Fernando Hernández Chávez, director nacional de UVM for Business
Cuando hablamos de retención de talento en las empresas, de inmediato se piensa en la parte económica. Sin embargo, luego de la pandemia por COVID-19, los encargados de Recursos Humanos se han dado cuenta de que los empleados empiezan a valorar más el llamado “salario emocional”.
El salario emocional radica en los beneficios no económicos que se le pueden otorgar a un trabajador. Fernando Hernández Chávez, director nacional de UVM for Business, de la Universidad del Valle de México, explica que este tipo de prestaciones para los trabajadores, en muchos de los casos, es mucho más atractiva que, incluso, el aumento de las remuneraciones económicas.
“Las empresas se dan cuenta que uno de los salarios emocionales más importantes es la capacitación, si no es que es el más importante. Cuando a un colaborador le dices: ‘te voy a subir tres mil pesos mensuales’, y él tiene un ingreso de 50 mil, tres mil pesos es el 7%. Dice ‘muchas gracias’, pero no lo ve tangible como un gran beneficio. Cuando esos tres mil pesos se los das en un diplomado, cambia completamente”, finaliza.
Según datos proporcionados por UVM for Business, mientras que, en Europa, en los últimos tres años, el 30% de los trabajadores ha tenido una capacitación externa, sólo el 5% puede acceder a este beneficio en México.
Con un ejemplo, Hernández Chávez explicó que, en una gran compañía de tiendas de conveniencia en nuestro país que contrató a UVM for Business para sus programas de capacitación, se logró detener la rotación de personal en un 70%.
“De un total de dos mil cajeros, con una alta rotación, al ofrecerles la prepa abierta como una prestación de la empresa, se logró detener la rotación de personal en un 70%”, comparte.
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