“Sostengo que cuanto más indefensa es una criatura, más derechos tiene a ser protegida por el hombre contra la crueldad del hombre”
Mahatma Gandhi
No cabe la menor duda, el inicio del 2017 no fue el que los mexicanos esperábamos. Este año nos encontramos frente a una situación crítica, derivada de los cambios que han sucedo últimamente: el “gasolinazo”, la cancelación de la planta de Ford en San Luis Potosí y la inminente llegada de Donald Trump a la presidencia de los Estados Unidos.
Sin embargo, existe otra noticia a la cual no se está dando la importancia que merece: el aumento al salario mínimo. Al iniciar el 2017, el salario mínimo subió a 80.04 pesos diarios, lo que significó el mayor incremento en los últimos 17 años. Esto supone que el poder adquisitivo de la población podrá recuperarse, sin llegar a afectar la estabilidad de los precios o el empleo formal.
Antes de criticar el aumento al salario mínimo, es necesario comprender qué es y qué es lo que se prevé que una persona pueda adquirir con el “salario mínimo”.
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De acuerdo con la Ley Federal del Trabajo, el salario mínimo es “la cantidad menor que debe recibir un trabajador por los servicios prestados por una jornada de trabajo”. De esta definición se entiende que el salario deberá ser suficiente para satisfacer las necesidades normales de un jefe de familia en los siguientes órdenes: material, social y cultural.
El salario mínimo se fijará por la Comisión Nacional de Salario Mínimo, que tendrá representantes de los trabajadores, patrones y gobierno cuya función será: establecer las bases y elementos de fijación de los salarios mínimos generales y profesionales para elevar el nivel de vida de la y los trabajadores que los perciban y sus familias, de manera de los productos que validen el derecho al trabajador de una vida digna.
Una vida digna… ¿Realmente podemos darnos una vida digna con el salario mínimo? De acuerdo con el gobierno, consejo de representantes, este aumento permitirá que los trabajadores mexicanos recuperen parte del poder adquisitivo. El gobierno señala que existirá una recuperación del 15% del poder adquisitivo real del salario.
Pero debemos recordar que toda historia tiene dos versiones. Según estudios de la Universidad Autónoma de México, en los últimos 29 años, el poder adquisitivo de los trabajadores mexicanos ha caído en un 79.55%
El reporte señala que si el salario sigue aumentando en 3.9% (porcentaje que subió para el 2017) y no existe inflación, tendríamos que esperar hasta el 2044 para que el salario mínimo alcance para comer. Esto nos permite concluir que, con el salario mínimo actual, las familias mexicanas pueden adquirir la canasta básica de hace 17 años.
La Ley Federal del Trabajo prevé los mínimos necesarios para mitigar el abuso que se ha observado a lo largo de la historia en contra de la clase obrera, desde jornadas de sol a sol hasta los miserables salarios que se observaban en la revolución industrial. Lo cierto es que el “salario mínimo” es uno de esos mínimos indispensables que debe permitir a la clase obrera la tan deseada vida digna, situación que es muy diferente a la realidad actual.