Hacia el siglo XIX comenzó la consolidación de lo que, en un principio, eran organizaciones de obreros con fines de manifestación. Este sería el primer paso para al sindicalismo con objetivos específicos, que buscaba la legalidad en aspectos económicos y sociales.
En favor de los derechos laborales, el 16 de septiembre de 1872 surgió en México la primera asociación de este tipo, denominada Círculo de Obreros. Hacia 1874 contaba con más de ocho mil trabajadores —en su mayoría artesanos y obreros de la industria textil—.
Posteriormente, se sentaron las bases de la Confederación de Asociaciones de Trabajadores de los Estados Unidos Mexicanos (1890) y, más adelante, en 1918, vio la luz la Confederación Regional Obrera Mexicana (CROM). Durante la década de los 20 se convirtió en el organismo representante de las exigencias de los trabajadores mexicanos.
Asimismo, otro antecedente fue la Confederación General de Obreros y Campesinos de México (CGOCM). Al disiparse, dio paso a la Confederación de Trabajadores de México (CTM), en 1936. En adelante, se agregaron diversos gremios como:
- Federación Nacional de Trabajadores al Servicio del Estado (FNTSE)
- Federación Revolucionaria de Obreros y Campesinos (FROC)
- Confederación Revolucionaria De Obreros y Campesinos (CROC)
- Congreso del Trabajo (CT)
- Sindicato Nacional de los Trabajadores de la Educación (SNTE)
A décadas del surgimiento de estos organismos, actualmente los sindicatos más poderosos en el país son: CROM, CROC, CTM, y más recientemente, la Confederación Autónoma de Trabajadores y Empleados de México (CATEM). Los tres primeros abarcan poco más del 50% de la fuerza trabajadora asociada en un sindicato en México.
El sindicalismo en la región
Actualmente, el poder de los líderes sindicales se enfoca en ser pilares de la representatividad obrera, así como puentes de diálogo entre las empresas y su recurso humano. Este trabajo se ha hecho correctamente en una de las regiones más importantes de la industria en México: el Centro-Occidente.
A nivel nacional y de acuerdo con la Dirección General de Investigación de la Secretaría de Trabajo y Previsión Social (STPS), los emplazamientos a huelga, que buscan la firma de un contrato colectivo, disminuyeron 88.9% (al cierre del 2021 y comparado con 2019). Así se puede constatar en los estados del Bajío:
| AÑO | Emplazamientos a huelga | Huelgas | Revisiones | Trabajadores involucrados | |
| Aguascalientes | 2019 | 51 | 0 | 96 | 25484 |
| 2021 | 36 | 0 | 125 | 30634 | |
| San Luis Potosí | 2019 | 113 | 0 | 122 | 46477 |
| 2021 | 40 | 0 | 19 | 17452 | |
| Querétaro | 2019 | 141 | 0 | 129 | 21596 |
| 2021 | 63 | 0 | 119 | 20700 | |
| Zacatecas | 2019 | 54 | 0 | 41 | 15449 |
| 2021 | 16 | 0 | 8 | 4495 | |
| Guanajuato | 2019 | 158 | 0 | 425 | 113786 |
| 2021 | 115 | 0 | 375 | 129156 | |
| Jalisco | 2019 | 191 | 0 | 307 | 54744 |
| 2021 | 145 | 0 | 270 | 51693 |
Fuente: STPS (DGIET), con información de la JFCA, Unidad de Funcionarios Conciliadores, empresas y sindicatos. Cifras anuales.
Un nuevo rumbo
De la voz de líderes de la región, hoy los sindicatos no sólo buscan proteger los derechos laborales, sino también promover el desarrollo social y personal para las y los trabajadores (y sus familias). De igual forma, priorizan la vinculación con otros sectores como salud, gobierno y educación.
Asimismo, abren paso a una democracia sindical que permita a los trabajadores elegir la mejor opción que los represente —fuera de cualquier interés personal o político—.