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Luego de un fin de semana largo el peso mexicano amanece bastante presionado, al punto que es más fácil que vuelva a alcanzar mínimos históricos (18.79 unidades) a que regrese a los 17 pesos por dólar (ppd), que era una posibilidad que la semana pasada se veía más cercana.
Incluso, Banco de México (Banxico) ya vendió los 200 millones de dólares (mdd) a través de la subasta ordinaria y es muy factible que también la subasta suplementaria se active.
La moneda local está incorporando las presiones de ayer luego de que los datos en China volvieron a poner en duda una mayor desaceleración en la segunda economía más grande a nivel mundial. Y es que el Índice de Gerentes de Compra (PMI, por sus siglas en inglés) del sector manufacturero cayó a un mínimo de tres años.
Sin embargo, la mayor parte del debilitamiento del peso mexicano es por el desplome de los precios del petróleo, los cuales hoy vuelven a encender las alarmas ya que el West Texas Intermediate (WTI) cotizó en 29 dólares por barril (dpb).
Los inversionistas están preocupados por un menor crecimiento a nivel global, pues cada vez son más las empresas del mundo que se ven afectadas por la caída no sólo del petróleo sino de las materias primas.
Adicionalmente, el tipo de cambio también se ve presionado por la relación que tiene con el real brasileño, el cual se deprecia poco más de 1% resultado del deterioro que vive la economía carioca.
Por otra parte, la agenda de indicadores macroeconómicos en Estados Unidos (EUA) está prácticamente vacía, sólo se esperan las declaraciones del presidente del banco de Kansas City, Esther George, quien dará un discurso sobre la economía, en Kansas City, Missouri.