“¿Te gusta conducir? Ven y gana mucho dinero”. Esta frase acompaña a un anuncio que Uber, la red más famosa de autos privados compartidos, lanzó a mediados de este año para captar nuevos socios. Aunque esta publicidad no ha desaparecido totalmente de Facebook, la empresa comenzó a sustituirla por un “gana dinero extra”, que posiblemente corresponda mejor con su realidad en México.
La aplicación comenzó a funcionar en Aguascalientes en marzo de 2016, tres años después de haberse posicionado con éxito en la Ciudad de México. Su entrada en el estado no estuvo exenta de polémica debido a la presión de los taxistas, pero sus partidarios la defendieron porque amplía las opciones de transporte y representa oportunidades de empleo.
Uber como fuente de empleo
Para conocer la verdadera rentabilidad que obtiene un socio de esta compañía, hay que tener en cuenta varios factores. Las utilidades finales de los socios se obtienen restando de la factura de cada viaje: la comisión del chofer (28 por ciento), la comisión de Uber (25 por ciento) y el costo de la ruta. Este último integra daños o reparaciones del vehículo, servicio de telefonía, plan de datos, verificación vehicular, tenencia, servicios, lavado de la unidad, entre otros gastos. Una vez cubierto todo esto, la ganancia neta media se calcula en 5,000 pesos mensuales, dependiendo de las horas que se conecte el socio o chofer.
«En una urbe con una población pequeña y con distancias cortas como Aguascalientes, Uber se convierte en un negocio menos rentable»
Los ingresos de los socios varían de una ciudad a otra, por ejemplo, aquellos que laboran en urbes como la Ciudad de México –donde sus tarifas son de 35 pesos, la mínima, con 7 pesos de base, 1.80 pesos el minuto y 3.10 pesos por kilómetro– ganan más que los que se encuentran en ciudades como Aguascalientes.
En una urbe con una población pequeña y con distancias cortas como Aguascalientes, Uber se convierte en un negocio menos rentable: se manejan tarifas de 20 pesos como el mínimo, con 6 pesos de tarifa base, 1.50 pesos el minuto y 3 pesos el kilómetro, por lo cual las ganancias netas son de menos de 10 pesos por traslado.
Así, para alcanzar una utilidad mensual de 8,000 pesos, es necesario realizar 1,333 viajes al mes, lo que corresponde a 44 viajes diarios. Por lo tanto, cada automóvil debería recorrer 1,751 kilómetros mensuales, dando un total de 23 horas diarias de actividad. Dicho cálculo se basa en los costos fijos relativos a la inversión del vehículo y la distancia recorrida por este, así como el tiempo del recorrido, los gastos extra derivados de las necesidades del auto y las comisiones correspondientes a la compañía y al chofer, en caso de contar con uno.
Un negocio que se desinfla
Para Víctor Armendáriz, su andar con la empresa comenzó como un negocio 100 por ciento rentable, el cual, pasando los meses, dejó de serlo. Este ex socio inició sus actividades en la Ciudad de México con cuatro automóviles dentro de la plataforma, los cuales generaban cerca de 8,000 pesos mensuales cada uno. Sin embargo, pasando el tiempo y al hacerse popular la aplicación, más vehículos comenzaron a darse de alta.
«Un conductor de Uber en Francia puede ganar 400.16 pesos por hora, mientras que un socio en México gana 90.23 pesos»
Uber no tiene un límite de choferes que pueden estar en línea para el servicio Uber X, por lo que, conforme han aumentado, se rebasó la capacidad de la demanda, provocando que viajes que antes brindaban una factura de 120 pesos se redujeran a la mitad, según relata Tomás, quien vio cómo las utilidades comenzaron a caer.
Según un reporte de Uber en EUA, un conductor en Nueva York está ganando en promedio 343.17 pesos mexicanos por hora. En Francia, la cantidad puede ascender a 400.16 pesos, de acuerdo con datos de la Escuela de Economía de Toulouse Augustin Landier y David Thesmar; mientras que en México un socio gana únicamente 90.23 pesos, según el INEGI.
“Si pones en una balanza lo que te desgastas en comparación de lo que ganas, no está bien equilibrado”, opina Víctor. Las ganancias de los socios varían debido a ciertas estrategias implementadas por la compañía, pero estas no siempre representan un beneficio para quien presta sus servicios a través de la aplicación.
Una de las modalidades ha consistido en reducir las tarifas para generar interés en los usuarios y alejar a la competencia. También se ha puesto en marcha el «UberPool», mediante el cual varios pasajeros pueden utilizar el mismo automóvil para ir a diferentes destinos. El problema –se quejan los conductores‒ es que esta práctica acaba reduciendo la ganancia y aumenta el gasto de gasolina. Por si fuera poco, Uber penaliza a los conductores que se nieguen a tomar dichos viajes.
