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Ser un CEO en una normalidad alterna

México es un país por excelencia emprendedora. Los mexicanos prefieren abrir su propio negocio que ser empleados en alguna empresa. Un estudio realizado por Young Business Talents, un programa de simulación empresarial, encuestó a más de 8 mil personas entre 15 y 21 años en el país. El sondeo reveló que el 65.8% sopesa la opción de emprender, porcentaje ostensiblemente superior al 28.1% que prefiere trabajar en una organización y el 5.9% que aspira a trabajar en gobierno.

Difícilmente este amplio grupo de emprendedores contrata a un director general para empujar a su empresa de reciente creación. Por lo que en esencia, más de la mitad de los mexicanos busca ser el propio director o CEO (Chief Executive Officer, por sus siglas en inglés).

El problema es que no muchas empresas saben el papel que debe jugar un CEO en su rendimiento. Según explica el Grupo Financiero Monex, una de las instituciones financieras más importantes a nivel global, un CEO es la persona que desempeña el puesto más importante de la compañía (generalmente el fundador de la misma) al establecer las estrategias tomando en cuenta el contexto actual y futuro.

“Es quien define el propósito, la misión y la visión. Es el responsable de proveer los recursos necesarios (financiero, humanos, físicos e intangibles) para que la empresa subsista”, detallan.

En concreto, un CEO es el capitán que conduce la embarcación hacia un objetivo específico. Sin embargo, ¿qué valores debe tener una figura tan relevante como esta?, ¿cuál es su papel en tiempos de crisis como los que atraviesan las compañías actualmente debido a la pandemia?, ¿cómo debe ser su liderazgo?

Líder Empresarial conversó al respecto con Daniel Marcos Hadjopulos, cofundador y CEO de Growth Institute, consultora de educación ejecutiva en línea que brinda atención a empresas grandes y pequeñas en más de 65 países.

¿Un CEO nace o se hace?

Si algo conoce a la perfección Daniel Marcos Hadjopulos es la conducción y dirección de una empresa; de joven emprendió su primera empresa de servicios financieros online, Finanzas Web, la cual vendió a Patagon, firma argentina líder en finanzas, convirtiéndose en director general de Patagon México.

Daniel Marcos establece un paralelismo entre un CEO y un director de orquesta: este último no tiene por qué ser el mejor violinista, pianista, chelista, etcétera, pero debe entender a la perfección las funciones específicas de cada uno de sus integrantes y ensamblar sus capacidades para que interactúen e interpreten de la mejor manera posible.

Asimismo, el cofundador de Growth Institute señala que antes de dirigir a una organización, el CEO debe trabajar en él mismo para estar en óptimas condiciones para liderar un equipo. “Primeramente el CEO tiene que enfocarse en él. Esto lo he visto mucho en Latinoamérica, está tratando de dar tanto de sí para con sus empleados que se descuida de su condición física y anímica. Si no tienes energía y traes problemas personales, no
podrás guiar a tu equipo”
, comenta.

Para ello, Daniel Marcos sugiere establecer rutinas y dedicarse tiempo para uno mismo. Ejemplo es la filosofía de los grandes CEO como Jeff Bezos o en su momento Steve Jobs, quienes han sido famosos por implementar hábitos rigurosos y estrictos.

Nick Hobson, doctor en Psicología y Neurociencia por la Universidad de Toronto, ha explicado que esto puede obedecer a la motivación de los líderes de estructurar su entorno para adquirir una sensación de dominio y control cuando todo lo demás es incierto:

“Una manera de lidiar con la incertidumbre es repensar las estructuras internas y externas de nuestros entornos. Esto significa reestructurar tu vida, dentro y fuera, para que el entorno en el que te encuentres sea percibido por el cerebro como más previsible y ordenado”.

Posteriormente, el CEO debe tener una capacidad de persuasión elevada para conformar al mejor equipo posible que conduzca a la organización al éxito: “Volviendo al ejemplo: un director de orquesta no puede generar buena música, lo que hace es generar que un equipo de músicos esté muy bien coordinado para que produzca excelentes piezas. Es exactamente así”.

Con lo anterior bien amarrado, el CEO deberá definir el rumbo de la empresa. En este proceso, es imperativo analizar minuciosamente fortalezas, oportunidades, debilidades y amenazas para conocer el camino que llevará a la empresa a cumplir sus objetivos.

“El CEO debe analizar tendencias y hacer lo mejor posible para subirse a ellas, pero su análisis debe ser basado en datos, no creencias […] debe ponerse objetivos a largo plazo con base en lo que no va a cambiar en el mundo”.

En este proceso, el líder necesita aprender a delegar correctamente. Por ello, Hadjopulos considera que es importante dar confianza y establecer una comunicación clara y efectiva para que no haya confusiones o malentendidos que entorpezcan el mensaje.

Liderar en tiempos de COVID-19

Ante un escenario inédito dominado por el peor problema de salud pública a nivel mundial en más de cien años, es natural que surjan dudas sobre cómo gestionar y manejar una crisis caracterizada por la incertidumbre (sanitaria, económica, laboral, social, personal) ante los colaboradores.

Daniel Marcos no hesita: lo primero que debe hacer un líder es no esconderse. “Entre más estamos en crisis, el ser humano necesita más contacto”, argumenta.

En una entrevista para el Foro Económico Mundial, el profesor de Dirección y Psicología en la Escuela de Negocios Wharton de la Universidad de Pensilvania, Adam Grant, señaló que esta es una época donde los líderes deben ser compasivos y flexibles.

“Ésta (la pandemia) no es un experimento por el que ninguno de nosotros optó, pero mientras estemos atrapados en él, como líderes, es una oportunidad para decir ‘si impongo menos control sobre los horarios y planes de las personas, eso me va a enseñar si puedo confiar en ellos o no’”.

El especialista también arguyó que los tiempos actuales suponen una oportunidad para que los CEO enfoquen su atención en descubrir cómo le va a su gente en el día a día y aprender sobre sus colaboradores: “Es una oportunidad para que digan ‘no siempre he aprendido tanto sobre los valores, intereses, fortalezas y motivaciones de mis empleados como debería, y qué mejor momento que ahora’”, manifestó.

Daniel Marcos comparte la postura y advierte que la manera en que los líderes traten a sus colaboradores en esta época puede definir el futuro de la organización: “Muchas empresas van a sobrevivir, pero van a ser muertos vivientes, con un equipos muy golpeados y cansados. Hay que entender que si para la empresa está difícil, para tus empleados está mucho más complicado”.

En este sentido, el CEO de Growth Institute ha aprovechado las circunstancias actuales para reforzar la cultura laboral y las relaciones interpersonales en la organización, sin el teletrabajo como excusa. Un ejemplo de ello es la videoconferencia que sostuvo con su equipo en la que un colaborador impartió de manera distendida una clase de cocina para sus compañeros.

Firmas como Yotpo, IMPACT’S y SecureAuth han hecho actividades similares: concursos de talento y manifestaciones artísticas son parte de la rutina laboral incorporada al home office para eliminar el estrés y coadyuvar a una mejor integración de los colaboradores: “Escucha a tu gente y no te escondas. Entiende que todos la estamos pasando igual de mal”, concluye Marcos Hadjopulos.

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