Rusia anunció que ya comenzó a devolver a sus cuarteles algunas de sus unidades militares desplegadas cerca de la frontera con Ucrania, las cuales elevaron la tensión internacional haciendo temer de un inminente ataque a su país vecino.
Sin embargo, el Ministerio Ruso de Defensa no especificó dónde estaban ubicadas las tropas, ni la cantidad de soldados que se marcharían. Desde finales del año pasado, el Kremlin ha movilizado a más de 100,000 militares en su frontera norte, sur y este ucraniana, aunque Moscú sigue negando que se trate del preámbulo de una invasión.
El anunció ruso de este martes coincidió con la visita del canciller alemán Olaf Scholz a Moscú, quién buscaba avanzar en las negociaciones diplomáticas y evitar un conflicto mayor en Europa del este.
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Después de las advertencias del asesor de seguridad nacional estadounidense Jake Sullivan este fin semana sobre una posible acción militar rusa sobre Ucrania podría comenzar este miércoles. Estados Unidos trasladó su embajada ucraniana en Kiev hacia el oeste del país en Lviv, haciendo caso omiso a las recomendaciones de Volodimir Zelenski, presidente ucraniano de no causar pánico.
Una vez se supo la noticia de la retirada de algunas de las tropas rusas, Zelenski dijo a la prensa:
«Nos dicen que el 16 de febrero será el día del ataque. Lo convertiremos en un día de unidad», dijo, pidiendo a los ucranianos que cuelguen la bandera nacional azul y amarilla ese día.
Cabe destacar que Rusia continúa con sus maniobras militares en el país vecino de Ucrania, Bielorrusa y Estados Unidos y algunos miembros de la OTAN han prometido ayuda económica a los ucranianos además de que cuentan con tropas y suministros militares en el occidente del país exsoviético.