen pero, al mismo tiempo, de las que mayor valor agregado aportan:

“Lo más importante es hacer un cambio de mentalidad, ya que se requiere cumplir con varios requerimientos técnicos, de seguridad, finanzas, apalancamiento financiero y múltiples certificaciones. Deben entender los procesos comerciales, tener mayor presencia en el ecosistema y empezar a hacer sinergia con otras organizaciones…”, señala.   

Un sector integral de alta proyección  

Aguascalientes busca acercarse a referentes de la cadena de proveeduría aeroespacial nacional como Querétaro, Chihuahua, Baja California, Sonora y Coahuila, entidades que tuvieron procesos distintos para adentrarse al mercado, pero que están dispuestas a compartir sus mejores prácticas para que más estados se sumen a este imponente sector.

El ingeniero Jorge Gutiérrez de Velasco Rodríguez, rector de la Universidad Aeronáutica en Querétaro (UNAQ), señala que los estados de la república que decidan atraer este tipo de  mercados tienen que verlo de forma estratégica, ya que se trata de una industria rentable a largo plazo“las compañías no piensan en sólo venir a hacer fabricación masiva, se debe tener en cuenta que el ciclo de vida del producto aeronáutico en comparación con el automotriz es abismal”, refiere.

El especialista resalta que este sector tiene grandes diferencias con cualquier otro, pero puntualiza que existen similitudes que pueden facilitar la migración de compañías y organizaciones que están siendo exitosas en diferentes sectores, como el automotriz, y pueden convertirse en proveedoras del sector aeroespacial.

No obstante, para el académico es fundamental  que antes de generar proyectos dentro del mercado, los estados diseñen estrategias íntegras entre gobierno, academia e industria privada que permitan, al paso de los años, impulsar un crecimiento sostenido para el sector.

Particularmente en la academia, Velasco Rodríguez apunta que las instituciones deben abrir programas educativos o modificar los existentes para formar ingenieros y operarios que compitan y ocupen cargos dentro de las nuevas empresas. Así, afirma, se podrá entender cuál es la lógica de las capacidades y competencias que las compañías van a demandar en el corto, mediano y largo plazos.

Argumenta que se debe trabajar en la formación de profesores en conjunto con las compañías para permitir que los alumnos sean competentes en el medio, lo que implica retos importantes de inversión para tener equipamiento y material de suministro al alcance de las aulas.

Precisamente de esta manera, la UNAQ, con 12 años de existencia, se ha constituido como un gran esfuerzo de la academia por soportar la llegada de la industria aeroespacial extranjera. Bajo su modelo educativo, se especializa en formar técnicos e impartir cursos destinados a fortalecer el sector de la manufactura aeronáutica.

Según menciona el rector, 96% de graduados se coloca rápidamente en un empleo del sector: “esto habla del impacto que se tiene para atender a un sector tan demandante y complejo como es el aeroespacial”, destaca al respecto.

La UNAQ también cuenta con planes y programas de TSU, ingenierías y maestrías: “somos una institución con todas las modalidades educativas para atender las diversas subindustrias del sector aeronáutico, con una oferta variada pero concreta; pertinente y de amplia flexibilidad que nos ha permitido atraer compañías por más de una década”.

Al igual que los esfuerzos de esta universidad, “Aguascalientes deberá entender y estudiar cuál es la agenda del crecimiento del sector aeroespacial”, afirma Eugenio Marín, quien resalta que es indispensable que las instituciones educativas se adentren al mercado para poder acelerar los cambios que se requieran para los cursos de formación especializados.

Para el CEO de TechBA, todas estas acciones podrán formar en el estado una base sólida para incursionar en la industria 4.0, un habilitador que considera transversal no sólo para el sector aeroespacial, sino para cualquier tipo de mercado con alto valor agregado.  

Querétaro, el caso de éxito del Bajío 

El estado de Querétaro es el estandarte de la región bajío y del país del sector aeroindustrial y, en gran parte, esto se debe a la fortaleza de Aeroclúster de Querétaro, una agrupación creada hace once años por empresas locales y extranjeras que pactaron colaborar para dar respuesta a las necesidades de un mercado que iniciaba su arribo al estado.

A la fecha, Aeroclúster de Querétaro agrupa 50% de la Inversión Extranjera Directa (IED) aeronáutica del país, sostiene un crecimiento promedio de 14% y genera más de 9 mil 500 empleos directos. Tan sólo en 2018, las más de 80 empresas que lo conforman generaron ingresos por más de mil 275 millones de dólares en exportaciones a destinos como Canadá, España, Francia, Alemania y Reino Unido.

Algunas de las compañías más representativas de la organización son: Bombardier Aerospace, Airbus Helicopters, MEGGITT, Aernnova Aerospace México, Grupo Safran, Tecnum, GEIQ, TechOps México, ITP Ingeniería y Fabricación, Duqueine Group, Dishon México y Aeroconsulteck.

Con el objetivo de seguir empujando el sector, el organismo visualiza un plan de desarrollo estratégico a nivel nacional que posicione a la industria aeroespacial como un asunto de Estado: “esto nos va a permitir generar las estrategias para la creación de una empresa aeronáutica con capital mexicano que sea relevante a nivel global”, señala Antonio Velázquez, director general de Aeroclúster de Querétaro. 

A emprender el vuelo 

Aguascalientes se encuentra en transición hacia una industria que podría colocar al país dentro de las diez naciones con más desarrollo en el mundo; sin embargo, según menciona Velázquez, el estado debe reconocer sus verdaderas fortalezas para generar estrategias de mayor impacto que atiendan efectivamente las necesidades del mercado: “tendrán que hacer estrategias de desarrollo regional que impulsen la industria que ya está establecida con base en su vocación”.

No obstante, agrega Eugenio Marín, “se debe ser creativo”. El experto reitera que algunos factores como el acceso a capital, la complejidad de las certificaciones y procesos o el acceso a la tecnología no son tan complejos como el cambio de pensamiento: “se tienen nueve años de retraso en entregas de aviones. La premura por desarrollar la cadena de suministro es muy alta;  si tú te fortaleces rápido vas a tener una oportunidad segura de tener contratos de alto valor; porque para entrar de lleno en esta industria se tiene que superar la prueba más álgida: la mentalidad”.

Para el especialista, Aguascalientes jugará un papel importante en el mercado aeroespacial de México posicionándose no como un competidor de los estados vecinos, sino como un complemento para hacer frente a la verdadera competencia: el mercado exterior. “Hoy los estados no compiten entre sí; tenemos que contender contra las grandes potencias del sector aeroespacial alrededor del mundo como Turquía, Indonesia, Marruecos. La verdadera competencia está en el extranjero”, sentencia Marín. 

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