De acuerdo con la información del decimoquinto levantamiento de la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU), realizada por el INEGI durante marzo de 2017, el 72.9 por ciento de la población de 18 años y más consideró que vivir en su ciudad es inseguro, lo cual es estadísticamente equivalente al resultado de diciembre de 2016 (74.1 por ciento) y superior al nivel obtenido en marzo de 2016, cuando esta percepción fue de 69.9 por ciento.
La ENVIPE (Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública) estimó que 59.1 por ciento de la población de 18 años y más, a nivel nacional, ve a la inseguridad y delincuencia como el problema más importante que aqueja actualmente a su entidad federativa, seguido del desempleo, con 40.8 por ciento, y la pobreza, con 31.9 por ciento.
No se denuncia
La última ENVIPE estima que en México se denuncia uno de cada diez delitos. De estos, el Ministerio Público inicia averiguación previa o carpeta de investigación solo en seis de cada diez casos. Lo anterior, representa un 94 por ciento de crímenes no denunciados o en los cuales no se comenzó averiguación previa (cifra negra). Esto implica que la autoridad solamente conoce seis de cada cien delitos.
Entre las razones de no denunciar destaca: la pérdida de tiempo (33 por ciento) y la desconfianza en la autoridad (16.6 por ciento), lo cual quiere decir que la mitad de las razones son atribuibles directamente a quienes deberían procurar la justicia.
Del total de averiguaciones previas iniciadas por el Ministerio Público, en el 45.9 por ciento de los casos no pasó nada o no se resolvió la denuncia. Es decir, que al final del día, solo 3 de cada cien delitos cometidos alcanzan a trascender en el ámbito de la impartición de justicia.
Aguascalientes sigue siendo un estado tranquilo
Las ciudades donde la percepción de inseguridad es menor son: Puerto Vallarta, Mérida, Durango, Saltillo, Piedras Negras y Aguascalientes. En el polo opuesto están Ecatepec de Morelos, Villahermosa, Chilpancingo de los Bravo, la región norte de la Ciudad de México, Fresnillo y Coatzacoalcos, donde la percepción de inseguridad está altamente generalizada.
En la ENSU, se aprecia que la mitad de la población residente de la zona metropolitana de la ciudad de Aguascalientes, se siente insegura. En 2016, la inseguridad era percibida por cuatro de cada diez personas.
De acuerdo con el primer reporte trimestral de 2017, y calculando la proyección anual de los próximos trimestres, Aguascalientes tendrá un comportamiento semejante al de 2015 en incidencia delictiva del fuero común. Con el 1.08 por ciento de la población nacional, el estado ha presentado en los últimos 20 años el 1.07 por ciento de los delitos reportados por el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública.
El escenario tendencial de 2017 presenta una incidencia delictiva superior a la del promedio de los últimos 20 años. En la década de 2003 a 2012, se duplicó de 12,000 a 24,000 la ocurrencia de delitos registrados en averiguaciones previas iniciadas o carpetas de investigación reportadas por la Procuraduría de Justicia del estado, ahora denominada Fiscalía General.
En el primer trimestre de 2017, se han reportado 5,243 delitos del fuero común, lo cual permite considerar un escenario tendencial de 22,223 delitos reportables.
Los crímenes al alza en 2017 son: lesiones dolosas, amenazas, delitos sexuales, abigeato, homicidios culposos, despojo y extorsiones.
Como resultado de la ENVIPE, sabemos que uno de cada tres mayores de edad entrevistados aseguró haber sido víctima de algún delito en los últimos doce meses, lo cual significaría que se cometen en la entidad alrededor de 300,000 crímenes anuales. De ser así, en Aguascalientes se inician siete procesos de averiguación previa o carpeta de investigación por cada cien delitos (el promedio nacional es de seis).
La seguridad, una necesidad básica
Más que de seguridad pública, el problema de la delincuencia termina siendo de seguridad humana, según la acepción dada por Naciones Unidas que habla sobre “la ausencia de necesidad y de miedo”. Es decir, que cuando las personas tienen sus necesidades básicas satisfechas y se desenvuelven en sociedades pacíficas, existe la seguridad humana.
Lo contrario sucede cuando las necesidades insatisfechas se hacen cada vez más evidentes y la inseguridad afecta a una gran proporción de la sociedad, tanto en el papel de víctima como en el de victimario.
El número de personas que están delinquiendo en Aguascalientes ha sido poco dimensionado; pero se trata de decenas de miles de individuos que, en mayor o menor medida, están incurriendo en conductas delictivas en modalidades muy diversas y a distintas edades.
