De acuerdo con proyecciones de CONAPO para 2050 la población urbana en México crecerá 1.2 por ciento, al tiempo que el 80 por ciento de los mexicanos residirán en alguna ciudad y zona metropolitana del país, lo que implicará una demanda considerable de recursos que satisfagan las necesidades energéticas de la población.
Datos de la Secretaría de Energía revelan que, de la totalidad de viviendas en México sólo 3.5 por ciento hacen uso de la energía solar-fotovoltaica, sin embargo dicha proporción podría superar el 20 por ciento en los próximos 15 años si el costo de los equipos se reduce, los incentivos de gobierno se fortalezcan, se de paso a la entrada de mayores competidores al mercado nacional y se incremente el personal especializado para instalar y reparar estas tecnologías.
Según la consultora aRegional, en México existen actualmente 870 mil viviendas urbanas que siguen haciendo uso de leña y carbón como principal combustible, lo que genera CO2 y otros componentes nocivos que afectan a la salud.
En el mapa de uso de energía fotovoltaica en México se aprecia una mayor proporción de viviendas urbanas con paneles y calentadores solares en la región centro con una proporción promedio de 7 por ciento respecto al total de viviendas con esta tecnología en el país.
En esta área destacan las zonas metropolitanas de Zacatecas-Guadalupe, Ocotlán, la Ciudad de Tepatitlán, y Aguascalientes, quién se posiciona como el tercer territorio con mayor penetración de energía fotovoltaica aplicada a residencias con una proporción de viviendas mayor al 10 por ciento respecto al total de casas en la entidad.
En contraste las regiones capital y sur-este son las que menos alcance tienen a este tipo de tecnología con sólo el 2 y 1.1 por ciento de viviendas urbanas respectivamente. De acuerdo con la información, las viviendas hacen mayor uso de las energías fósiles debido a que el cambio tecnológico es lento, al tiempo que no existen plantas de generación de este tipo de energía como en el norte del país.