Si Texas fuera un país, sería la décima economía más fuerte del mundo, con un valor aproximado de 1.7 billones de dólares de su Producto Interno Bruto (PIB). Algunos factores que caracterizan a este estado americano son su entorno propicio para los negocios, una carga tributaria baja para las empresas (no cobra impuestos sobre ingresos personales o corporativos), un capital humano sumamente capacitado, una red de centros educativos de altísimo nivel y una estructura regulatoria óptima.
Dentro de este monstruo económico, destaca San Antonio, la segunda ciudad más poblada del estado (1.5 millones de habitantes), una de las más dinámicas económica e industrialmente, y hogar de compañías consideradas Fortune 500 como Valero, USAA, Clear Channel y NuStar.
¿Existen oportunidades para establecer una relación entre la ciudad norteamericana y Aguascalientes? Sí las hay, según establece Jill Metcalfe, directora de Casa San Antonio, oficina de Comercio Exterior de la ciudad texana en México.
Primeramente, refiere Metcalf, 60% de la población de la ciudad tiene ascendencia hispana, lo que facilita una afinidad y proximidad mayor con los empresarios mexicanos: “Muchas veces no se le presta la debida atención a las diferencias culturales, pero generalmente dificulta la adaptación. En San Antonio ese obstáculo no es tan grande, hay un mejor entendimiento entre las partes”, señala.
Por otra parte, menciona Jill, los pilares económicos que sostienen el desarrollo de la ciudad estadounidense son los sectores de Salud y Biotecnología, Manufactura Avanzada (automotriz y aeronáutica), Tecnologías de la Información, Ciberseguridad y Energías Renovables. Estas industrias empatan con el proyecto de diversificación económica emprendida por el Gobierno del Estado de Aguascalientes:
“Hay un potencial enorme [de cooperación]. Hay paralelos que nos pueden fortalecer a ambas ciudades; el desarrollo de este tipo de alianzas y trabajo en común beneficia directamente a los empresarios valientes que deciden expandirse a otras ciudades”, afirma la directora de Casa San Antonio.
Por último, refiere Jill, el otro elemento que puede favorecer una relación idílica son las numerosas organizaciones sanantonianas encargadas de desarrollar misiones comerciales y agendas de negocio para las compañías mexicanas.
Una de ellas es el Centro Internacional para el Desarrollo de Empresas en San Antonio, a cargo de Free Trade Alliance, que por más de 20 años ha asesorado y capacitado a empresas mexicanas para ayudarlas a expandir sus negocios hacia Estados Unidos:
“La gran mayoría de las empresas, independientemente de su tamaño, necesitan de asesoramiento. Nosotros tenemos muchas organizaciones que ofrecen a empresarios esa capacitación para ingresar al mercado”, finaliza Jill.