Así, algunos socios han llegado a sentir que la empresa no los escucha y solo se interesa en satisfacer a los clientes: “Pueden regalar el trabajo de los demás para mantener a sus usuarios”, afirma Víctor.
El caso de Aguascalientes
Los socios conductores en Aguascalientes comenzaron con una utilidad aproximada de 6,000 pesos mensuales. Se trata de una cantidad cercana al salario medio en una de las entidades con los sueldos más bajos del país, aunque hay que tener en cuenta que, al no ser un empleo formal, un trabajador de Uber no recibe prestaciones.
«Algunos otros socios aseguran haber encontrado el equilibrio»
La mayor parte de los entrevistados coincide: la única manera de lograr un buen negocio es contar con vehículo propio y conducirlo para evitar los gastos del chofer. Es el caso de Arturo Arellano, de Aguascalientes, quien, tratando de cubrir los gastos de su automóvil con las ganancias obtenidas con la aplicación, aprovechó la Feria Nacional de San Marcos de este año, condujo y logró cumplir su meta mensual, sin llegar a la cantidad prometida por la empresa. Posteriormente, se convirtió en socio y contrató a alguien más para continuar con el negocio. “Sigo dado de alta, sin embargo, mi conductor renunció y yo no tengo el tiempo para continuar, aunque ya no seguiría mientras continúe viendo que uno debe sacrificarse mucho para ganar poco”, comenta. Arturo destaca que para obtener una ganancia elevada es necesario tener múltiples choferes o uno que se encuentre laborando más horas de las permitidas por ley.
Algunos otros socios no ven esto como un problema y aseguran haber encontrado el equilibrio. Manuel López Padilla, socio y conductor, considera muy completo el trabajo con la compañía: “No he tenido ningún problema y estoy muy contento haciendo lo que tengo que hacer”. Manuel ingresó a la plataforma pensando en obtener un ingreso extra y ha logrado alcanzar una meta mensual de aproximadamente 14,000 pesos. Sin embargo, su horario va de 10 a 12 horas diarias, durante 7 días a la semana. “Es pesado porque hay que despertar temprano, pero me permite ir a casa a comer y activarme a la hora que yo quiera; puedo controlar esas situaciones, decidir mi cuota por día y elegir cuándo descansar”, señala.
Para Manuel, el porcentaje de Uber no es injusto, pues ellos fueron los que inventaron la aplicación y le están dando la oportunidad de tener un empleo que se acomode a sus horarios. El único inconveniente que ve es la sobrepoblación de vehículos en servicio: “Debería haber un límite de autos registrados; no sabemos si pondrán un límite, pero se debe tener presente para que no exista mucha oferta y poca demanda de usuarios”.
El punto de vista de Uber
Limitar el número de socios no parece estar entre las intenciones de Uber. Según declaraciones para Líder Empresarial, la empresa se deslindó de las demandas de estos, argumentando que, en cualquier caso, son socios y no empleados de la plataforma, por lo cual no considera que se esté ofreciendo un trabajo precario.
Para los ejecutivos de la compañía, la disminución en las tarifas incrementa el número de usuarios, lo cual a su vez beneficia el ingreso de los socios. Además, defienden que el alza en la comisión de Uber funciona para realizar mejoras en la aplicación.
Un estudio realizado en la Universidad de Chicago muestra que el cambio en las tarifas, ya sea su disminución o su incremento por medio del sistema de tarifa dinámica, sirve para mantener el equilibrio entre el número de conductores y el número de clientes. Es decir, cuando las tarifas bajan se busca atraer a los usuarios y cuando las tarifas suben es para atraer a los conductores, pues esto les permite incrementar sus ingresos y asegurar viajes con costos elevados.
La inclusión laboral
Pero si la irrupción de Uber en México no pasa de un mero complemento al ingreso familiar, hay un aspecto en el que la empresa sí ha logrado marcar una diferencia en el ámbito laboral mexicano: la inclusión de personas con discapacidad.
En el país, aproximadamente un millón de personas, y más de 40,000 en Aguascalientes, padecen de alguna discapacidad, pero menos del 30 por ciento se desarrolla profesionalmente. En este sentido, la compañía se ha destacado por ser incluyente: tener una discapacidad no es impedimento para desempeñarse dentro de la red, siempre y cuando esta no interfiera con la labor de conducir apropiadamente.
Esta particularidad hizo que Uber se convirtiera en trending topic a finales de septiembre, cuando un usuario compartió en su cuenta de Facebook su experiencia con un chofer que tenía una discapacidad auditiva. El arquitecto de 29 años relató su conversación con un conductor, a su vez, de 58 años: “No hay trabajos para personas como yo. Uber me salvó literalmente de ser un paria y me convirtió en alguien que puede ser tratado con respeto y que puede comer, pero solo para eso alcanza. Esa es la realidad”.