Los belgas ya tendrán el derecho a una semana laboral de cuatro días sin que esto represente una disminución en su salario, esto luego de una revisión de las leyes laborales incentivadas por la pandemia.
La opción para los empleados de extender su jornada laboral y ampliar su fin de semana a tres días se aprobó entre un paquete de reformas económicas del gobierno belga este martes.
Las compañías tienen la facultad de rechazar la solicitud de un colaborador para una semana laboral condensada, según la cual trabajarán el mismo total de horas, pero los empleadores deberán justificar su respuesta por escrito.
Trabajar menos y producir lo mismo
El primer ministro de Bélgica, Alexander De Croo, dijo que el objetivo de las reformas del mercado laboral, incluidas las nuevas reglas sobre el trabajo nocturno, era crear una economía más dinámica y productiva:
“Si comparas nuestro país con otros, a menudo verás que somos mucho menos dinámicos”, dijo. “Después de dos años difíciles, el mercado laboral ha evolucionado. Con este acuerdo, estamos estableciendo los puntos de referencia para una buena economía”.
Te podría interesar:
¿Qué otros países han optado por la semana laboral de cuatro días?
La semana laboral de cuatro días se probó en Islandia entre 2015 y 2019, y desde entonces se ha convertido en la elección del 85 % de la población activa del país que ahora trabaja entre 36 y 35 horas semanales.
Una prueba de seis meses de una semana de cuatro días comenzará en 2023 en Escocia con un fondo de £ 10 millones que el gobierno puso a disposición de las empresas participantes.
España es otro de los países que ha propuesto a su gobierno llevar a cabo un programa piloto para probar la semana laboral de cuatro días, reduciendo la jornada un 10%, es decir cuatro horas menos. Un total de 36 horas a la semana, cuatro horas más de las 32 que proponía el partido político Más País en el modelo original.