No solo en el Centro Histórico, también en otros puntos de la ciudad. La Jacaranda ya muestra indicios de que nos estamos acercando a la primavera, pues hacia finales de febrero y principios de marzo, regresa con fuerza y pinta de azul-violeta las principales calles de la capital potosina.
Cada año, cientos de árboles de jacaranda se convierten en protagonistas de magníficas panorámicas; frondosos árboles que ya comienzan a iluminar parques y jardines de varias plazas como la Alameda Juan Sarabia, el jardín de San Francisco, el jardín Colón Escontría, la avenida Himno Nacional, y hasta los patios centrales de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP).
Es un reto no pararse a capturar su belleza de camino al trabajo o la escuela, pues logra seducir la pupila de quiénes van transitando por la ciudad y se detiene a apreciar la hermosa vista que ofrece la madre naturaleza, tanto en San Luis Potosí, como en todo México.
¿Cómo llegó a México?
Según expertos historiadores, las jacarandas fueron traídas a México por los japoneses en 1910, floreciendo gracias a que tenemos un clima similar al del país asiático, ya que no llueve durante la primavera y se cree que su flor es muy similar al de los cerezos.
En tanto, otra versión sugiere que el árbol llegó a México procedente de Manaus, Brasil, a través del Puerto de Veracruz y desde entonces, cada primavera florece y embellece las principales calles. De cualquier forma, ya es de los favoritos por su color, aroma y belleza.
Finalmente, como dato interesante, durante la época de intenso calor, este árbol —que mide alrededor de 30 metros de altura— proporciona una enorme sombra que ayuda a templar la temperatura de los lugares en donde se encuentra.
Aquí algunas fotos:
