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Semana Santa: Una celebración atrapada en la crisis

El 19 de marzo de este año, la Penitenciaría Apostólica, a través de su Oficina de prensa de la Santa Sede, en la ciudad del Vaticano, en Roma, publicó el primer “Decreto de la Penitenciaría Apostólica relativo a la concesión de indulgencias especiales a los fieles en la actual situación de pandemia”. 

En éste, además de dar puntuales indicaciones respecto a sus actividades religiosas en todo el mundo ante la crisis sanitaria provocada por el COVID-19, la Santa Sede abre este documento con la siguiente cita de san Pablo: “‘Con la alegría de la esperanza; constantes en la tribulación; perseverantes en la oración’ (Rom 12:12)”.

Sevilla, 09/04/2020. CORONAVIRUS. JUEVES SANTO. Iglesia de la Anunciación, de donde hubiera debido salir la Hermandad de El Valle. Fotografía: Juan Flores/Archsev.

Estas palabras resuenan en un mundo trastocado por la pandemia del COVID-19, la cual lo ha llevado a replantear el actuar del género humano en pleno siglo XXI, un siglo que se ha caracterizado por la velocidad manifiesta de una llamada globalización que ha quedado suspendida.

Se dice que sin la historia de la Iglesia (con mayúscula), no podría contarse la historia de la humanidad, y en tiempos aciagos como los que estamos viviendo, cobra mayor relevancia el sentido de la Semana Santa (para quienes profesan la religión).

No obstante, la misma historia, tanto de la Iglesia como de la humanidad, es inherente a las diversas manifestaciones culturales que van surgiendo en ese intento por mantener la esperanza, o para reafirmar la fe y las identidades de los pueblos.   

Semana Santa o Triduo Pascual, su historia bíblica

SEVILLA. 09.04.20. Jueves Santo. Reportaje en la Iglesia de La Magdalena, sede de la Hermandad de El Calvario. FOTO: JUAN FLORES. ARCHSEV.

La Semana Santa o Triduo Pascual (“pascua” o pesaj en hebrero, que significa “saltar”), que también se ha ido adecuando al siglo XXI en un contexto de festividad por la resurrección de Cristo, posterior a la Cuaresma, es la representación de la liberación del pueblo judío de la esclavitud de Egipto obrada por Dios a través de Moisés, y el sacrificio del cordero pascual.

Un simbólico acto que se interpreta como la muerte redentora de Cristo en la cruz, misma que, a su vez, se traduce en la transformación de la vida de un cristiano. Esta historia bíblica es narrada en el Libro del Éxodo, pero también en la Hagadá de Pesaj o Relato de Pesaj, que es el texto tradicional judío que se lee en la mesa del Séder.

En este sentido, el Triduo Pascual, que son los tres días “santos”, viernes, sábado y domingo, en los que se recuerda la pasión, muerte y resurrección de Cristo, y al que se le añade el jueves como prefacio, conforman la Semana Santa (Triduo Santo), la liturgia que se ha extendido en los países fieles a la religión, manifestando también el sincretismo de sus pueblos.

SEVILLA. 25.3.16. Semaba Santa, Viernes Santo, Madrugada. Hermandad de la Macarena. Luces de la oscuridad. FOTO: J.M.SERRANO. archsev

Semana Santa en España y México, patrimonio cultural

Hay dos eventos –aunque no los únicos– que, como mexicanos, podemos considerarlos parte de nuestra cultura y, por ende, de nuestro inherente sincretismo histórico. Éstos son Semana Santa en España, y Semana Santa en Iztapalapa, en Ciudad de México (CDMX).

El primero fue declarado Manifestación Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial el 11 de abril del 2017 por el Ministerio de Educación, Cultura y Deportes del Estado español, y también abrió un expediente para declararlo Manifestación Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad ante la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO, por sus siglas en inglés).

SEVILLA. 24.3.16. Semana Santa, Viernes Santo.Hermandad del Cachorro. FOTO: J.M.SERRANO. archsev

Mientras que el segundo, el 2 de abril del 2012 el Gobierno de la CDMX declaró a la Representación de la Semana Santa de los ocho barrios de Iztapalapa como Patrimonio Cultural Intangible de la Ciudad de México, y también lo han propuesto para su reconocimiento como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad ante la UNESCO.

Al igual que en España, donde sus pueblos andaluces conformados en sus orígenes por moriscos y musulmanes, recrean estas representaciones de manera espectacular, como lo son las procesiones, siendo las más conocidas a nivel internacional las que realizan las cofradías de las provincias, principalmente en Sevilla, en el otro lado del Atlántico, en Iztapalapa el arraigo católico de la Corona española se manifiesta con otro lenguaje, el mexicano.

Los antecedentes de esta representación radican en el año 1833, cuando una epidemia de cólera morbus causó graves estragos, en los meses de agosto y septiembre, en Veracruz, Guanajuato, Ciudad de México y, por ende, en el pueblo de Iztapalapa.

La tradición oral de sus pobladores cuenta que los sobrevivientes, en su mayoría niños y adolescentes, suplicaron piedad al Señor de la Cuevita, celebrando una misa que, en lo sucesivo, harían cada año en su santuario, y que ésta, a partir del año 1843, se extendería a los días de Semana Santa en la parroquia de San Lucas, en la que se realizó en un viernes santo la primera representación de la pasión de Cristo.

El 25 de marzo la Santa Sede publica una actualización en el segundo Decreto ante “la rápida evolución de la pandemia del Covid-19 […] y dado que la fecha de Pascua no se puede transferir, en los países que han sido afectados por la enfermedad y donde se han impuesto restricciones en torno a la asamblea y el movimiento de personas, los obispos y los sacerdotes pueden celebrar los ritos de la Semana Santa sin la presencia de la gente y en un lugar adecuado”.

Sevilla, 09/04/2020. CORONAVIRUS. JUEVES SANTO. Iglesia de la Anunciación, de donde hubiera debido salir la Hermandad de El Valle. Fotografí­a:Juan José© Ãšbeda/Archsev.

España, uno de los países más azotados por la pandemia, suspendió tajantemente esta celebración, aunque sus fieles hacen oración en sus hogares, y “los medios de transmisión telemática en vivo (no grabada) pueden ser de ayuda”. Mientras tanto, en Iztapalapa, sus pobladores (y miles de seguidores en todo el país) “celebran” la 177 representación de la pasión de Cristo, vía remota, es decir se transmite en vivo…

Fuentes de información y de fotografías: https://press.vatican.va/content/salastampa/es/bollettino.html, https://sevilla.abc.es/pasionensevilla/ y https://semanasantaiztapalapa.com.mx/

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