La actividad industrial de México se frenó en noviembre al no presentar variación alguna en su comparación mensual, reveló el más reciente Indicador Mensual de la Actividad Industrial (IMAI) que publicó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
Para el análisis de Banorte, el dato es positivo al considerar el alza de 0.4% durante octubre. Con este resultado, explicó la consultora, el sector está 0.8% debajo de su nivel de febrero de 2020 (usado como métrica pre-pandemia) y todavía 4.5% menor que su máximo histórico de septiembre de 2015.
Por componentes y con series ajustadas por estacionalidad, la construcción aumentó 0.7%, mientras que el ramo de ‘generación, transmisión y distribución de energía eléctrica, suministro de agua y de gas por ductos al consumidor final’ subió 0.4 %.
En contraste, las industrias manufactureras y de minería disminuyeron 0.5% cada una.
Para la consultora, la vulnerabilidad de las cadenas productivas en algunos sectores, así como las presiones inflacionarias acumuladas y el apretamiento monetario que ha llevado a un escenario más deprimido son las principales razones que provocaron la caída mensual de las manufacturas.
En el caso del sector minero, la caída estuvo principalmente inducida por la volatilidad de los ‘servicios relacionados’, así como la contracción del sector petrolero.
A tasa anual, el IMAI incrementó 2.9% en términos reales. Por sector de actividad económica, el balance para cada uno fue de:
- Generación, transmisión y distribución de energía eléctrica, suministro de agua y de gas por ductos al consumidor final: 5.5%
- Industrias manufactureras: 4.5%
- Construcción: 0.8%
- Minería: -0.5% .
¿Qué se espera la industria para el cierre del año?
Con las cifras de noviembre, la expectativa sobre el cierre de la industria en 2022 es de una ligera moderación relativa al tercer trimestre, detalló el análisis de Banorte.
Esta proyección estaría relacionada a la desaceleración de la demanda de bienes relativos a los servicios en Estados Unidos y el efecto estadístico de la recuperación lograda hasta ahora.
Del lado positivo, una normalización de los costos de transportación marítima, así como una caída relevante en los precios de energéticos a nivel internacional y local significarían menores presiones en los costos de producción durante el último trimestre del año pasado.